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Todos a una. El Gobierno de La Rioja, a través de Salud, ha cerrado colegios e institutos durante quince días a partir de hoy, y padres y profesores, al menos las agrupaciones que los representan oficialmente, han cerrado filas en torno a la orden de la Consejería respecto a la crisis del coronavirus. La situación, tan extraordinaria como inédita, ha llevado a la comunidad educativa regional a alinearse en torno a las autoridades autonómicas. Los diferentes colectivos, consultados por Diario LA RIOJA, asumen los hechos sin dar lugar a las opiniones. Ya habrá tiempo para valoraciones según vayan pasando las jornadas no lectivas.
Cuando la consejera de Salud, Sara Alba, anunciaba en rueda de prensa ayer la paralización durante dos semanas de la actividad educativa presencial, desde las guarderías a la universidad, como ya habían hecho en la Comunidad de Madrid y en algunas localidades de la vecina Álava, los grupos de WhatsApp de padres y madres comenzaban a echar humo.
La suspensión de las clases supone una situación sin precedentes que obligará a las familias a buscar alternativas para el cuidado de los hijos, especialmente los más pequeños, y al profesorado a encontrar opciones para impartir materias a distancia y seguir con el temario en la medida de lo posible. «No son vacaciones», sentenciaba ayer Gustavo Navas, presidente de la Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (ANPE) en La Rioja.
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Así, la postura oficial de las asociaciones que aglutinan tanto a padres como a profesores ante el calificado como reto de salud pública que afronta la comunidad autónoma por el COVID-19 es llamar a la cautela y, sobre todo, a seguir las recomendaciones sanitarias. Del mismo modo, se aconseja que la comunidad se informe solo y exclusivamente por cauces oficiales sin alimentar bulos.
Tanto desde la Federación de Asociaciones de Padres de centros públicos (FAPA-Rioja) como desde la Confederación de Asociaciones de Padres de los centros concertados (CONCAPA-Rioja) se recibían con respeto las medidas excepcionales adoptadas para frenar la expansión del coronavirus.
«Seguir las recomendaciones en todo momento y evitar generar ruido, que de ese ya ha habido mucho y más que habrá», reclamaba Eduardo Rojas, presidente de FAPA, instantes después de confirmarse la suspensión de la actividad educativa en La Rioja. Y es que, a su juicio, no cabe más que seguir las directrices de las autoridades al respecto. Hasta nueva orden. «Son los que saben», defendía.
De la misma manera, Carlos Torres, presidente de CONCAPA, añadía que toca respetar lo que oficialmente «se nos vaya trasladando» y, en principio, «esperar a ver qué pasa y cuál es la evolución» en torno a un problema de dimensiones desconocidas.
«Respaldamos al cien por cien las medidas impulsadas por las autoridades sanitarias. Entendemos que dichas medidas son un importante contratiempo para la conciliación laboral de las familias, pero tenemos que entender que se trata de una situación excepcional y hacemos un llamamiento a la responsabilidad y la solidaridad», precisaba posteriormente Torres.
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De la misma manera, Gustavo Navas, presidente de ANPE en La Rioja, sindicato docente independiente, aplaudía la decisión del Gobierno regional. «Nuestra postura es la que hemos venido manteniendo desde el principio, y es que ante esta situación quien decide es Salud, ni siquiera Educación, que es quien sabe de la actual epidemia», argumentaba Navas, que reconocía «que era una decisión que se esperaba tarde o temprano y más sabiendo que había sido adoptada en Labastida y que Haro no podía mantenerse como si nada por mucho más tiempo dada su proximidad».
La comunidad educativa, consciente de la que se avecina como poco en las dos próximas semanas, comparte igualmente otro de los consejos clave del Ejecutivo regional estos días. «Las noticias falsas o 'fake news' se propagan con demasiada facilidad y ocultan lo que realmente importa: prevenir el contagio», repiten.
Ayer, en medio del aluvión de reacciones, el sindicato ANPE consideraba que «también se deben aplicar a los trabajadores de la enseñanza las recomendaciones del propio Gobierno regional para flexibilizar horarios, favorecer reuniones con videoconferencia, fomentar el cuidado domiciliario de mayores y proteger a grupos de riesgo, entre los que también se encuentran profesores con afecciones crónicas». «Todo ello es fácilmente articulable gracias a los medios telemáticos con que cuentan nuestros centros», decían.
Y es que, más allá de lo que pueda hacerse en los próximos quince días en lo que respecta a Educación Infantil, Primaria y Secundaria, la Universidad en La Rioja también tiene ante sí un campo de experimentación en torno a la educación a distancia y 'on line'. Las universidades de la región, cada cual con sus particularidades, trataban ayer de adaptarse a la nueva situación. Así, la Universidad de La Rioja (UR), por decirlo de alguna manera, pasa a ser a distancia como la UNED y 'on line' como la UNIR.
La UR, siguiendo las instrucciones del Gobierno de La Rioja y debido a la situación generada por el coronavirus, suspenderá la actividad docente presencial, además de otras actividades asimilables a las clases presenciales –uso de las salas de lectura de la biblioteca, actividades en el polideportivo universitario, congresos, jornadas y similares–, pero mantiene las instalaciones abiertas con normalidad –incluso el préstamo bibliotecario–. De la misma manera, se mantiene la actividad telemática. Tanto el profesorado como el resto del personal, que seguirán yendo, está a la espera de instrucciones.
Como curiosidad destacar que la fiesta de Peritos, programada por la comunidad universitaria para este jueves 12, ha sido pospuesta dada la situación. «Confirmaremos la nueva fecha en cuanto podamos celebrar la fiesta de forma segura», informaba ayer la comisión organizadora.
Desde la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en La Rioja también se aguardaba ayer a las instrucciones respecto al personal para saber qué hacer en tal escenario. El centro asociado de Logroño, según su directora, Isabel Martínez, suspenderá sus tutorías presenciales y mantendrá su actividad 'on line' e incluso la fomentará. La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), por su parte, dado que su actividad se desarrolla por Internet, únicamente estaba pendiente de cómo afectará la 'cuarentena' a sus empleados.
Poco que decir. Mucho que hacer. Las guarderías de La Rioja –pues también el alumnado de 0 a 3 años se verá obligado a quedarse en casa (representando el caso más problemático para las familias , que ayer recibían la noticia como un verdadero jarro de agua fría)– trabajaban a contrarreloj en «una mañana de locos» para dejarlo todo atado y bien atado de cara a las dos próximas semanas. «Y habrá que ver si no se prolonga más la situación...». Así se expresaba Sandra Íñiguez, presidenta de la Asociación de Centros de Educación Infantil de La Rioja, integrada en la FER, quien optaba por mostrarse cauta y no extenderse en declaraciones. «No estamos para opinar», resumía mientras, como en el resto de centros de primer ciclo de Educación Infantil, se afanaba por avisar oficialmente a los padres y madres de su obligado cierre. Íñiguez, preguntada por este periódico sobre posibles consecuencias de estos quince días de parón, adelantaba que no habrá lugar a devoluciones de mensualidad pues, generalmente, suelen cobrarse por adelantado y tanto el bono como la 'chiquibeca', es decir, las ayudas en pro de la gratuidad, se perciben íntegras y «al tratarse de causas ajenas» a los centros «no ha lugar».
Tras la suspensión de la actividad docente presencial en «todos los centros educativos» de La Rioja por parte de Salud, Educación remitía un comunicado general a los representantes de la comunidad educativa para saber a qué atenerse a partir de ahora. Así, que los alumnos salgan de las aulas no quiere decir que no vaya a haber profesores en colegios e institutos. «Todo el personal docente y no docente deberá acudir al centro educativo para cumplir con su jornada laboral habitual», establecía la orden del Ejecutivo, que añadía que «los equipos directivos (encargados de trasladar toda la información que vayan recibiendo al resto del claustro), el profesorado y el personal de administración y servicios –deberán– permanecer a la espera de las instrucciones que se comunicarán a lo largo del día de hoy –por ayer–».
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