Las tropas de Israel toman posiciones mientras un bulldozer destruye un edifico en Gaza. AFP

«Ahora solo queda esperar a que los pacientes se vayan muriendo»

El hospital Al-Shifa de Gaza se convierte en una «zona de guerra abierta» mientras el de Al-Quds, con 1.500 ingresados, deja de funcionar al «agotarse todos los intentos de prolongar los servicios de salud»

Sábado, 11 de noviembre 2023

El hospital Al-Shifa, el más grande de la Franja y que hasta ahora ha acogido a miles de pacientes y refugiados, se ha convertido en una «zona de guerra abierta», según ha denunciado este domingo el Ministerio de Salud gazatí. La Organización Mundial de ... la Salud ha perdido la comunicación en este complejo, cuyos últimos informes, correspondientes a esta madrugada pasada, indicaban que había disparos en los pasillos, el área de cardiología se encontraba inutilizada por un bombardeo y el personal médico era incapaz de tratar a los enfermos y heridos más graves, que habían comenzado a fallecer.

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La situación es «catastrófica» e impredecible, ha explicado el portavoz del ministerio, Ashraf Al-Qudra, cuyo temor es que este hospital siga el camino de Al-Quds, el otro complejo sanitario de referencia en Gaza que ha dejado de estar operativo este domingo, según ha advertido la Media Luna Roja en un crítico comunicado donde ha lamentado la nula reacción internacional a sus «infructuosos» mensajes de auxilio.

«El hospital ha tenido que valerse por sí solo bajo los constantes bombardeos israelíes», señala el comunicado, que justifica el cierre del complejo por el «agotamiento del combustible disponible y el corte de energía eléctrica». «Hemos agotado todos los intentos de prolongar los servicios de salud», afirma, por su parte, la dirección médica, que en una escalofriante comunicación advierte que ahora solo queda esperar que vayan muriendo los pacientes más graves. El complejo asiste a 1.500 personas mientras 15.000 desplazados sin casa ni recursos buscan mantenerse a refugio en las instalaciones.

De confirmarse el cierre definitivo de este hospital, la red sanitaría gazatí dependería ahora de Al-Shifa y de un pequeño grupo de centros sanitarios, todos ellos sobresaturados y la mayoría sin unidades para diferentes especialidades, El agravamiento de las condiciones resulta tan dramático que los médicos trabajan ya solo con la ayuda de linternas y no hay reservas de agua limpia.

La dirección de Al-Shifa ha manifestado en sus últimas comunicaciones que la situación es «crítica». «Los pacientes, especialmente los que estaban en cuidados intensivos, han empezado a morir», ha relatado a la agencia AP Mohammed Abu Selmia, director del complejo. La agencia precisa que, durante la conversación, eran audible de fondo el sonido de los disparos y las explosiones de proyectiles.

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La OMS ha puesto de manifiesto su preocupación por la interrupción de sus líneas de comunicación con el complejo médico desde este domingo. A otras organizaciones humanitarias les sucede lo mismo y algunas lo atribuyen a que sus enlaces sobre el terreno han decididio marcharse hacia el sur, en una evacuación que se ha tornado masiva desde el viernes, cuando los enfrentamientos bélicos se intensificaron en las calles anexas al hospital.

El complejo carece de suministros y víveres, los carros de combate cercan las instalaciones y se repiten los combates prácticamente cuerpo a cuerpo en algunas dependencias entre los militares y los milicianos, según la versión del Ministerio de Salud. En uno de los patios y en varios pasillos hay cadáveres apilados que no pueden ser retirados debido a los intercambios de disparos y la acción de los francotiradores. Israel quiere desmantelar el cuartel general de Hamás que, según sus informes, se encuentra debajo del hospital, lo que lo convierte en un objetivo militar crucial en el intento de las Fuerzas de Defensa de desgobernar por completo a las unidades terroristas.

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Rescate de bebés

Precisamente, el ejército ha reducido este mediodía el alcance de la tragedia y asegurado que «no hay asedio al hospital El lado este está abierto para el paso seguro de los habitantes de Gaza que deseen abandonarlo», ha dicho el contralmirante Daniel Hagari, antes de añadir que todos los «no combatientes» pueden salir hacia el sur de la Franja. Según sus palabras, las tropas podrían iniciar mañana la evacuación a «un hospital más seguro» de los bebés ante la desactivación de las incubadoras por falta de suministro, Sin embargo, el Ministerio de Salud ha rechazado este extremo y declarado que dos pequeños ya han muerto y que el resto de los ingresados en la unidad neonatal, unos cincuenta, difícilmente resistirían su traslado, que necesariamente debería producirse fuera de la Franja ante la falta de instalaciones adecuadas en su red sanitaria.

El jefe de ayuda humanitaria de la ONU, Martin Griffiths, ha asegurado en las redes sociales que «no puede haber justificación para los actos de guerra en las instalaciones de atención médica» y ha exigido «parar los combates», aunque nada indica que esta orden vaya a producirse. Este sábado, el primer ministro Benjamín Netanyahu, el titular de Defensa, Yoav Gallant, y el ministro Benny Gantz ofrecieron una rueda de prensa conjunta en la que condenaron las críticas internacionales por la crueldad de la ofensiva y anunciaron su prolongación manteniéndose «firmes contra el mundo si es necesario».

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Medicos Sin Fronteras (MSF) confirmó que resulta imposible abandonar el hospital y aseguró que «nuestro personal presente en el centro ha sido testigo de que ha habido gente a la que han disparado cuando trataba de huir». La organización médica denunció que Al Shifa «ha sido alcanzado varias veces, incluida la maternidad y las consultas externas, con el resultado de múltiples muertos y heridos». En esa zona atacada las incubadoras quedaron fuera de servicio.

En menos de dos semanas de operación terrestre el combate ha llegado a las puertas de Al Shifa, en el corazón de Ciudad de Gaza. Se trata de un avance fugaz en el que Hamás no ha mostrado la resistencia que los expertos preveían en cuanto los combates entraran en la zona urbana. El ejército informó de «choques con terroristas de Hamás en las inmediaciones del hospital», pero negó ataques directos contra el complejo y se mostró dispuesto a coordinar la evacuación de quien lo solicite por el lado este del recinto.

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La 'Nakba' de Gaza

Mientras, el corredor de la carretera de Saladino se abrió un día más e Israel insiste en el llamamiento a abandonar el norte de Gaza lo antes posible. Según las cifras ofrecidas por el ejército, en esta última ventana fueron más de 50.000 las personas que escaparon hacia el sur. El Gobierno israelí estima que 1,7 millones de gazatíes (de una población estimada de 2,2 millones) ya no podrán volver a vivir en sus hogares, ya sea porque han sido desplazados o porque han sido destruidos o dañados.

Las imágenes de miles de palestinos dejando sus casas sin saber si podrán regresar algún día recuerdan a las escenas vividas en 1948. El ministro de Agricultura y exjefe del Shin Bet, Avi Dichter, declaró en el Canal12 que asistimos en directo «a la Nakba de Gaza en 2023». Nakba significa «desastre» en árabe y es la forma que tienen los palestinos de referirse al desplazamiento masivo que sufrieron tras la guerra de 1948.

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Ataques deliberados

Las palabras de los militares muestran una realidad diferente a la de los comunicados de organismos como MSF o la Media Luna Roja, que tienen a su personal desplegado en los hospitales y son testigos de primera mano de la situación extrema que allí se vive. La Media Luna Roja reveló que Israel ataca centros sanitarios «de manera deliberada» para forzar a los civiles a abandonar la ciudad. Además de los tiros contra Al Shifa, esta organización aseguró que los tanques «dispararon directamente contra el hospital de Al Quds, lo que provocó un estado de pánico extremo entre los desplazados».

Amenaza

El ministro de Defensa israelí advirtió que tienen capacidad y fuerza para «convertir Beirut en Gaza»

MSF calificó la situación en Al Shifa de «catastrófica» y señaló que Israel «firma la sentencia a muerte de los civiles atrapados» porque «no se puede hacer una evacuación. Necesitamos ambulancias para trasladarlos y no tenemos para todos estos pacientes». Los vehículos sanitarios ya no pueden desplazarse para recoger a los heridos y los bombardeos incesantes impiden evacuar a los pacientes y al personal.

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Uno de los testimonios más esclarecedores fue el del doctor Mohammed Obeid, cirujano de MSF en Al Shifa, quien relató en un mensaje de audio que en el cuarto piso del hospital «un francotirador atacó a cuatro pacientes. Uno de ellos tiene una herida de bala directamente en el cuello y es tetrapléjico, y otro en el abdomen. Algunas de las personas que salen del hospital quieren ir al sur. Les bombardearon, bombardearon a su familia».

La explosión de los combates en plena Ciudad de Gaza ha dejado al hospital anglicano de Al Ahli como el único centro operativo. Allí trabaja el doctor Ghassan Abu Sitta, quien envió un mensaje de voz a la cadena BBC para contar que «quedamos tres cirujanos y tenemos a 150 pacientes en colchones tirados en el suelo». Este complejo fue alcanzado por un proyectil en los primeros días de la guerra y desde entonces los médicos trabajan en un hospital de campaña levantado en la zona del aparcamiento.

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La presión de Hezbolá

Mientras los tanques de Israel cercaban los grandes hospitales del norte de Gaza, Hasán Nasrala pronunció su segundo discurso desde el inicio de la guerra. El líder de Hezbolá afirmó que mantendrán la «presión» en la frontera para obligar al enemigo a no concentrar todas sus capacidades en la Franja. Nasrala detalló que han dado un paso más en sus operaciones con el uso de drones suicidas y de cohetes Burkan, con cargas de hasta 500 kilogramos.

Un paciente recibe asistencia sanitaria en el hospital de Al Shifa en Gaza. AFP

La respuesta israelí llegó de boca del ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien advirtió al Partido de Dios que «está cerca de cometer un grave error» y le recordó que Israel tiene capacidad y fuerza para «convertir Beirut en Gaza». Acabado el Shabat, día sagrado para los judíos, Netanyahu y Gallant, acompañados del exministro de Defensa Benny Gantz, ofrecieron una rueda de prensa en la que el primer ministro volvió a cambiar de discurso para decir que después de la guerra se quedarán en Gaza todo el tiempo que sea necesario. Netanyahu rechazó la opción de transferir el poder a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) porque no ha condenado la masacre del 7 de octubre.

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Entre la intensa actividad en Gaza y la amenaza del frente norte, un día más siguieron las negociaciones para la liberación de los más de 200 cautivos en manos de Hamás y otras facciones palestinas. La cadena Al Arabiya insistió en que está próxima la puesta en libertad de cien rehenes a cambio de cien presos de seguridad. Hamás pide que se respeten varios días de alto el fuego para poder realizar el intercambio con seguridad y exige la entrada de combustible diario a la Franja.

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