La Rioja cuenta con catorce líneas de autobuses que dan servicio a decenas de localidades desde Rioja Baja a Alta pasando por los Cameros. Todas ellas son, en mayor o menor medida, deficitarias porque «las tarifas fijadas no cubren el coste de explotación». Pero, al ... tratarse de un servicio público arrastra unas obligaciones para el Gobierno de La Rioja: la cantidad para equilibrar estas cuentas salen de los Presupuestos de La Rioja.
Publicidad
Esta situación se ha repetido desde la puesta en marcha de este servicio, cuyos contratos expiran el 31 de diciembre de 2028 y que fueron firmadas casi en su totalidad en 2009.
El pasado año, el Ejecutivo tuvo que abonar a las empresas concesionarias un total de 2,17 millones de euros, la mayor cantidad de los últimos cinco años. El encarecimiento de los servicios (y de la vida) explica este incremento de casi medio millón respecto a las cuentas presentadas al Ministerio de Transportes por la entonces Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica.
En total, desde 2019 hasta el año en curso, de las cuentas públicas han salido 8,65 millones de euros destinados a paliar los déficits de las concesionarias Logroza, Autobuses Jiménez, Arribas, Riojacar y Arasa.
Cada una de las líneas presenta diferentes resultados que anualmente se fiscalizan para determinar las cantidades a abonar. Y, por cantidades, la VLR-109 denominada Logroño-Nájera es la que más déficit arrastra. Con un servicio que recorre más de 30 municipios, además de la capital, el año pasado su déficit rozó el medio millón de euros, poco menos de la cuarta parte del total.
Noticias relacionadas
La segunda línea más deficitaria es la que cubre el servicio entre Logroño y Montenegro de Cameros (257.678 euros, según datos de la Consejería de Política Local, Infraestructuras y Lucha contra la despoblación). En este caso, los interurbanos realizan más de una veintena de paradas por el Camero Nuevo, pero también en Sorzano o en La Laboral.
Publicidad
El podio de los trayectos con mayor déficit lo cierra la línea Logroño-Miranda de Ebro (VLR-113), que hace parada en una docena de municipios (entre ellos Fuenmayor, Cenicero, San Asensio o Haro) y que perdió 215.433 euros.
Para explicar estos importes hay que destacar que no se trata de líneas con menos pasajeros, sino que suelen estar vinculadas a trayectos más largos o mayores frecuencias, lo que encarece los costes.
En el lado contrario, con poco más de 52.000 euros de déficit durante 2023, se encuentra el servicio que acerca a los habitantes del valle de Ocón a Villamediana, Murillo o el Hospital San Pedro de Logroño. En este caso, se trata de una línea con dos salidas diarias desde la capital y otros dos desde La Villa de Ocón y que solo funciona de lunes viernes (incluso algunas de sus paradas, como las de Santa Lucía o Aldealobos solo se realizan dos días a la semana).
Publicidad
La VLR-101, entre Logroño y Laguna de Cameros, también arrastró una deuda de 60.400 euros. Mientras, la VLR-105, que no va a la capital sino que rueda entre Nájera y Haro (con paso por Hormilleja, San Asensio Briones y Gimileo, siete servicios en total de lunes a viernes) sufrió unos números rojos de más de 63.200 euros.
Aunque en este 2023 se hayan batido récords de déficit en las líneas del Interurbano, la situación se repite año a año. En 2022 la cifra ascendió a 1,68 millones, en 2021 a 1,87, en 2020 a 1,85 euros, en 2019 (antes de la pandemia) se quedó en 1,06 millones de números rojos... A pesar de que el servicio no es rentable económicamente, el consejero de Política Local lo considera «imprescindible para vertebrar La Rioja».
Publicidad
Por eso las líneas continuarán siendo las mismas catorce que las actuales aunque con la Administración siempre abierta a cambios que soliciten los ayuntamientos, las líneas concesionarias o los usuarios.
Las más claras y recientes variaciones o refuerzos se han vivido, desde finales de 2023 a comienzos de este año, con la ampliación de horarios de las líneas que conectan la capital con Haro, Nájera, Alfaro, Arnedo y Calahorra. Las demandas de los usuarios (principalmente estudiantes) que no podían llegar a sus clases o trabajos en Logroño provocaron que el Ejecutivo regional moviese ficha y decidiese incorporar más frecuencias para facilitar la conexión. Evidentemente, esto también encarece el servicio, pero el objetivo de cohesión territorial está, en este caso, por encima de las cuentas.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.