Una decena de tractores colapsan el Consejo Regulador para exigir reformas

«Le hemos dicho que estamos en una situación cada vez más complicada, que tenemos grandes cantidades de uva sin vender y que así no podemos seguir más tiempo», denunciaba en declaraciones a este periódico Javier Fernández, viticultor de Santa Engracia. Sin embargo, «el vino de mesa sigue estando presente en nuestra Denominación».

Esta es, precisamente, una de las reivindicaciones que figura en el manifiesto del mundo rural que incluye una veintena de medidas para intentar revertir la situación actual. En clave vitivinícola también plantean conseguir precios razonables con relación a los rendimientos en la DOCa Rioja y también el arranque opcional y subvencionado.

Desde el Consejo Regulador «nos han escuchado y nos han asegurado que existe una caída de ventas que está afectando a todo el sector», aseguraba Fernández. Posteriormente, portavoces autorizados del organismo que gestiona la Denominación de Origen aseguraban que «en esta institución somos sensibles a las reivindicaciones del sector primario y en especial a las de los viticultores. De hecho, ya estamos trabajando en medidas para poder revalorizar» a los diferentes agentes implicados: productores y bodegas.

Entre ellas, señalaron desde el Consejo Regulador, se encuentra «la limitación tanto de las autorizaciones de replantación como de conversión de derechos de replantación» para frenar el crecimiento de la masa vegetal, que según los últimos datos oficiales asciende a un total de 66.797 hectáreas de viñedo. El potencial productivo se mantendrá invariable este año y los dos próximos, siempre con el mismo objetivo de conseguir el reequilibrio de las existencias de vino en el corto plazo.