Una de las evacuadas muestra su pasaporte español. EFE

Un primer contingente de una cuarentena de hispanopalestinos logra abandonar Gaza

Otro centenar de personas con doble nacionalidad esperan ser evacuadas en los próximos días, aunque no se conoce la fecha concreta

Pablo M. Díez

Enviado especial. El Cairo

Lunes, 13 de noviembre 2023, 00:54

No es fácil salir del infierno. Los hispanopalestinos que este lunes fueron evacuados de Gaza no sólo tuvieron que esquivar la guerra camino del paso fronterizo de Rafah con Egipto, sino también pasar una odisea de más de medio día para llegar a su destino ... final: El Cairo. Después de presentarse en Rafah a las siete de la mañana -una hora menos en la España peninsular-, más de catorce horas después todavía no había noticias de su llegada.

Publicidad

Tal y como constaba en la lista de la Autoridad General de Cruces y Fronteras palestina, eran 41 personas, la mayoría repartidas entre unas seis familias de cinco miembros o más a tenor de sus apellidos comunes. Entre los afortunados figuraba Salah Awad El-Sousi, un doctor en Farmacia de 73 años que llegó a España en 1969 y hace de coordinador de la comunidad hispanopalestina. Precisamente, fue él quien avanzó el domingo la salida de los palestinos con pasaporte español «en grupos de entre 30 y 40 personas». Todavía esperan más de otras cien personas con doble nacionalidad, aunque no se conoce la fecha concreta.

Pero el doctor El-Sousi no era el más mayor del grupo, ya que había seis personas de más de 70 años y una de 80. Junto a los ancianos, los que más abundaban eran los menores de 18 años, que constituían más de la mitad de la expedición: 22. Entre ellos destacaba un bebé de sólo cuatro meses y seis niños con menos de 6 años, así como doce de entre 9 y 13. Luego aparecían cuatro adolescentes con edades comprendidas entre los 14 y 17 años y el resto ya eran mayores de 18. Así, figuraban dos personas de entre 20 y 30 años, tres de entre 30 y 40, cuatro de 40 a 50 y dos de 50 a 60.

Casi dos semanas después de que se abriera el paso de Rafah para la evacuación de extranjeros, palestinos con doble nacionalidad y heridos graves, podían por fin marcharse de Gaza junto a otras 500 personas. De ellas, la mayoría tenía pasaporte marroquí (111), estadounidense (100), ruso (100), sueco (79), jordano (68), neerlandés (13), peruano (8) y británico (3).

Una odisea

Entre los controles en Rafah y el viaje por el Sinaí, tardaron medio día para alcanzar El Cairo

Mayoría de niños y ancianos

El grupo estaba formado por varias familias con miembros de entre cuatro meses y ochenta años

Para cruzar a Egipto todos ellos se habían desplazado hasta el sur de Gaza, sorteando los bombardeos de Israel y los combates con Hamás entre las ruinas de Gaza. Especialmente alrededor de hospitales como Al-Shifa, donde el ejército hebreo asegura que se esconden terroristas islamistas en los túneles bajo su subsuelo. Desde la apertura de la frontera de Rafah, todos aquellos con pasaportes extranjeros se han dirigido al sur de Gaza esperando ver su nombre en la lista que las autoridades palestinas publican cada madrugada tras ser aprobadas por Tel Aviv y El Cairo. A un ritmo de 500 personas al día, se calculaba que los 7.000 extranjeros atrapados en la Franja tardarían dos semanas en salir. Pero todo el proceso se ha retrasado por los cierres de Rafah durante algunos días, como el sábado pasado y el fin de semana anterior.

Publicidad

Los españoles, momentos antes de subir al autobús. EFE

Malestar por el retraso

Hasta ahora, y contando este último grupo, han sido evacuados casi 2.000 extranjeros y palestinos con doble nacionalidad. Durante los primeros días salieron dos españoles que eran trabajadores humanitarios: Raúl Incertis, anestesista de Médicos Sin Frontera (MSF), y Jesús Sánchez, empleado en la Oficina de Naciones Unidas del Coordinador Especial para el Proceso de Paz de Oriente Próximo (Unsco). Como después han podido abandonar Gaza numerosos ciudadanos de otros países, el retraso para sacar a los hispanopalestinos ha generado malestar entre algunos afectados, temerosos por su vida y con la paciencia ya agotada. Al peligro de moverse por la Franja bajo las bombas y entre las balas -para lo que el ejército israelí abre corredores humanitarios de varias horas en la carretera de Saladino -, hay que añadir la lentitud de las gestiones burocráticas para atravesar la frontera con Egipto.

Como todos los demás autorizados, el grupo hispanopalestino estaba citado a las siete de la mañana para cruzar por Rafah, un trámite que requiere siete horas o más por sus controles. A primera hora de la mañana, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, anunciaba que los primeros habían pasado ya por la aduana palestina y se hallaban en la egipcia. A las cuatro de la tarde todavía faltaban algunos por cruzar.

Publicidad

Largo trayecto en autobús

Una vez en territorio egipcio, les esperaba un autobús con funcionarios de la Embajada española para llevarlos hasta El Cairo. Se trata de un trayecto de unas siete horas atravesando el norte de la península del Sinaí, una zona cerrada a los extranjeros y la prensa por amenaza yihadista. Tal y como cuentan algunos ya evacuados, a lo largo de la carretera se suceden los controles de la Policía y el Ejército, que en ocasiones hacen bajarse de los autobuses a todos sus pasajeros para comprobar su identidad. Metralleta en ristre, estas inspecciones demoran aún más el viaje.

7.000 extranjeros

siguen atrapados en la franja de Gaza a la espera de salir por Rafah.

La seguridad es extrema hasta cruzar el túnel bajo el canal de Suez, donde aguarda un último control antes de salir en Ismailia a la autopista. En ambos sentidos, por aquí pasan camiones cargados de mercancías y viejos autobuses militares con las ventanas tapadas con pantallas adhesivas de las Pirámides. Con barreras, policías parapetados tras escudos de hierro y sus furgonetas 'pick-up' atravesadas bajo la puerta de acceso al paso subterráneo, los agentes efectúan más comprobaciones antes de dar luz verde hacia la capital.

Publicidad

«A un ritmo de quinientas personas al día, se calculaba que tardarán otras dos semanas en salir»

Hasta El Cairo, son unas dos horas de trayecto por una autopista de cinco carriles por la que, al más puro estilo egipcio, los coches circulan a toda velocidad como si estuvieran en una carrera de Fórmula 1. Por si no tuvieran ya suficientes emociones, a los evacuados no les queda más remedio que seguir rezando mientras contemplan adelantamientos temerarios, peatones y motos que cruzan la carretera y hasta coches que echan marcha atrás cuando se pasan su salida.

Una vez en El Cairo, los evacuados tendrán que esperar a que salgan más grupos de hispanopalestinos, como los 80 previstos este martes, para que el Ejército del Aire envíe el avión que los llevará a España. Solo entonces habrá terminado su odisea para escapar de la guerra de Gaza.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad