Secciones
Servicios
Destacamos
A Miguel Lucea de pequeño sus padres le miraban como si tuvieran ante sí a un adulto con apariencia infantil. Dos personas en una. «Mira cómo habla el niño», «Qué espabilado», «Qué pesado». Eran comentarios que escuchaba en su entorno. Lo que no ... sabían entonces, tampoco el protagonista de estas líneas, es que tenía una mente excepcional. Era un diamante en bruto por pulir con unas desmesuradas ganas de aprender.
Sus profesores se dieron cuenta enseguida de que Miguel era diferente. Él tuvo fortuna, no todos la tienen, y no tardaron en dar con el diagnóstico. El pequeño tenía una mente privilegiada, por encima de la media. Era un alumno con altas capacidades. Quizá eso le trajo algo de paz porque no se liberaba de la eterna sensación de aburrimiento que tenía en el colegio casi desde el principio. «Estás metido en una dinámica que va a una velocidad distinta a la que te gustaría que fuera». Estaba inmerso en una rutina de «tragar», relata, «porque sabes que tienes que estar ahí, es un trámite, y no vas a poder cambiar lo que te rodea, el colegio es lo que es».
47,6% En los últimos cinco cursos el número de alumnos identificados ha crecido el 47,6%
31,1% Sólo tres de cada diez alumnos identificados con altas capacidades es niña. También aquí existe la brecha de género
Dado su elevado grado de desarrollo mental, le ofrecieron varias opciones para tratar de dar salida a su talento. Deberes extra al salir de clase, es decir, «mientras unos hacen cien tú haces doscientos», cuenta, y cambiar de curso, una opción que rechazó desde el primer momento porque no quería dejar a sus compañeros. Y es que él, a diferencia de otros estudiantes con mentes maravillosas, no tenía problemas para socializarse. Afortunadamente también tenía habilidades para relacionarse con sus colegas de clase. Por último, le plantearon apuntarse a un programa extraordinario que se impartía los sábados por la mañana en la Universidad de La Rioja (UR) promovido por la Asociación Riojana de Niños de Altas Capacidades (ARNAC). Se decantó por esta última opción, pero a los tres años lo dejó para jugar a baloncesto.
PEPA IRIARTE | DIRECTORA DE EDUCACIÓN
Con el tiempo, su etapa educativa tomó una velocidad de vértigo y tras pasar por los centros Doctor Castroviejo e IES Duques de Nájera, dio el salto al Sagasta para asistir a clases de Bachillerato internacional. De ahí a Gales, a la universidad en Swansea para estudiar Relaciones Internacionales. Estuvo un año y los dos siguientes los completó en Dublin, al tiempo que comenzó Filosofía por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Hoy tiene 20 años y, terminada su primera carrera, hace prácticas en el Parlamento Europeo en Luxemburgo. Se encarga de organizar los cursos de idiomas para los diputados.
¿Más adelante? Le gustaría tantear las oportunidades laborales en la empresa privada en este pequeño país de Europa central. Donde está, dice, no le motiva mucho. «Esto es como una fábrica de funcionarios, un ministerio». Tampoco descarta participar en el programa Erasmus para emprendedores que básicamente consiste en proponer un proyecto de negocio y buscar fuera de España empresas que se dediquen a algo parecido para, en un futuro, levantar su propia firma. En su caso, estará orientada hacia el uso de energías renovables porque «veo que en realidad la tecnología está inventada, pero no está implementándose y no tiene mucho sentido idear placas solares si seguimos comprando el gas a Argelia o a Arabia Saudí». En cualquier caso, eso no será hasta que él tenga 30 años. Esa es la edad que se ha puesto de tope para regresar a España. Antes quiere seguir viajando y trabajando en otros países, quizá para aplacar las ansias de su mente inquieta.
Para Lucea no fue fácil. La vida iba a dos velocidades, la real y la ideal para él. Entonces, los profesores hacían lo que podían para intentar satisfacer a la media. No había protocolo para atender a estos alumnos 'especiales' que se calcula que, según estudios tradicionales, representarían el 2,28% de la población estudiantil -excluida la universitaria-, es decir, unos 1.100. Pero la realidad es que a 16 de octubre había 468 alumnos identificados con altas capacidades, el 1,2% del total, y lamentablemente aquí también se da la brecha de género. Curso tras curso, el número de alumnos superdotados duplica y en ocasiones triplica al de alumnas con altas capacidades. Genéticamente es una cuestión que no tiene ningún tipo de explicación, aunque una de las razones podría ser que ellas, por lo general, terminan mimetizándose más con el ambiente, se adaptan a la norma y evitan así ser el clavo que sobresale.
Para identificar y atender a todos los alumnos con altas capacidades, a ese 2,28% de la población estudiantil, la Consejería de Educación ha puesto en marcha un protocolo de actuación en el que ARNAC ha tenido mucho que decir. Por primera vez, La Rioja, que era de las pocas comunidades que no disponía de él, cuenta con un instrumento para abordar una cuestión, a priori, compleja, pero que se cimenta sobre la filosofía que los nuevos titulares de la Consejería quieren aplicar a la educación.
Así lo explica la directora general de Educación, Pepa Iriarte. «Nos parece importante que la población entienda que vivimos en un momento en el que vamos a hablar con mucha alegría del desarrollo del talento. Todos podemos desarrollar nuestro talento y esta Consejería va a potenciar, a formar y apoyar el desarrollo del talento de todas las personas», entendiendo que «debemos de ser unos buenos observadores», con la mayoría de los recursos enfocados a ello y con una organización escolar que permita conocer a las personas, su perfil e inteligencias. De ahí que, en el trazo gordo, el protocolo va a atender la detección de la alta capacidad intelectual, entendida en una visión holística de la persona, donde todo interactúa, inconsciente y consciente.
Marian Grisaleña, jefa de servicio de Personalización y Diversidad, es buena conocedora de la evolución creciente del número de alumnos con altas capacidades identificados, pero también de que todavía estaríamos lejos de los que hay en realidad, el 2,28% si se atiende al Cociente Intelectual -superior a 130- y el 10% si se incluye el talento.
En cualquier caso, el protocolo, puesto en marcha este curso, tiene cuatro fases: sensibilización a la población, detección, dar respuesta con medidas ordinarias en el aula, con aprendizajes cooperativos y, si esto no es suficiente, se aplicaría una identificación con evaluación psicopedagógica para concretar las medidas más convenientes. Es decir, ofrecer medias extraordinarias, como ampliaciones curriculum, entre otras.
El documento recoge también las características de este tipo de alumnos que comprenden de forma avanzada, tienen un ritmo de aprendizaje muy rápido, les gustan los retos, son complejos, autodidactas y grandes investigadores. «Hay mucha creencia errónea de que son niños desajustados, que tienen problemas de fracaso escolar y no siempre es así». También existe la falsa creencia de que los niños con altas capacidades proceden de familias de un nivel alto. Nada que ver, comenta Grisaleña, quien ha visto casos como el de un pequeño con padres casi analfabetos que tenía altas capacidades.
En La Rioja hay un programa, llamado Ácreta, en el que participan cuatro centros públicos: Eduardo González Gallarza y Villa Patro, en Lardero, y La Guindalera y Siete Infantes, en Logroño, y que en la práctica consiste en que los niños con altas capacidades investigan y buscan proyectos en los que desarrollar su potencial, hacen sesiones fuera del aula y luego en red se presentan los proyectos unos a otros.
En paralelo hay otro proyecto experimental en el IES Hermanos D'Elhuyar para el desarrollo de capacidades profundizando en el curriculum y en otras temáticas de investigación.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.