Los sindicatos aplazan su movilización para mantener unido un campo que sigue en lucha

Ese hartazgo del sector primario es «el mismo» que ya venían avisando los tres citados sindicatos y, en este sentido, diferentes portavoces recordaban estos días que las reclamaciones que están haciendo los agricultores y ganaderos a título personal «son las que defendemos nosotros hace años». Con lo que entienden que no tiene sentido esa manifestación anunciada para el 13 de febrero y trasladan su total apoyo a las otras movilizaciones que siguen colapsando el tráfico en buena parte de la comunidad.

El objetivo es «mantener la unidad de acción», abundan desde Asaja, UAGR y UPA, que advierten a las Administraciones públicas en La Rioja, España y la Unión Europea que «si no avanzan en la puesta en práctica de medidas que apoyan al sector, llevaremos a cabo acciones y movilizaciones en próximas fechas». Lo que de momento están garantizadas, salvo el fin de semana, son las tractoradas como estos últimos días. «Nos estamos jugando el futuro. O luchamos para defendernos o reaccionamos con un vagido de cobardía. Y no somos cobardes, somos agricultores», añadió Álvarez delante del Palacio de Justicia hasta donde acudió un centenar de manifestantes para respaldar al ganadero detenido el martes por intentar arrollar con el coche a policías locales en Logroño.

Fue una de las imágenes de la cuarta jornada reivindicativa, quizá la de menor intensidad hasta la fecha pero que volvió a sacar a las carreteras a 700 tractores, según cifras facilitadas por la Delegación de Gobierno, aunque portavoces de estos grupos independientes elevaban ese número por encima del millar. El 'modus operandi' de los vehículos agrarios fue el mismo de días pasados, es decir marchas lentas por carreteras nacionales, por los entornos de polígonos industriales o por los accesos a la AP-68.

Logroño, en esta ocasión, no se llevó la peor parte de las movilizaciones y los 'chalecos amarillos' se centraron en otros puntos de la región. La carretera nacional 232 fue uno de esos objetivos y hubo cortes a la altura de Aldeanueva de Ebro –manifestantes ocuparon la calzada–, en el límite con Navarra, entre Calahorra y Rincón de Soto o en el tramo de Recajo a Arrúbal.

En la comarca de La Rioja Alta el tráfico fue lento en la N-120 entre Santo Domingo de la Calzada y Grañón, donde incluso hubo maniobras peligrosas cuando camiones intentaban huir de la caravana de tractores con adelantamientos peligrosos. Asimismo, la circulación también fue lenta en el entorno de Nájera por la acumulación de tractores yendo y viniendo entre las rotondas de la N-120 y de la carretera de Uruñuela. En el polígono de Lentiscares, por su parte, un nutrido grupo de agricultores bloqueó por momentos la rotonda de acceso a esta zona industrial.

En la mayoría de los casos fueron «cortes de carretera de escasa duración, entre 15 y 35 minutos», detalló la Delegación de Gobierno, «y después la circulación se restablecía completamente con la presencia y el diálogo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado».

La movilización en las carreteras también saltó a otro campo de juego, a los supermercados, en concreto al Mercadona de Arnedo. Su objetivo era denunciar la «competencia desleal» que hacen los productos extranjeros «que no cumplen las normas de seguridad alimenticia que exige la UE». Agricultores riojabajeños compraron frutas y verduras que luego tiraron al suelo en señal de protesta. «Y no vamos a parar hasta que nos den soluciones. Ahora ya saben en Madrid lo que reclamamos», reflejaba Imanol Garrido, agricultor de Quel, a la salida del 'súper' en alusión a la reunión que el jueves tuvieron con la delegada del Gobierno, Beatriz Arraiz. Ese encuentro «ha sido el primer paso» y confían en que se traduzca en algo positivo. Pero están preparados para seguir en la lucha si las soluciones «no son inminentes».