Salud toma el control de los centros de mayores tras 77 muertes y 568 infectados

«Tenemos que seguir peleando, estamos volcados en proteger a la totalidad de la población, especialmente a los más vulnerables, pero el COVID-19 se ha cebado con extrema dureza con nuestros mayores, con los que más queremos. Por eso damos un paso más», explicó la consejera de Salud, Sara Alba, durante una comparecencia junto a Ramalle y al portavoz, Chus del Río.

«Esto nos va a permitir manejar la información puntual, veraz y completa de todos y cada uno de los centros y esto es estratégico porque al minuto cambia y hay que tomar las decisiones más efectivas; y, además, podremos revisar la situación y tomar las decisiones estratégicas en cada centro y cada día; y hemos de verificar una por una la eficiencia de cada decisión y si no son efectivas modificarlas», explicó la consejera, que detalló que del mando único emanarán cuatro áreas: una asistencial, a cargo de los doctores Francisco Antón y Jorge Mínguez; otra de Servicios Sociales, de la que se encargará Santiago Urizarna, para el control de la dirección de los centros, la gestión del personal y su organización interna; una tercera, para la gestión de los repartos de material, con Daniel Carrillo, de la Oficina de Presidencia del Gobierno; y la cuarta, con el capitán Marcos García para la coordinación de las Fuerzas de Seguridad del Estado y la Unidad Militar de Emergencias (UME) en lo concerniente a desinfección, intendencia y adecuación de infraestructuras.

«Estamos trabajando residencia a residencia desde hace dos semanas y ahora se establece un nuevo protocolo con indicaciones claras de lo que hay que hacer y con medidas específicas en cada caso», avanzó Ramalle, que anunció test serológicos (pruebas rápidas) a todos los residentes y una combinación de pruebas rápidas y PCR a los trabajadores de estos centros. «Aunque efectivamente la sensibilidad de los test rápidos oscila entre el 60 y el 80%, esto nos servirá para detectar casos que necesiten aislamiento, y en aquellos que sean negativos se repetirán días después o se hará una PCR para obtener una rápida información de la situación de las residencias», añadió el responsable del mando único.

El giro de timón del Ejecutivo regional, sobre el que el pasado 20 de marzo, a preguntas de Diario LA RIOJA, ya se avanzó que «no se descarta esa posibilidad», se oficializó ayer nada más darse a conocer nuevas estadísticas trágicas de mortalidad. Así, Del Río detalló que la cifra total de fallecidos por la pandemia se eleva ya a 160 tras contabilizarse 19 más, la mayoría de ellos, 16, de personas fallecidas en días pasados pero que no habían sido notificados a Salud. De las 19 nuevas víctimas mortales &ndash9 hombres y 10 mujeres, todos de edad avanzada y con patologías previas&ndash, 14 de ellos eran residentes de centros de mayores, un ámbito en el que la cifra total de muertes se eleva hasta los 77 y el número de infectados es ya de 568, un centenar más que la víspera, a los que hay que sumar casi otra treintena del resto de centros sociosanitarios con pernoctación, hasta los 568.

Con 127 nuevos casos en la región y un total de 2.846 infectados, 1.692 activos, la situación hospitalaria mantuvo ayer la tendencia a la mejora con 28 ingresados menos, 25 en planta y 3 en la UCI. El número total de ingresados es de 399, con 308 en el hospital San Pedro &ndash275 en planta y 33 en la UCI– 60 atendidos desde la unidad de Hospitalización a Domicilio; 10 en el Hospital de La Rioja; 36 en Fundación Hospital de Calahorra; 45 en Viamed-Los Manzanos 45; y 27 en el CRMF de Lardero.

Dicha evolución permite a La Rioja atender las necesidades de otras regiones vecinas, según avanzó la consejera de Salud, que anunció que a petición de su homóloga castellanoleonesa, Verónica Casado, se atenderá de «manera escalonada» a pacientes de Soria, en principio dos, que serían remitidos a la UCI del San Pedro. «Esto es solidaridad, no hay otra manera de trabajar, juntos y unidos somos más fuertes», concluyó Sara Alba.