Los cinco heridos en los accidentes del domingo están en la UCI del San Pedro

Las carreteras riojanas sufrieron el domingo una de las jornadas más trágicas que se recuerdan en los últimos tiempos. En torno al mediodía, por causas desconocidas, un vehículo se salió de la vía en el kilómetro 115 de la AP-68, entre Cenicero y Fuenmayor y justo a la entrada de un área de descanso de la autopista, provocando la muerte de una de las ocupantes, una mujer de 69 años, vecina de Barcelona. El conductor, que tuvo que ser excarcelado por los bomberos de Logroño, fue trasladado al Hospital San Pedro, donde todavía permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

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Poco después, un choque frontal en la N-232 se cobró la muerte de un pequeño. Pese a que en primer lugar desde la Delegación del Gobierno se informó de que la víctima era una bebé de un año, fue en realidad un niño de tres. En el coche viajaba también su hermana, de dos años, que se encuentra ingresada en el Hospital Universitario de Burgos –a donde fue evacuada por la Unidad de Soporte Vital de Haro–, así como dos adultos, que permanecen por su parte en la UCI del San Pedro. La familia es natural de Burgos.

Además, dos personas que viajaban en el otro vehículo también fueron trasladadas al hospital de la capital riojana, donde igualmente siguen ingresados en Medicina Intensiva. El siniestro se produjo a pocos metros de la frontera con Burgos, en término municipal de Foncea, en un cambio de rasante en el que la invasión del carril contrario de uno de los vehículos implicados provocó el fatídico choque.