Los cien días en el Palacete no le han pasado factura. El carácter, el genio, la chispa y el humor de Concha Andreu permanecen intactos, lo mismo que las ilusiones de que el proyecto político que ha puesto en marcha junto a un equipo del ... que presume consiga un futuro mejor para La Rioja. Sin papeles, contesta sin titubeos durante casi hora y media a todas las cuestiones planteadas por Diario LA RIOJA. Todo está en su cabeza y huye de cifras y porcentajes para centrarse en lo que le sale de dentro. El brillo de su mirada constata que no miente, que se cree lo que promete pese a una herencia sobre la que se compromete a no hablar, pero que está presente en cada respuesta: «Es que es tan reciente...».
- Más de cien días ya, ¿le ha dado tiempo a levantar todas las alfombras y a abrir todos los cajones?
- No, no me ha dado tiempo a abrir todo, pero sí mucho. En los cajones no había nada, estaba todo limpio. Ha sido al elaborar los Presupuestos cuando hemos visto vicios anteriores que a nosotros no nos gustaría tener: convenios que hipotecan, formas de hacer que no nos gustan... Eso nos hemos encontrado.
- ¿Ha sido peor de lo que se temía?
- Sí, sí, sí. Cuando estás en la oposición cuentas con una deuda, aunque sabes que puede haber desajustes, pero antes de llegar nosotros, en esos meses de interinidad, se pasaron bastante comprometiendo un dinero concreto. Al margen de eso, nos hemos encontrado con una falta de previsión aposta en, por ejemplo, el gasto de farmacia del último trimestre, que es un dineral, más de 6 millones al mes. ¿Es mucho o poco? No lo sabemos, porque lo que no hay es una sistemática de control y sí falta de previsión. Eso es lo que no me esperaba, que hubiera tanto descontrol, no sé si motivado a última hora porque no se esperaban no volver a gobernar o por qué. También había un agujero aposta, no por desconocimiento, en Renta de Ciudadanía. Eso es gestionar mal y eso han hecho.
«Tenía claro que no iba a claudicar a cualquier precio ni con trampas o acuerdos bajo manga»
acuerdo de gobernabilidad
- Hay algo que a mucha gente le chirría... Si tan mal estaban las cosas ¿por qué ha reeditado su confianza en Francisco Rojas, director de control presupuestario con los gobiernos del Partido Popular?
- Me alegro de que me haga esta pregunta porque ha surgido también dentro del partido, donde ha causado sensación y en algunos sectores, molestia; pero también fuera de él. Esta persona es un funcionario que lleva trabajando desde que el Partido Socialista gobernó en La Rioja y ha sido el responsable de los Presupuestos de los últimos 24 años. Con tres meses de margen para elaborar los Presupuestos, yo personalmente quise ver cómo lo hacía la persona que había intervenido en cuadrar lo incuadrable, no en llevar a cabo políticas, y así se lo hice saber.
- ¿Quiere decir que el nombramiento de Rojas es circunstancial y está sujeto a revisión?
- Todos los puestos que he decidido para mi Gobierno están sujetos a revisión, todos, subdirectores generales, directores generales e incluso los consejeros y consejeras.
- Menos el de Raquel Romero...
- Menos el de Raquel Romero y el de Mario Herrera, efectivamente, jajaja... No, todos lo están. Pero insisto, en el caso de Francisco Rojas era una figura tan clave que yo quise que trabajase con nosotros y ver si era capaz de salvar la situación.
«Todos los puestos que he decidido para mi Gobierno están sometidos a revisión, absolutamente todos»
- ¿Ha pasado la prueba? ¿Se queda?
- Ya lo veremos, como cualquier otro miembro del Gobierno. Según el trabajo que hagan pueden seguir o no, si hay gente que no colabora, lógicamente no puede estar en este equipo, esto no es para siempre.
- Hay otro nombramiento que causó cierta sorpresa, el de Eliseo Sastre-Estévez, director de la Oficina de la presidenta, quien se confesaba hasta hace poco en sus perfiles públicos heterosexual, blanco y de derechas. No parece un perfil acorde al Gobierno del cambio, ¿no?
- ¡Qué majo...! Se equivocó. No, en serio, yo lo elegí por su valía, porque tenía mucho conocimiento de las personas, de los métodos de trabajo y de cómo estaban las cosas. Yo necesitaba información de dentro porque es increíble la nula información que ha salido en todo el tiempo que yo estuve como portavoz de la oposición. Puedo decir que ha sido un fiel colaborador que ha demostrado una total entrega a este proyecto.
- Habla de limitaciones heredadas, ¿se ha visto obligada a alguna renuncia?
- Sí, muchas. Por ejemplo, hay una cuestión que me intriga que no se haya hecho antes y que yo quería acometer, que es invertir todo lo posible en el sistema informático de Tributos, un programa que tiene una antigüedad de 30 años, porque provoca que dejemos de recaudar muchísimo desde hace años. Es un desastre. Como la ADER, porque funcionaba como una especie de banco para el resto del Gobierno. Quería invertir en los programas informáticos de Salud y, desde luego, en Educación, donde está casi todo por hacer, sobre todo en innovación educativa, que tiene que ver principalmente con centros que ahora tienen una segregación exagerada. Quería invertir ahí mucho, que fuese una cuestión prioritaria, pero no ha podido ser; no pasa nada, lo haremos.
- ¿De qué está más orgullosa en estos tres primeros meses?
- Estoy orgullosa especialmente del equipo que tenemos y, por concretar, yo destacaría la Consejería de Salud, que ha decidido ir de frente al problema que había con el aparcamiento del Cibir, no por el parking en sí, sino por lo que suponía para los riojanos y riojanas: que de sus impuestos se pagaran 25 millones de euros por una mala gestión, una mala contratación entre el Gobierno de La Rioja y una empresa. Eso no podía ser. También el acuerdo con Viamed, que se ha renovado por un año y en el contrato se recoge la posibilidad que todo lo que se pueda ir recuperando para la sanidad pública se reinternalice con el fin de ahorrar y empezar a controlar el gasto después de tanto descontrol y mala gestión. Otra decisión que quiero destacar es el impulso a la Fundación Riojana para la Innovación, que fue maltratada, pisoteada, y no sirvió para nada.
El precio justo
- Hasta llegar aquí pasó un calvario. Su ahora consejera Raquel Romero, hablando en plata, se las hizo pasar canutas. ¿Llegó a temer un portazo a su Gobierno del cambio?
- Lo temí por mí, yo iba a dar el portazo porque tenía muy claro que este Gobierno futuro no iba a claudicar a cualquier precio ni con trampas o acuerdos bajo manga; siempre tuve en la cabeza la posibilidad de ir a otras elecciones. Son tiempos nuevos, hay que hablar y se llegó a un acuerdo proporcional, no a los votos, claro, sino al resultado posterior.
- A cualquier precio no, pero sí ha pagado el peaje con esa Consejería de Participación, Cooperación y derechos Humanos de Raquel Romero, que ha colocado a todos sus asesores castellano-manchegos.
- Claro que se ha pagado el peaje. Yo entiendo que haya gente que diga que es un precio muy alto, es lógico. Lo que ocurre es que hay que sopesarlo cuando eres la presidenta y tienes por delante un objetivo que cumplir y una ilusión tremenda por llevar a esta comunidad a donde se merece. Yo a los consejeros y consejeras les he dejado bastante manga ancha para que elijan a sus equipos, lo mismo a Raquel Romero, que es una consejería del Gobierno, y sus colaboradores son de Castilla-La Mancha, es llamativo, pero es una realidad; yo espero y deseo, y ella también, que por el trabajo que realicen y los resultados que obtengan demuestren que efectivamente ha merecido la pena.
«El sistema informático de Tributos es un desastre, lo mismo que la ADER, que era u n banco para el Gobierno»
- Hablamos de más de medio millón de euros en sueldos solo en esa cartera y 8,5 millones de presupuesto... ¿Es un precio justo? Porque no me ha negado el pago del peaje.
- Sí, sí, claro, es una realidad. Yo, sinceramente, hubiera preferido tener las cuentas más saneadas y saber que todo el dinero que vamos a invertir en este Gobierno, si no lo hacemos productivo será gastar, no invertir. ¿Que es mucho, que es poco...? Veremos, ahora no podemos decirlo. Tenemos que ser realistas en la situación política plural obligada y realistas en la situación económica.
- Su antecesor, José Ignacio Ceniceros, ha calificado su Gobierno de mentiroso, cobarde y caro.
- No me acordaba y el otro día lo hablamos en casa y les dije: 'Ha salido José Ignacio, ese señor serio, que se mueve poco en el asiento en los plenos, que no se moja nada nunca, que no interviene... Que de repente salga con esos tres adjetivos tan fuertes para lo que es él'. Es una crítica sin fundamento y me pareció ridículo, no el personaje, sino que ponga en su boca o que le obligaran a poner esos tres adjetivos que no le pegan. Me dio lástima.
- Pero sí es cierto que su equipo tiene más altos cargos que el de él.
- Es cierto que mi Gobierno tiene más altos cargos que el suyo, pero tiene menos altos cargos que otros gobiernos del PP. Vamos a ver, insisto, en cómo funciona este Gobierno y en cómo llegamos a conseguir los objetivos que tenemos por delante de crecimiento económico, cultural, tecnológico, de digitalización, turístico, etc... Vamos a ver qué conseguimos y entonces veremos si es caro o no.
- Pese a todo lo anterior, tiene garantizada la aprobación de los Presupuestos de La Rioja para el 2020. ¿Son los suyos? ¿Son las cuentas que hubiese diseñado Concha Andreu con un Gobierno en mayoría?
- No. No son los nuestros al cien por cien, pero lo que sí hemos hecho es acercarnos al máximo posible a nuestras dos prioridades, que eran reforzar los servicios públicos, con lo que ello conlleva en sanidad, servicios sociales y educación; e intentar, dentro de lo sostenible, reforzar el otro pilar, que es el del desarrollo económico, aunque no he podido invertir todo lo que quería en tantas cosas que hay que hacer en internacionalización, turismo, digitalización, universidad... Vamos a cumplir con lo hipotecado, con lo que tenemos que pagar que nos hemos encontrado, y cuando tengamos todo el ejercicio entero es cuando decidiremos y entonces será un Presupuesto nuestro, con sus aciertos y errores.
- La cuantía de los Presupuestos asciende a 1.569,83 millones de euros, el 5,5% más. ¿Deben temer los riojanos un sopapo fiscal como alertan algunos?
- ¿Cuántas veces ha dicho el consejero de Hacienda, Celso González, que no vamos a subir impuestos a la clase media y trabajadora? ¿Mil? Bueno. La subida de impuestos es de un 1,5% sobre la base imponible de entre 60.000 y 120.000 euros, por encima de 120.000 sube otro 1,5% más y a los que están por debajo de esos 60.000 no les afecta. Somos realistas y sabemos que la empresa familiar en La Rioja es clave y queremos apoyar con cariño a esos empresarios, a todos, para que se queden, amplíen y crezcan. Aunque el barullo, el humo y los dimes y diretes confunden, hemos sido muy prudentes en materia impositiva y lo que intentamos por encima de todo es contener el gasto, que no se hacía, y atraer proyectos y fondos europeos concretos.
- Las cuentas no les salen tampoco a los profesionales de Atención Primaria, que, además de no estar muy contentos por la tardanza, dicen que los 58,1 millones no serán suficientes.
- Sí y les doy la razón porque estamos tardando y porque claro que no es suficiente. A mí me hubiera gustado al día siguiente de empezar a gobernar sacar las oposiciones a Atención Primaria, convocarlas de inmediato y que ya tuvieran un refuerzo de 50 o de 100. Pero no puede ser, en primer lugar porque sabemos que no está bien zonificada La Rioja en relación al número de pacientes, centros de salud y profesionales; no se ha tenido en cuenta si los barrios tienen más población envejecida o son jóvenes con necesidades pediátricas... Todo eso se tiene que tener en cuenta e ir estudiándolo. Pero como no podemos esperar, ya se ha anunciado la convocatoria de la función pública, donde se va a hacer principal hincapié en sanidad y, sobre todo, en Atención Primaria. ¿Que no será todo lo que demandan? No, pero sí una parte importantísima. Poco a poco, porque la gente está ansiosa y con muchas esperanzas, pero venimos de 24 años de una forma de hacer y tenemos aún mucho que mirar.
- Desde la oposición se le critica que habla mucho de sanidad y educación y poco de paro, revitalización industrial, crecimiento económico... ¿Qué radiografía tiene y qué planes inmediatos contempla?
- Yo lo que no quiero es estar todo el rato con el que 'es que dejaron...'. Claro que me preocupa, pero traer y crear riqueza cuesta, por eso mi obsesión es que todo aquel riojano joven que quiera volver a La Rioja a trabajar pueda hacerlo. No quiero olvidarme del futuro en positivo que puede darnos el turismo, porque está todo por hacer e incluso habrá que deshacer alguna cosa enrevesada y la apuesta es tremenda como uno de los motores económicos.
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