El Gobierno enfría las expectativas de La Rioja con un único tren más a Madrid

Será, en este caso, con un segundo tren directo diario, y no dos como reivindicaba Capellán, que se suma al actual Alvia que parte de Logroño a las 7.30 horas y llega a Atocha un minuto antes de las 11.00 –la vuelta sale de Madrid a las 18.05 y finaliza su trayecto en la capital riojana a las 21.21–. Esta frecuencia, también de ida y vuelta, aún tardará más de medio año en ponerse en marcha porque el ministro habló de noviembre como la fecha de inicio. La Rioja está en la tercera y última fase de este nuevo despliegue de servicios, que se empezará a poner en marcha este mes en Andalucía o Extremadura, además de en Galicia y Asturias. Precisamente, estas dos comunidades norteñas serán las más beneficiadas del nuevo contingente de trenes Avril que empezará a recibir Renfe con más de dos años de retraso.

La implantación de estos convoyes de estreno estará condicionado por el desarrollo de las obras de ampliación de la estación de Chamartín, porque con los trabajos actuales «el 25% de los surcos para que circulen los trenes no están disponibles», recordó el presidente de Renfe, Raül Blanco. Y el nuevo servicio finalizará su viaje en Madrid en esa citada terminal y no en Atocha como sucede actualmente. Porque el recorrido elegido por Transportes tampoco ha sido el esperado en la Comunidad de La Rioja.

El viaje no se hará a través de Zaragoza, como hasta la fecha, después de cruzar La Rioja Baja sino que se elige la alternativa oeste, por La Rioja Alta hacia Miranda de Ebro y Burgos. Así lo anunció Óscar Puente, que en el turno de preguntas tampoco dio explicaciones de por qué se apostaba por una nueva ruta y no se aumentaba el servicio por el recorrido actual como planteaba el presidente Capellán –ahora todos los trenes de Logroño a Madrid viajan por Calahorra, Alfaro, Castejón y Zaragoza–.

Este servicio supondrá la creación de 3.200 plazas semanales adicionales –casi 460 diarias contemplando que el tren circule de lunes a domingo– «y aportará mayor fiabilidad a los usuarios», aseguró Blanco, «porque es un tren directo y con material moderno» en referencia al Alvia S-120.5, el que ya conecta Logroño y Castejón. En cualquier caso, este tren nada tiene que ver con otro de los anunciados por el ministro y el presidente de Renfe, por ejemplo para unir Madrid con Badajoz, otra comunidad que habitualmente denuncia el déficit de infraestructuras y servicios que sufre en materia ferroviaria. En ese caso será un S-730, «el tren más versátil del mundo, que puede circular por ancho ibérico e internacional y también por vías electrificadas o sin electrificar», apuntó Óscar Puente.

La capital pacense recibirá su tercer servicio con Madrid antes del verano y en una tercera fase, como Logroño, le llegará el turno a Teruel, también con un Alvia S-730 aunque en este caso no será directo sino a través de Zaragoza. Con lo que la capital turolense será, junto a Lugo, la única de España sin un tren directo. Logroño es, con una frecuencia, la cabecera regional peor comunicada, seguida por Santander que tiene dos pero la capital cántabra cuenta con tres vuelos regulares diarios con el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas.

El hecho de que no sea un tren de los más modernos que se vayan a implantar –de los treinta que distribuirá Talgo a Renfe, aunque veinte son para España y los otros diez para la nueva conexión Madrid-París que el Ministerio espera que entre en funcionamiento antes de que acabe el año– unido al recorrido elegido por Miranda de Ebro y Burgos harán que el viaje, a pesar de que se hará sin trasbordos, «se acerque más a las cuatro horas que a las tres», reconoció Puente; será en torno a las 3.50 horas.

Aunque todo lo relacionado con horarios, frecuencias y precios «se irán dando a conocer conforme se vaya desplegando» el nuevo servicio y su operativa. Tampoco hubo más detalles sobre la petición de reunión que le hizo Capellán al titular de Transportes el pasado 1 de diciembre por primera vez y en una segunda ocasión el 16 de febrero. Puente tiró de manual político y expresó su disposición a reunirse con el jefe del Ejecutivo riojano en cuanto tenga libre la agenda «aunque es bastante complicado. Si no me he reunido hasta ahora, ha sido por ese motivo». Esta misma semana, portavoces oficiales del Ministerio de Transporte aseguraban a Diario LA RIOJA que este encuentro de Puente y Capellán «se producirá tan pronto como sea posible y ambas agendas lo permitan». Por el momento, ha pasado 142 días de la petición de esa entrevista.

Respecto a posibles novedades en materias de infraestructuras ferroviarias en nuestra comunidad, Blanco señaló que «no hay novedades previstas» a pesar de que la delegada del Gobierno central en La Rioja, la socialista Beatriz Arraiz, aseguraba que «en los próximos meses habrá más anuncios importantes sobre las infraestructuras de transporte en la comunidad autónoma», después de haber mantenido un encuentro en el Ministerio de Transportes.

Con la nueva operativa desplegada por Renfe, logrará ampliar su oferta en más de 24.000 plazas semanales en plena guerra de precios y rutas con los nuevos operadores Iryo y, sobre todo, Ouigo. «Seremos más competitivos con estos trenes», refrendó Puente, que recordó que la empresa pública «es la única que cohesiona» todo el territorio español. Raül Blanco, por su parte, añadió que «si hay más competidores» en el despliegue de nuevos servicios y líneas ferroviarias «competiremos», en alusión a la llegada al mercado de actores como Iryo y Ouigo. Un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia reveló que en el último año la llegada de ambos operadores hizo desplomar los precios de la alta velocidad un 40% y en el caso de Renfe obligó a recortar el coste de los billetes un 25%.