El Supremo de EE UU ponderará la inmunidad de Trump

Al agendar la vista para el 22 de abril congela el proceso federal para juzgarle por su papel en la insurrección del 6 de enero

Mercedes Gallego

Corresponsal. Nueva York

Miércoles, 28 de febrero 2024

El Supremo de EE UU lo tenía fácil para no ponerse en el centro de la polémica. Bastaba con no coger el caso presentado por la defensa de Donald Trump sobre el poder omnipotente del presidente bajo la cláusula de la inmunidad que, según él, ... ha de extenderse mucho después de abandonar el cargo, de forma vitalicia, por cualquier hecho cometido durante su mandato. Aún así, los jueces han preferido ser los que tengan la última palabra.

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Al agendar la audiencia para el 22 de abril, de facto dejan congelado el caso presentado por el fiscal especial Jack Smith, que probablemente no podrá proceder hasta entrar en la temporada alta de la campaña electoral, lo que sería considerado de por sí un conflicto de intereses.

El mandatario insiste desde el principio en que si no fuera liderando las encuestas no estaría acusado de ninguna de los delitos que enfrenta. Hasta ahora ha tenido que dividir su tiempo entre la campaña y los tribunales, pero si los juicios the Washington, Florida o Georgia se ponen en marcha, su tiempo será aún más limitado. En Florida tiene una juez afín que ya ha sido corregida por el tribunal Supremo del Estado. En Georgia, la fiscal podría ser recusada pronto del cargo, lo que obligaría a empezar desde el principio cuando se le asigne un nuevo fiscal. Y ahora el de Washington se queda en el limbo pendiente de lo que decida el Supremo.

Los jueces podían haber optado por rechazar el caso y dejar que prevaleciera la sentencia de 57 páginas escrita por un panel de tres juezas del Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia, que el 6 de febrero dictaminó que «para el propósito de este caso criminal, el expresidente Trump se ha convertido en ciudadano Trump, con las mismas defensas que puede tener cualquier otro acusado». Para el tribunal, la inmunidad ejecutiva de que gozan los presidentes mientras sirven en el cargo no le protege después de dejarlo. Trump argumenta que eso impedirá a los presidentes ejercer libremente decisiones conflictivas, como la que tomó Barack Obama al ordenar el asesinato de matar a un ciudadano estadounidense en el extranjero con un drone. Para los estudiosos, el Supremo no podría resistir la tentación de pronunciarse sobre un tema constitucional que nunca ha sido explorado.

Autoindulto

Para los escépticos, el tribunal que no tuvo problemas en hacer saltar por los aires todo el marco legal que sustentaba el derecho al aborto, tampoco lo tendrá para tomar una decisión que, como mínimo retrasará lo suficiente el proceso para que sean los votantes en noviembre los que decidan si Trump vuelve a la Casa Blanca y, en ese caso, si puede explorar otro tema inédito: la capacidad de un presidente para indultarse a sí mismo.

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