Residencia Los Manitos, de Calahorra, una de las que hasta ahora no han registrado positivos. I. ÁLVAREZ

Un mapa borroso del virus en las residencias

Las residencias de mayores esperan los resultados de los test rápidos para conocer la auténtica dimensión del problema

Pío García

Logroño

Miércoles, 8 de abril 2020, 07:41

La sangría que se está viviendo en las residencias de la tercera edad no afecta a todas por igual. Hay algunas, como Los Jazmines de Haro, en las que el coronavirus está provocando estragos y otras que se mantienen –al menos en teoría– ... ajenas al embate del enemigo microscópico. «Resulta difícil encontrar una explicación», confiesa Gabriel Gimeno, presidente de la Asociación de Residencias de Mayores de La Rioja. «Yo llevo la gerencia de dos de ellas (La Rioja, en Albelda, y Nuestra Señora del Valle, en Cenicero) –explica–. Hemos adoptado exactamente los mismos protocolos de seguridad en las dos, con idéntico nivel de equipos de protección, etc. Y sin embargo en Albelda se han registrado positivos y en Cenicero, no».

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La situación cambiará cuando se generalicen los test. Quizá afloren entonces positivos donde no los había o se disparen en aquellos sitios en que ya se habían registrado casos. «Lo que nos va a aportar es una mayor clarificación. Con esos datos vamos a poder tomar las medidas más adecuadas: una mejor sectorización de los positivos, incluidos de los asintomáticos», señala Gimeno. Aunque si, como es previsible, se descubren nuevos positivos no solo entre los usuarios, sino también en los trabajadores, eso arrojará mayor presión sobre unos equipos de personal ya muy debilitados.

  • Información aportada por Isabel Álvarez (Calahorra), Sanda Sainz (Cervera), Diego Marín (Ventas Blancas) y Óscar San Juan (Haro y San Vicente).

De momento, las doce residencias que no han identificado caso alguno prosiguen su actividad sin sobresaltos. Tres de ellas están en Logroño (Santa Cruz, La Estrella y El Sol). En Calahorra, no hay positivos ni en Los Manitos (111 usuarios, con algún grado de dependencia) ni en San Lázaro (40 residentes). En la primera de ellas, según refieren familiares, se prohibieron las visitas antes del decreto de alarma. Desde el sindicato Satse, se apunta que desde el principio contaron sus trabajadores con equipos de protección individual (EPI). La semana pasada ya se tomaron siete u ocho muestras, pero todas arrojaron resultado negativo. También en San Lázaro, que es de titularidad municipal, empezaron pronto a tomar medidas restrictivas.

Cierre temprano

Ni en Quel (Domus Vi) ni en Cervera hay casos registrados. En la villa del Alhama, el presidente de la Residencia Fundación Hospital de la Purísima Concepción es el teniente de alcalde, Jesús Herrero, que además es enfermero. También atribuye la ausencia de positivos al cierre temprano del centro: «No nos falta material EPI, ni gel desinfectante, tenemos un baño en la planta baja habilitado exclusivamente para los trabajadores, donde se cambian al venir, y evitamos cualquier relación con el exterior», indica. «En cuanto hemos notado algún síntoma en algún residente se han realizado las pruebas y todas han sido negativas», explica el presidente de la fundación.

El coronavirus no se ha asomado todavía por la Residencia Ruiz, en Ventas Blancas (80 usuarios). Aquí se tomaron medidas antes del 1 de marzo, prohibiendo no solo las visitas de familiares, también de los proveedores y distribuidores, que dejan los productos que suministran fuera de la residencia. El aparcamiento lo desinfectan tres veces al día y tres veces por cada turno se mide la temperatura a trabajadores y residentes. Hasta el momento, no han contado con ningún contagio entre sus 80 residentes ni entre sus 53 trabajadores, y así esperan que siga siendo cuando esta semana se realicen los test facilitados por el Gobierno de La Rioja. Cada vez que un trabajador entra, pasa por la alfombra desinfectante y la ropa de trabajo se lava en el propio centro, no se saca ni se mete. Es más, cuando algún trabajador ha tenido algún familiar contagiado, no se le ha permitido ir a trabajar. «Hemos dividido la residencia en cuatro áreas y solo la médico y las enfermeras pueden pasar de un sector a otro, nadie más», explica el propietario de la residencia, Luis Ruiz, quien añade que se aprovisionaron a tiempo de material. Han creado unas habitaciones de aislamiento, por seguridad, que aún no han sido utilizadas.

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Los nuevos test ya han llegado a la residencia Virgen de los Remedios, de San Vicente de la Sonsierra (38 plazas). Usuarios y trabajadores pasaron ayer las pruebas y están a la espera de los resultados. Hasta la fecha no había positivos; como tampoco en la residencia Madre de Dios, pese a estar emplazada en Haro, uno de los primeros focos de la pandemia en La Rioja.

El mapa del coronavirus en las residencias riojanas todavía es, sin embargo, borroso. Solo los test generalizados podrán despejar esa siniestra niebla y arrojar luz sobre una población muy vulnerable. Al menos para 77 personas, llegan demasiado tarde.

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