La violencia marca el final de la campaña electoral francesa

La agresión se produjo después de que un hombre arrancara uno de los pósteres y Thevenot le recriminara su actuación. Fue entonces cuando este individuo y una docena de personas muy violentas intentaron golpearla. La portavoz del Ejecutivo no resultó herida, pero sí su suplente y una militante, que tuvieron que ser trasladas al hospital. «La violencia nunca es la respuesta», escribió Thevenot en la red social X (antiguo Twitter), que anunció que continuaba la campaña sobre el terreno.

Virginia Lanlo, suplente de Thevenot, recibió puñetazos y patadas en todo el cuerpo, sobre todo en el brazo izquierdo. Un hombre golpeó con un patinete en la cara a Ousmane Madiba Guirassy, militante de la coalición presidencial, dislocándole la mandíbula. La militante, que ha denunciado «la brutalidad feroz» de sus agresores, tiene la mandíbula derecha rota, un esguince en el tobillo izquierdo y una herida en un dedo. Tiene que ser operada.

La Fiscalía de Nanterre ha abierto una investigación por «violencias cometidas en reunión sobre un cargo electo público». Cuatro personas, entre ellas tres menores, han sido detenidos. Fueron identificados gracias a vídeos grabados por testigos de la agresión. «La violencia y las intimidaciones no tienen cabida en nuestra democracia. No tienen cabida en nuestra República. Rechacemos el clima de violencia y de odio que se instala», reaccionó el primer ministro, Gabriel Attal.

El exministro de Sanidad Olivier Véran, candidato a diputado en lsère, denunció la agresión sufrida por un concejal de 77 años cuando pegaba carteles de su campaña electoral. Un hombre le arrancó los carteles y le golpeó en la cara. Marie Dauchy, candidata del partido de extrema derecha Agrupación Nacional en Saboya, decidió suspender su campaña electoral tras ser «violentamente agredida en el mercado de La Rochette».

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció un fuerte dispositivo de seguridad este domingo ante el temor de que vayan a producirse incidentes violentos tras conocerse los resultados electorales. Serán movilizados 30.000 policías y gendarmes en toda Francia -5.000 en París y alrededores- para impedir que «la ultraizquierda y la extrema derecha aprovechen estos resultados para crear desorden», según Darmanin.