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Ovaciones, abucheos y un nuevo portazo de la diputada de Podemos, Raquel Romero, a la candidata socialista a la Presidencia del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, obligada ahora a desbloquear su investidura durante la cuenta atrás de dos meses que comenzó el pasado ... 16 de julio para evitar la disolución del Parlamento regional y la convocatoria de unas nuevas elecciones.
Si el sol calentaba sin piedad las losetas de la plaza del Parlamento, en el interior del hemiciclo la atmósfera se cargó a lo largo de la mañana hasta rozar la ebullición pasadas las 13.00 horas. Concha Andreu, su portavoz parlamentario, Raúl Díaz, y Henar Moreno (IU) se repartieron los encendidos aplausos de una sesión bronca en la que la diputada morada tuvo que digerir todos los abucheos. No le costó. Sin torcer el gesto y sin variar la sonrisa socarrona con la que, sin apenas levantar la vista del móvil, siguió desde su escaño el debate encajó la catarata de críticas que desde el atril le enviaron los tres ovacionados. Si su intervención se ganó las primeras recriminaciones desde la tribuna de invitados, su segundo no a la investidura reintensificó las protestas en un clima de tensión que intentó abortar el presidente de la Cámara, Jesús María García, con la amenaza del desalojo del público.
Eran las 13.40 horas, dos minutos después del inicio de la votación nominal, cuando Raquel Romero volvía a levantarse por segunda vez esta semana para rubricar su sentencia negativa. Su voto, unido a los de los 16 diputados del PP y Ciudadanos, cerraba de golpe una puerta que algunos creyeron ver entreabierta tras la negociación mantenida la víspera por su partido y la delegación socialista y reiniciada a las diez de la mañana de este jueves para certificar en diez minutos el desplome de puentes que ni habían empezado a edificarse.
concha andreu | candidata a la presidencia
raquel romero | podemos/grupo mixto
henar moreno | izquierda unida/grupo mixto
pablo baena | grupo ciudadanos
jesús ángel garrido | grupo popular
Raúl díaz | grupo socialista
Andreu intentó lo imposible en la intervención de diez minutos con las que se inauguró el pleno. Tras más de medio minuto de ovación desde el Grupo Socialista y de gran parte del público presente, entre los que se encontraba el exlehendakari y actual secretario de Política Federal del PSOE, Patxi López, la candidata se dirigió a la diputada morada: «Señora Romero, cuando el PP comenzó a gobernar usted tenía 12 años. A tiempo estamos de lograr un acuerdo y poner fin a esta situación e iniciar un camino distinto, de cambio, de progreso, de búsqueda de la justicia social, una era en la que las desigualdades sociales lleguen a su fin. Una época en la que las leonas nos impongamos a los corderos».
Tras refrescar la memoria a los presentes sobre los ejes programáticos que desgranó el lunes, Andreu invitó a Romero a poner «de nuevo el reloj a cero. Evacuemos a la derecha del poder y comencemos a gobernar».
«No ha sido posible el acuerdo, pero seguiremos intentándolo al límite de nuestras posibilidades», se comprometió la candidata, que defendió que, pese al fracaso, «las negociaciones han sido fructíferas y estoy convencida que en las próximas semanas llegarán a buen puerto». Tras insistir en que la propuesta socialista a Podemos «es justa, equilibrada, proporcional y progresista», en referencia a las áreas de igualdad, reto demográfico y vivienda, Andreu no escatimó críticas: «Hemos aguantado peticiones ridículas y niñerías y la fábula de Esopo con palabras que mis hijos adolescentes saben que chinchan a los mayores, pero no pasa nada, los 140 años de historia del PSOE, la sensatez, la templanza y la convicción de ideas nos dan la firmeza y seguridad necesarias».
Cuando se apagó la ovación cerrada a la candidata, bajó de su escaño la diputada de Podemos. Acorazada frente a toda crítica y el rumor creciente en el hemiciclo, se encargó de sellar el muro en cuanto abrió la boca. «Usted ha decidido someter su investidura a la voluntad de Pedro Sánchez y no a la del Parlamento de La Rioja», disparó, para añadir: «El PSOE de La Rioja es una sucursal de Ferraz y su sumisión es vergonzante, no han querido negociar porque no les dejan». Tras acusar a los socialistas riojanos de que «quieren nuestro voto, pero no su presencia ni nuestros trabajo ni nuestro compromiso en el Consejo de Gobierno», Romero dictó su sentencia: «Han suspendido junio y la reválida de julio, les queda septiembre. Tómense unos días de descanso, recapaciten, dejen el teatro, póngase a trabajar y vengan con los deberes hechos», remató con el runrún del público transformado ya en abucheos y voces de «fuera, fuera» que se acallaron cuando subió al atril la otra diputada del Grupo Mixto, Henar Moreno, de IU, cuyo demoledor discurso contra de la que fuera su compañera de candidatura se perdió en parte por la atronadora ovación de muchos de los presentes en la Cámara. «Hubo miles de personas que tomaron las calles y plazas para decirles a los políticos que así no y para recuperar la democracia y hoy el partido que dijo representarles les ha traicionado a cambio de unas consejerías. Usted, señora Romero, pide consejerías para usted y sus compañeros sin que se le haya escuchado reivindicación política y programática alguna», arremetió Moreno que acusó a la diputada morada de «tirar a la basura toda la ilusión que se generó en La Rioja, mi tierra, el 26 de mayo».
Igual de contundente se mostró el portavoz socialista, Raúl Díaz. Además de echarle en cara que no se sentase en la mesa negociadora hasta el miércoles, Díaz resucitó la fábula de Esopo citada por Romero -La zorra y el cabrón en el pozo'- para recordarle que «lo del pozo fue lo único afortunado porque quizá en su fondo es donde reside su coherencia política. Usted se ha convertido en el voto que la falta a la derecha para perpetuarse en el poder».
Antes, los portavoces de Ciudadanos y PP situaron a Andreu en su diana. «Usted es la única culpable de la situación bochornosa que se está viviendo por el acuerdo radical con sus socios radicales que ha querido llevar adelante. Ha tenido dos meses para negociar con quien hubiera querido y ha intentado firmar a última hora un mal acuerdo», sentenció Pablo Baena (Cs). «No puede ser la presidenta de todos los riojanos desde la extrema izquierda. Por su soberbia y debilidad se abre un horizonte de inestabilidad como nunca habíamos tenido en La Rioja», aseveró el popular Jesús Ángel Garrido.
Al cierre de la sesión, la candidata, que fue despedida entre aplausos, lamentó la «felonía» y se mostró tranquila y con la esperanza de evitar una nueva cita con las urnas.
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