Los cinco ocupas de la calle San Jaime ingresan en prisión tras las detenciones del pasado lunes

En esta ocasión, los sospechosos han ingresado en prisión provisional, comunicada y sin fianza. Otras veces fueron detenidos y puestos en libertad por el Juzgado de Instrucción número 3 de Logroño, lo que causó cierta indignación entre los vecinos. Los cargos de los que se les acusan son ocho delitos de robos con fuerza –seis en viviendas, uno en un centro educativo y otro en el interior de un vehículo–. Los cinco varones, de entre 21 y 37 años, son de origen magrebí. Según informa la Guardia Civil, todos ellos se encuentran en España de manera irregular, y algunos tienen órdenes de deportación del territorio nacional. Los investigadores de la Benemérita los definen como «viejos conocidos con intensa actividad delincuencial». Además de los robos, uno de ellos ya fue fichado hace varias semanas por amenazar con unas tijeras a numerosas personas durante una celebración festiva en Nájera.

Otros tres de ellos también fueron arrestados recientemente por 14 delitos de robos en automóviles. Asimismo, los detenidos sembraban diariamente el pánico entre los negocios de la zona, donde llegaron a ejercer presuntas coacciones sobre sus dueños, para obtener productos sin pagar. Los investigadores no descartan que estén implicados en más delitos por determinar.

Como informó Diario LA RIOJA hace unos días, las detenciones se llevaron a cabo gracias a los registros producidos en la vivienda ocupada. Por otra parte, algunos de ellos fueron interceptados en otro inmueble de la cercana calle Cantarranas, también usurpado ilegalmente.

En declaraciones relativas a la operación, Jorge Salaverri, alcalde de Nájera, quiere «agradecer el trabajo de la Guardia Civil y de la delegada del Gobierno, que puso a disposición más efectivos después de ser informada de la situación». El regidor apostilla que «Nájera vuelve a ser una localidad segura y tranquila»

En cuanto a los vecinos, José Ramón Arenzana, propietario de una lonja en la calle San Jaime, afirma que «si no se toman medidas de prevención los ocupas volverán». Arenzana dice que en esta zona «hay más delincuencia que en El Raval», y que su lonja «ya fue vandalizada hace algún tiempo, aunque en aquella ocasión fueron menores de edad».

Otra vecina, que no quiere dar su nombre, manifiesta «dormir mejor por las noches desde que los mandaron a prisión». Asimismo, destaca que «la inseguridad ha supuesto un grave problema en estos últimos meses». Finalmente, sentencia que «esta gente ha estado durante mucho tiempo cachondeándose de las autoridades hasta que por fin se le ha dado visibilidad al tema».

Ignacio Samaniego, otro de los vecinos de esa área, se muestra satisfecho con el envío a prisión de los detenidos. «Ya era hora, en mi bajo no han entrado, pero sí que me tiraban piedras al tejado, lo que me ha causado perjuicios económicos en forma de obras», cuenta. Este najerino ratifica estar más seguro ahora, aunque relata que la ocupación es la consecuencia de otro problema de fondo. «El casco histórico de la localidad está muy abandonado, nadie lo atiende, todo en ruinas, un desastre, en definitiva», explica Samaniego, con cierto tono de resignación.

Desde hace una década, se han sucedido numerosas usurpaciones de viviendas en las casas de la calle San Jaime. Entre algunos de los casos más significativos se encuentra el de unos ocupas que, antes de la pandemia, se hicieron con un edificio de tres plantas e incluso llegaron a realquilar una de ellas. El problema se agrava especialmente por el hecho de que muchas de las casas son propiedad de entidades bancarias o de personas que viven a cientos, sino miles, de kilómetros de Nájera.