Trump propone «limpiar» Gaza con el envío de 1,5 millones de palestinos a Egipto y Jordania

El nuevo inquilino de la Casa Blanca apunta a Jordania y Egipto para que se hagan cargo de «probablemente un millón y medio de personas, y simplemente limpiamos todo eso», en alusión a la destrucción absoluta en amplias partes de la Franja que hacen que sea inhabitable. «No sé. Algo tiene que pasar, pero ahora mismo es literalmente un lugar de demolición», apuntó el mandatario estadounidense el sábado por la noche en una charla con periodistas a bordo del avión presidencial, el Air Force One. Consultado sobre la duración estimada de la salida de la población de Gaza, Trump matizó que «puede ser una medida temporal o permanente».

«Casi todo está demolido y la gente está muriendo allí. Así que prefiero involucrarme con algunas de las naciones árabes y construir viviendas en un lugar diferente donde tal vez puedan vivir en paz para variar», concluyó el empresario, cuyas palabras tuvieron un impacto directo en Oriente Medio. Gaza es un lugar donde la mayoría de sus 2,3 millones de habitantes son refugiados de las guerras de 1948 y 1967 y no quieren volver a pasar por esa experiencia.

Mientras Trump planteaba abiertamente sacar a la mayor parte de palestinos de allí y convertirlos de nuevo en refugiados, miles de gazatíes se plantaron frente al corredor de Netzarim a la espera de que Israel retire sus soldados para poder retornar al norte de la Franja. El acuerdo de alto el fuego pasa por su primera crisis y Tel Aviv se niega a permitir el regreso de civiles a la zona hasta que Yihad Islámica libere a Arbel Yehud, civil de 29 años secuestrada en el kibutz de Nir Oz el 7 de octubre de 2023. Según el pacto alcanzado en Doha, Yehud debía haber salido el sábado, antes que las cuatro militares.

El ministro jordano de Asuntos Exteriores, Ayman Safadi, que se reunió con la coordinadora superior de Asuntos Humanitarios y de Reconstrucción de las Naciones Unidas para Gaza, Sigrid Kaag, dejó claro que «nuestra posición es que la solución de los dos Estados es el camino para lograr la paz». Esta es la salida por la que apuesta la comunidad internacional, con Washington a la cabeza, pero que está muy alejada de una realidad en la que el único Estado sobre el terreno es Israel. Safadi insistió en que el «rechazo al desplazamiento de población por parte de Jordania es fijo e inmutable». El país ya acoge a 2,3 millones de refugiados palestinos.

Altos cargos egipcios confirmaron al diario 'Al Ahram' el «rechazo firme» a este tipo de propuestas de «desplazamiento voluntario» de toda o parte de la Franja de Gaza a la península del Sinaí. Cuando algunos dirigentes israelíes hablaron de esta posibilidad al comienzo de la guerra, el presidente Al Sisi lo describió como una «línea roja» y lo descartó de manera frontal.

Desde el lado palestino, el doctor Basem Nain, alto cargo de Hamás, adelantó que los gazatíes «no aceptarán ninguna propuesta o solución, incluso si parecen bien intencionadas bajo el pretexto de la reconstrucción, como el planteamiento de Trump». Yihad Islámica, facción que ha combatido en los últimos quince meses mano a mano con la milicia, emitió un comunicado para decir que la declaración del mandatario estadounidense está «en línea con lo peor de la agenda de la extrema derecha sionista y supone una continuación de la política de negar la existencia del pueblo palestino, su voluntad y sus derechos».

El enfado entre los árabes contrasta con la alegría entre el sector ultranacionalista hebreo, que aplaudió las palabras de Trump. Es el mismo grupo que rechazó el acuerdo de alto el fuego con Hamás para el intercambio de rehenes por presos. Para Bezalel Smotrich, ministro de Economía, «la propuesta de ayudarlos a encontrar otros lugares para comenzar una vida mejor es una gran idea. Después de años de glorificar el terrorismo, podrán establecer nuevas y buenas vidas en otros lugares (…) Sólo un pensamiento innovador con nuevas opciones traerá una solución de paz y seguridad».

El exministro de Seguridad Nacional Itamar Ben Gvir, que presentó su dimisión tras la firma del pacto con los islamistas, recurrió a su perfil de X para enviar «felicitaciones al presidente estadounidense por la iniciativa de trasladar residentes de Gaza a Jordania y Egipto». El ultranacionalismo israelí sueña con echar a la población de la Franja y volver a levantar colonias en el enclave, y con la llegada de Trump a la Casa Blanca piensa que sus aspiraciones pueden convertirse en realidad. De momento, ya cuenta con los comentarios realizados por el magnate. Ahora confía en que se traduzcan en una hoja de ruta para expulsar de Gaza al mayor número posible de palestinos.