El Bhelma III desfila, por tierra y aire, en el centro de Logroño

¿Quién no ha levantado la mirada al cielo cuando ha empezado a notar el característico sonido de un helicóptero volando? Es un acto casi reflejo que este domingo han repetido numerosos ciudadanos en el centro de Logroño. No en vano, la capital riojana ha acogido el acto central del 50 aniversario del Batallón de Helicópteros de Maniobra III (Bhelma III): un desfile terrestre y aéreo con el que se han cerrado casi dos semanas de intensas actividades.

Si el fin de semana pasado fue Agoncillo el epicentro de los actos, en este le ha correspondido ese honor a Logroño. Primero fue el entorno del Revellín el que acogió una exposición de los medios terrestres y aéreos del batallón y este domingo le ha llegado el turno al centro de la ciudad. Allí, mucho antes de que el desfile arrancara, ya se podían ver a numerosos militares preparándolo todo para que a las 11.45 nada quedara para la improvisación.

Antes de esa hora, la actividad ya ha echado a andar en Vara de Rey. El sonido de la unidad de música se ha empezado a escuchar en el entorno y, detrás, las fuerzas participantes han hecho su entrada a la céntrica vía de la capital riojana ante la atenta mirada de los allí presentes, entre ellos numerosos niños.

Los militares se han situado en sus puestos para recibir la bandera y escuchar el himno de España. La gente se acumulaba en ambas aceras en Vara de Rey, entre el Palacete del Gobierno de La Rioja y El Espolón, para presenciar todos los prolegómenos de un desfile que arrancaría minutos después. Presidiendo el acto se encontraba el general jefe de la División San Marcial, Mariano Arrazola Martínez y, cerca de él, se hallaban numerosas personalidades, entre las que no faltaron Conrado Escobar, Cuca Gamarra, Concha Andreu o Beatriz Arraiz, entre otros muchos. Más tarde, se ha recibido en el lugar tanto al presidente de La Rioja, Gonzalo Capellán, como a la presidenta del Parlamento, Marta Fernández Cornago.

Con todos ya presentes, se ha llevado a cabo, en primer término, la renovación del Juramento a la Bandera. Una acción que corresponde a los militares que han pasado a la reserva y a la que ha puesto cara el teniente Luis Enrique Guillén. Cuarenta y un años de dedicación a las Fuerzas Armadas le contemplan, de los que los últimos 29 ha estado destinado en el Bhelma III.

Mientras llegaba ese deseado momento de ver a los helicópteros del batallón surcando, a baja altura, el cielo de la ciudad, los actos continuaban en tierra. El siguiente punto del orden del día era el de las condecoraciones. El momento de entregar la Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco a los sargentos primeros Iker Mendiola, Luis Enrique Elola y Juan Manuel Vizcaíno; al sargento José Francisco Cantero y a los soldados Francisco Javier González y Alejandro Pérez. Según se ha explicado, el reconocimiento les llega por «diferentes órdenes publicadas en el Boletín Oficial de Defensa».

Después, ha tomado la palabra el teniente coronel jefe del Bhelma III, que ha sido el encargado de dar el discurso de bienvenida. Pablo Rivera ha recordado que fue el 26 de noviembre de 1974 cuando «unos intrépidos pioneros» aterrizaban «en estas tierras de viñas, de húmedo río Ebro, de valles eternos y montañas escarpadas». Llegaban procedentes de Colmenar Viejo, Madrid, y, según ha relatado, la lluvia intermitente de aquel día contrastaba con la calidez del pueblo que acogió a aquellos precursores del Bhelma III. «Les hicieron sentirse como unos riojanos más desde el primer día», ha sentenciado Rivera.

Desde entonces, ha asegurado Rivera, el Bhelma III lleva 50 años «paseando con orgullo» el nombre de La Rioja, de Agoncillo y de Logroño. «Este es el batallón de Agoncillo, estos son los helicópteros logroñeses; cada vez que bailamos entre las nubes lo hacemos al son de la jota riojana», ha detallado en un emotivo discurso en el que también ha anunciado que próximamente se van a colocar «como ornamento» dos helicópteros en Agoncillo y Logroño. «Un Bolkow en el caso de Agoncillo y un H en el de Logroño, quizás no muy lejos de ese estadio donde cada 5 de enero los helicópteros del Bhelma acercan la magia a los niños», ha apuntado.

Rivera también se ha acordado de aquellos que han perdido la vida durante este periodo y ha enumerado las diferentes situaciones en las que el Bhelma III desarrolla su labor. «En nuestro país hemos participado en innumerables acciones que requerían apoyo militar», ha comenzado. «Colaboramos en inundaciones y riadas importantes, como la reciente de Valencia en la que hemos estado hasta esta misma semana; también con estamentos civiles y organizaciones; acudimos a grandes catástrofes como la del chapapote o la pandemia; vigilamos vías de comunicación o contribuimos a la seguridad en grandes eventos deportivos y sociales», ha expuesto el teniente coronel jefe.

De igual modo, ha indicado que la imagen de Nuestra Señora de Valvanera que se encuentra en el San Lorenzo fue llevada hasta allí en 1981 por helicópteros del Bhelma, al igual que ocurrió en 1993 con la cruz que corona el monte Malpica de Nájera. «Tampoco es muy conocido que nuestros helicópteros fueron parte fundamental de aquella misión en 2002 en la que se recuperó la soberanía española del islote Perejil», ha apostillado Rivero antes de congratularse de no haber tenido que intervenir de manera directa en ningún conflicto bélico declarado. «Aunque sí hemos estado en escenarios tensionados, defendiendo los interereses de España y donde nuestra presencia ha ayudado a crear un entorno más seguro», ha afirmado. Entre esos lugares ha citado Bosnia Herzegovina, Afganistán, Malí o Kosovo, entre otros.

Por último, ha explicado que, aunque el batallón no está presente en la vida diaria de los riojanos, su formación es continua. «Si la cosa se complica, allí estaremos para dar la vida en defensa de la vuestra», ha sentenciado Rivera para dar paso después al homenaje a los que dieron la vida por España y al himno de la Aviación del Ejército de Tierra.

Tras esas palabras, ha llegado el momento más esperado por el público. Ese en el que han podido ver a los helicópteros del batallón surcando el cielo logroñés. Han realizado varias pasadas: primero con tres helicópteros y después con seis. Todo el mundo ha elevado la mirada para ver por dónde pasaban y el Bhelma III ha vuelto a demostrar, una vez más, que se encuentra en un buen estado de forma 50 años después de su puesta en marcha. Logroño ha sido testigo de ello.

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