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Se iban a las nueve y media de la noche del sábado tras realizar 1.488 tests. Los sanitarios cogían un bus y marchaban a Calahorra y Logroño. Los voluntarios alfareños, a descansar a casa. A las 8.30 de la mañana de este domingo, ... ya estaban al pie del centro de diagnóstico montado en la zona de La Molineta para seguir realizando las pruebas PCR masivas con las que el Gobierno de La Rioja, con la colaboración del Ayuntamiento, busca recopilar datos, frenar la curva ascendente del COVID-19 en Alfaro tras sus no-fiestas y evitar transmisión comunitaria, en especial a otros pueblos.
Treinta sanitarios desde Calahorra y Logroño, algunos duplicando turno, voluntarios de Cruz Roja, Protección Civil y Policía Local participan en este dispositivo que se extiende también durante la jornada de este lunes, mañana y tarde. Este dispositivo realizó este domingo 1.806 pruebas, 899 por la mañana y 907 por la tarde.
Junto a ellos, en todo momento, representantes municipales. Por la tarde acudieron a conocer la campaña de cribado perimetral la presidenta del Gobierno riojano, Concha Andreu, y la consejera de Salud, Sara Alba. Este lunes y el miércoles los mayores recibirán a los sanitarios en sus casas para hacerse la prueba sin desplazarse.
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Si los alfareños se acostaban el sábado con 106 positivos, ya se confirmaban 153 a mediodía de este domingo. Se cree que serán muchos más a medida que se conozcan los resultados de la barra libre de PCR de estos días. Tras realizarla, la pregunta de todos: «Si es voluntaria, ¿debo aislarme como si fuera un positivo o contacto estrecho?». Las autoridades indican que los miles de alfareños que se han sometido a estas pruebas deben seguir autoconfinados hasta conocer el resultado, saliendo únicamente a lo estrictamente necesario y con todas las medidas de prevención sanitaria y precaución. Si no, este gasto no servirá para nada.
Tras la llamada del Gobierno de La Rioja al autoconfinamiento voluntario, Alfaro era este domingo casi una ciudad desierta. Al igual que en la noche del sábado, las terrazas no vivían brindis. Algunas ni se montaban entre la resignación de los dueños de los bares que sí lo han hecho bien frente a las imprudencias de otros. Esa llamada llevó a suspender algunas de las primeras comuniones previstas. Otras dos se mantuvieron.
Por otro lado, y ante la situación que se está viviendo en el municipio, el alcalde, Julián Jiménez Velilla, ha pedido a la consejera de Salud que traslade a Educación la posibilidad de retrasar el comienzo de curso hasta el día 14 de septiembre. «Suspendemos tres días de clase (en Alfaro el arranque de curso está previsto para el día 9), pero ganamos seis en confinamiento», expone el responsable del Consistorio riojabajeño.
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