El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una comparecencia junto al primer ministro belga, Alexander de Croo, en el paso de Rafah EFE

Israel acusa a Pedro Sánchez de «apoyar el terrorismo» y reprende a la embajadora

La indignación del Gobierno judío desata otra crisis diplomática tras una gira por Oriente Próximo que termina con pesimismo sobre la paz

Paula De las Heras

Enviada especial. El Cairo

Viernes, 24 de noviembre 2023, 22:39

El presidente Pedro Sánchez, que lo es también por turno de la UE, ha cerrado su gira de dos días por Oriente Próximo con un anuncio de relevancia en el plano internacional y desatado la indignación del Gobierno de Israel con sus declaraciones a su ... paso por Jerusalén, en las que combinó la denuncia de la «barbarie» de Hamás con una apelación en persona a Benjamín Netanyahu para que cese el «insoportable» drama de los muertos en Gaza. Sobre lo primero, el anuncio, el jefe del Ejecutivo español abrió este viernes por primera vez la puerta a un reconocimiento unilateral del Estado palestino por parte de España si la UE no da el paso. Sobre lo segundo, su posición ha desembocado en una nueva crisis diplomática con Tel Aviv, que ha llamado a consultas a la embajadora española –y también al belga– por unas manifestaciones que, en palabras del ministro de Exteriores, Eli Cohen, «apoyan el terrorismo» de Hamás.

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Sánchez eligió un punto preñado de simbolismo –el paso de Rafah, en la frontera de Egipto con la Franja de Gaza, donde se desarrolla el canje de rehenes y presos entre las milicias integristas y el Ejecutivo hebreo– para desvelar sus intenciones sobre la grave crisis en Oriente Próximo, de donde regresa algo más pesimista –«realista», dijo él– de lo que llegó sobre las posibilidades de alcanzar un pacto que garantice una tregua humanitaria duradera. El presidente del Gobierno no puso fecha a la admisión de la existencia de Palestina como Estado, de la que Yolanda Díaz se felicitó como una conquista del programa de Gobierno suscrito por Sumar con el PSOE. La promesa de Sánchez en el debate de investidura fue que impulsaría ese movimiento en la UE.

Este viernes, sin embargo, apuntó que aunque ese es su plan, tiene una opción 'b'. «Este es el momento para que la comunidad internacional y especialmente la UE tomen una decisión sobre el reconocimiento del Estado palestino. Valdría la pena y sería importante que muchos miembros de la UE lo hiciéramos juntos», avanzó, antes de apostillar: «Pero si eso no ocurre, por supuesto España tomará sus propias decisiones».

Sánchez llegó el jueves a Israel justo cuando se había anunciado el primer alivio en siete semanas desde que Hamás perpetró sus brutales ataques del 7 de octubre contra población civil y el ejército israelí respondió con un bombardeo diario sobre la población de Gaza. este viernes se desplazó hasta Rafah, sólo unas horas después de la entrada en vigor del alto el fuego de cuatro días, que debe permitir la entrada de cientos de camiones de ayuda humanitaria y suministros a la Franja y pocos minutos antes de que, según estaba previsto, se produjera el primer canje del listado de 50 rehenes en manos de la organización terrorista y 150 presos palestinos. Pero Sánchez ha regresado a España con un balance pesimista y obligado a lidiar, además, con una nueva crisis con Israel después de su protesta contra las manifestaciones propalestinas del ala de Sumar en su Gobierno.

Con el objetivo en la agenda de ir sembrando el terreno para la celebración de una próxima conferencia de paz internacional, el dirigente socialista inició su periplo –junto al belga Alexander de Croo, su relevo por turno al frente de la UE– con una reunión con el presidente israelí Isaac Herzog y Netanyahu en Israel, antes de verse con el líder de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, en Cisjordania y con el mandatario de Egipto, Abdel Fattah Al-Sisi, y el secretario General de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, en El Cairo. Ahora sabe que esa ambiciosa cita no está cercana.

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Su encuentro con Netanyahu le dejó claro que el clima no es el propicio y ha acabado preludiando una crisis en la que ambos gobiernos cruzaron este viernes duras advertencias. El primer ministro israelí se encuentra «todavía», según interpreta Sánchez, en una «lógica de guerra». «Su lenguaje, sus objetivos –expuso en una conversación informal con los periodistas que lo acompañan en el viaje– son bélicos». «Las heridas aún están muy abiertas y supurando y todo tiene que bajar antes de iniciar conversaciones», reconocen también fuentes gubernamentales. El planteamiento inicial era que la conferencia tuviera lugar en el horizonte de seis meses a partir del cese de hostilidades. En el Ejecutivo admiten, no obstante, que «queda un ingente trabajo diplomático por hacer» a todos los niveles, también en la ONU.

Cuatro toneladas de equipos médicos para Egipto

El presidente del Gobierno español se ha pasado dos días expresando su deseo de que la tregua humanitaria se prolongue en el tiempo y se haga duradera. También lo dijo así Al-Sisi, actor fundamental, con Catar y Estados Unidos para el breve alto el fuego alcanzado esta semana. Pero en el corto plazo ese escenario no se vislumbra.

En El Cairo, después de haber instado a Israel a detener la matanza de inocentes en Gaza con una contundencia muy superior a la de otros líderes europeos –«a los países amigos hay que decirles la verdad», dijo Pedro Sánchez en el avión rumbo a la capital egipcia–, el jefe del Ejecutivo anunció el envío de cuatro toneladas de equipos médicos a este país para que pueda dar respuesta a las necesidades derivadas de una situación que ha provocado miles de desplazamientos y que ya amenaza con colapsar sus propios hospitales.

El presidente del Gobierno, en todo caso, no parece dispuesto a tirar la toalla. Defiende que Europa debe desempeñar un papel más activo en la resolución de un conflicto tan prolongado, enquistado y «de enormes proporciones», pese a que las distintas sensibilidades de los Veintisiete no hacen fácil el propósito. Ante Al-Sisi, Sánchez insistió en la idea de convocar «lo antes posible» esa conferencia de paz que respaldan la UE, la Liga de Estados Árabes y la Organización para la Cooperación Islámica.

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