Podemos confirma a Arantxa Carrero como «la única dirección legítima» en La Rioja

Frente a esas pretensiones, Podemos estatal, según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, ha dado el visto bueno al escrutinio de los resultados (Carrero logró 205 apoyos –el 39,4%– por delante de Sara Carreño, directora del Observatorio de Derechos Humanos de la Consejería de Participación de Raquel Romero, que obtuvo 188 respaldos –el 36,1%–) y, pese a que está «estudiando y analizando» la situación en La Rioja, concluye que la concejala de Haro «ostenta, sin ningún tipo de dudas, el cargo y coordina la única dirección legitima posible, ya que es la que ha emanado de las urnas y, por tanto, es expresión de la voluntad democrática de las personas inscritas en el territorio». Esa es la respuesta remitida desde la Secretaría de Organización nacional (que dirige Alberto Rodríguez) por correo electrónico al Consejo Ciudadano Autonómico tras recibir el acta de su primera reunión (29 de junio).

Apenas nueve días antes, y después de hablar en redes sociales de «empate técnico en el consejo ciudadano», Carreño y Cantabrana escenificaban en las puertas del Parlamento el enésimo conflicto interno de Podemos La Rioja al presentar su propio consejo ciudadano alternativo integrado por miembros de sus listas y pilotado por la exdiputada.

«No tenemos constancia de dicha comunicación. No podemos valorar nada porque no hemos obtenido respuesta oficial y nos consta la existencia de irregularidades». Esa fue, en la mañana del miércoles, la valoración sobre el reconocimiento de Carrero por parte de Madrid que hizo Sara Carreño. Lo hizo en las puertas del Palacio de Justicia de La Rioja donde, junto a los miembros de su lista y de la de Germán Cantabrana, informó a los medios de que, tras agotar las vías internas, presentaban una «una demanda contra Podemos [cuyo contenido no aportó a los medios] por vulneración de los derechos fundamentales, en concreto del derecho de participación política en igualdad», en referencia a un presunto caso de fraude durante las votaciones de junio.

Según recordó la exdiputada y directora del Observatorio de los Derechos Humanos encuadrado en la consejería de Raquel Romero, recientemente se han hecho públicas grabaciones en las que «se detallaba cómo se votaba por otras personas». En este último proceso interno, aseguró, «se detectó al menos un voto emitido por otra persona» al tiempo que otros «generan serias dudas», lo que podría dar la vuelta a los resultados (17 votos separaron a Carrero de Carreño). Además, sostuvo que «se inscribieron personas que no tienen sus contraseñas para votar y que las manejaba, presuntamente, la concejala». «Hay fraude en las tres elecciones en las que ha participado Amaya Castro», dicen desde su entorno.

Estas irregularidades fueron el argumento esgrimido por Carreño y Cantabrana para, el 29 de junio, presentar en las puertas del Hemiciclo riojano su consejo ciudadano paralelo en el que, bajo la dirección de Carreño, ha incluido a los doce miembros más votados de las diferentes listas que se presentaron al proceso interno autonómico dejando fuera a la lista de Arantxa Carrero. Es la misma solución, recuerdan, que se adoptó en el 2014 cuando la se eliminó a la lista que ganó tras, presuntamente, cometer fraude.