Los padres de dos niñas riojanas de nueve años dieron la voz de alarma. Al revisar los ordenadores, las tabletas y los móviles de las menores se percataron de que sus hijas habían enviado a un desconocido imágenes y vídeos en los que aparecían desnudas y realizando tocamientos íntimos. Un desagradable hallazgo que les llevó a interponer una denuncia, en noviembre del pasado año, ante la Guardia Civil de Logroño y, a partir de ahí, se desencadenó una investigación que ha acabado con la detención de un hombre de 22 años en Murcia.
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Su vínculo con las niñas riojanas arrancó en una plataforma de juegos en línea, donde interactuaba con ellas bajo el seudónimo 'Galletita'. Ahí estableció los primeros contactos y estos se prolongaron en el tiempo merced a engaños. Así se ganó su confianza y fue entonces cuando dio un paso más, convenciéndoles para establecer una relación más íntima a través de una aplicación de mensajería llamada 'Zangi', para la que el registro es anónimo y en la que además no se recopilan datos y el cifrado es de grado militar. El detenido, con conocimientos informáticos, eligió esta aplicación para tratar de encubrir su actividad delictiva y evitar ser descubierto.
Ya en la privacidad de esas conversaciones, el joven, de origen boliviano, se hacía pasar por una menor de edad similar a la de las riojanas, a las que les remitió 108 vídeos de pornografía infantil con el objetivo de que ellas imitaran las mismas posturas y, a cambio, entregarles monedas virtuales para videojuegos. «Hacía que vieran como algo normal el envío de esos vídeos», ha expuesto Miguel Ángel Sáez, portavoz de la Guardia Civil en La Rioja.
Las dos menores riojanas accedieron a esas peticiones y, según el número de vídeos, el tiempo de duración de los mismos y las posturas «aberrantes» solicitadas, el pedófilo les abonaba entre 80 y 1.000 monedas virtuales.
Los investigadores se dieron cuenta, al analizar la información con la que contaban, de que se enfrentaban a un caso de 'sexting', es decir, de captación sexual de menores por internet y, una vez avanzadas sus pesquisas, descubrieron que el ciberdepredador residía en Murcia. Se trasladaron hasta allí, registraron dos domicilios y procedieron a la detención del individuo, al que se le incautaron más de dos terabytes de información, tanto en la nube como en otros soportes informáticos. En total, contaba con capacidad para albergar más de 400.000 archivos.
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La operación, denominada 'Biscottu' y que se ha llevado a cabo por el Equipo Mujer-Menor de la Guardia Civil de La Rioja y el Juzgado número 2 de instrucción de Logroño, continuó con el análisis del material incautado. Y las primeras labores han permitido determinar «de forma ineludible» que el detenido es la persona que interactuaba con las menores riojanas, además de corroborar que la magnitud de los delitos no se circunscribía únicamente a esos dos casos, sino que iba mucho más allá y que el número de víctimas se multiplicaba.
Es más, de momento, se han hallado otros 300 vídeos de pornografía infantil en los que aparecen otros niños y niñas de corta edad, de entre ocho y diez años. «No se pueden imaginar cómo eran esos vídeos, aquí lloraríamos todos», ha lamentado Miguel Ángel Sáez, quien ha explicado que ahora se trabaja en un doble frente. Por un lado, en la identificación de esos menores. «Se le quiere poner nombre y apellidos a cada niño y niña que sale en esos vídeos», ha sentenciado el portavoz de la Guardia Civil.
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Por otra parte, se avanza en encontrar a todas las personas que hayan distribuido dicho contenido, puesto que también se ha comprobado que, una vez que se hacía con los vídeos, el individuo los editaba para intercambiarlos en grupos de pedofilia de la 'deep web', páginas invisibles que ofrecen anonimato a sus usuarios. «El material está en todas las comunidades de pedofilia y pederastia», han recalcado desde la Guardia Civil.
Por todo esto, Miguel Ángel Sáez ha definido al detenido como alguien «peligroso» y que estaba a punto de dar un paso más y empezar a quedar con los menores. «De la pedofilia a la pederastia hay un paso y, cuando se queda con un menor, un pederasta lo único que hace es abusar sexualmente de él y, en algunas ocasiones, acabar con su vida», ha recordado el portavoz de la Guardia Civil, quien también ha hablado del ciberdepredador como alguien «listo para hacer lo que ha hecho».
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Como consecuencia de todo lo recopilado en una operación en la que han participado unidades de Murcia, Madrid y La Rioja, el Juzgado de Instrucción número 6 de Murcia decretó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del detenido. Se le considera presunto autor de un delito de exhibición de material pornográfico a menores de edad, así como de otro de agresión sexual a una menor de 16 años con acceso carnal y uno más de captación y utilización de menores para la elaboración de material pornográfico.
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