Las inundaciones y el granizo regresan a La Rioja

Tras una jornada de tregua relativa, de nuevo, las tormentas visitaron La Rioja. Y lo han vuelto a hacer con fuerza. La AEMET, una vez más, había puesto en alerta a la comunidad autónoma y no falló. Si no que se lo pregunten a los vecinos de Santo Domingo, quienes vieron como el cielo se ha desplomado prácticamente sobre ellos en pocos minutos.

La tormenta llegó cargada de fuerte viento y causó numerosos daños materiales e incidencias, en estos momentos por evaluar y valorar. Ya minutos antes de que el pedrisco hiciera acto de presencia, en el horizonte se veían unas nubes oscuras que no traían buenos presagios. Los calceatenses, al verlas, rezaban para que eso no se conviritiera en una granizada como la que sufrieron el lunes en puntos como Fuenmayor, pero para su desgracia pudieron evitarlo.

La tormenta empezó a caer sobre las 18.20 horas y se ha prolongado durante 15 minutos, aproximadamente, dejando a su paso, ante los atónitos calceatenses, las calles completamente blancas, de bolas de hielo de un tamaño como no se veía por estos lares desde hacía mucho tiempo. Según los datos recabados por el SOS Rioja, en solo media hora, de 18.00 a 18.30 horas, cayeron en la localidad 9,4 litros. Una cantidad importante de agua que ha convertido algunas calles en ríos.

El frente más activo de la tormenta también se dejó sentir, con mayor o menor intensidad, en Santurdejo, Gallinero de Rioja, Santurde, Bañares, San Torcuato, Hervías, Cidamón, Casas Blancas y Valpierre, hasta San Asensio.

El resultado fue un reguero de incidencias: calles con agua embalsadas; bajeras, garajes y locales inundados; fincas anegadas... El tamaño del granizo y la fuerza con la que ha caído ha 'pelado' los árboles y llenado las calles de hojas. Lo peor se lo ha llevado el campo, puesto que estas granizadas llegan en muy mal momento. Ahora mismo es pronto aún para hacer una valoración general, pero hay quien refiere ya que los daños han tenido que ser cuantiosos. Así, por ejemplo, los cultivos de zonas como la de la carretera de Gallinero han abandonado su habitual estampa para aparecer con otra muy diferente. Y preocupante.

Ya antes de que comenzara la granizada en Santo Domingo el SOS Rioja advirtió de la formación de balsas de agua en algunos puntos de la N-232, concretamente en Cenicero, en la entrada a la autopista, como en esa misma carretera en la zona que une la ya citada Cenicero con Torremontalbo.

Posteriormente, el SOS también informó de la acumulación de agua en otros puntos de la propia N-232, como Briones. A continuación, se han comunicado numerosos cortes en diferentes carreteras de la región.

Las tormentas no se quedaron únicamente en la zona de Santo Domingo de la Calzada. También han llegado a otros puntos de la geografía riojana, como Fuenmayor y el área metropolitana de Logroño (capital incluida), donde hubo una impresionante tormenta eléctrica o Haro, donde el agua descargó con fuerza.