La Fiscalía mantiene íntegra su acusación y petición de pena contra Adriana Ugueto

En una argumentación muy didáctica, la fiscal ha reclamado al jurado «tranquilidad» y que «dejen al margen todo lo que han oído» fuera de la sala. Esa ha sido su única petición antes de una contundente presentación de los hechos: «Adriana no soportaba que Carolina estuviera bajo la guardia y custodia de su padre y le provocaba un profundo sentimiento de resentimiento, de odio y de rencor hacia su pareja. Por eso ideo darle muerte a su hija y suicidarse», ha dicho la fiscal, que ha recordado que «actuando con un plan concertado con su madre, decidieron ejecutarlo el fin de semana del 25 y el 26 de enero del 2020 tras dejar unas notas manuscritas de despedida y sus móviles escondidos para que no fueran descubiertas antes de ejecutar su plan».

Ese plan, ha completado, se ejecutó en la habitación 404: «Le suministraron un somnífero, un medicamento no previsto para menores de edad, que la dejó profundamente sedada y en esos momentos, cuando está dormida, sin posibilidad de defensa, bien usando las manos, bien la almohada, le taparon los orificios nasales y la boca, lo que impidió que pudiera respirar y provocándole la asfixia».

«Estaba profundamente dormida. ¿Cómo podía pensar Carolina que su madre pudiera hacerle daño? Con 5 años, un niño en quien más confía es en su madre. No solo eso, estaba dormida y sin ninguna posibilidad de defensa», ha recordado la fiscal explicando al jurado que esa circunstancia hace que se le acuse a Adriana de un asesinato con alevosía.

A estos hechos «nucleares» hay que añadir otros, ha dicho la fiscal, como las cartas, los vídeos y la preparación. «Es como si fuera la crónica de una muerte anunciada. Se está diciendo lo que iba a pasar», ha argumentado en relación a todo lo que sucedió en los días previos a aquel domingo 26 de enero, recordando que la menor llevaba al menos cuatro meses recibiendo dosis del somnífero o la búsqueda en Internet de venenos, de formas de morir o tiempo para asfixiar a una persona.

Sobre la autoría del crimen, la fiscal, ha dicho que «fue la madre. Si la abuela estuviera viva, estaría sentada ahí como coautora. Es indiferente que fuera la abuela o la madre la que apretara la boca y la nariz de la menor. Aunque hubiera sido la abuela, la madre estaba presente y no lo impidió, lo permitió. Quería la muerte de su hija», ha defendido la fiscal. «Ambas son coautoras», ha reiterado, «tenían un pacto previo para dar muerte a la menor».

La fiscal, a la hora de valorar la prueba, ha recordado que inicialmente Adriana no declaró tras su detención ante la Policía Nacional, pero que desde entonces ha ido trazando una estrategia de defensa que ha puesto en práctica a lo largo de sus diferentes declaraciones. Así, ha recordado la fiscal que Adriana siempre ha acusado a su madre de los hechos y que para cuestiones concretas a las que no supo contestar en su primera declaración (el motivo de las cartas y los vídeos) si encontró justificación casi medio año después.

En todo caso, ha dicho la fiscal que su versión de lo que sucedió en la habitación 404 de Los Bracos es «imposible». Adriana declaró que fue atacada por su madre perdiendo el conocimiento y despertándose por la mañana en la bañera del hotel. «¿Qué madre sale de la bañera, ve lo que hay en la habitación y no se pone a gritar?», ha preguntado la fiscal antes de citar algunas de las frases escritas por Adriana de las que se desprende el carácter de despedida de las cartas. «No hace referencia a su hija; no deja su plan de pensiones a la niña», ha recordado la fiscal.

Ante el jurado popular, la fiscal ha desmenuzado tanto los vídeos como las cartas que dejó Adriana Ugueto haciendo hincapié en diferentes expresiones en las que habla en plural y a partir de las que la fiscal sostiene que demuestran que estaba incluyendo a Carolina en sus planes de suicidio. La más relevante, ha dicho, es una frase en la que se refiere a la edad de la niña y en el que dice que «haría 6 años el día 30. Sabía que no los iba a cumplir», ha sostenido la fiscal.

También ha recordado al jurado popular que Adriana Ugueto no tiene ninguna enfermedad mental. «Son rasgos de su personalidad que no alcanzan el trastorno, una personalidad obsesivo compulsiva, diciendo que siempre ella cuidaba mejor a su hija, su rigidez mental, su falta de confianza hacia los demás, y su narcisismo. Necesita que digan qué bien lo ha hecho».

Después de una hora y tres cuartos, la fiscal ha concluido como comenzó. «Adriana ideo, coordinó y planificó matar a su hija. Y lo hizo». «Hagan justicia», ha reclamado al tribunal.