La llamaban 'Sor Collina', en recuerdo al famoso árbitro internacional italiano, célebre tanto por su carisma como por su calva, porque incluso le gustaba dirigir los partidos de fútbol de los reclusos de una cárcel de menores de Milán. Pero la religiosa Anna Donelli, miembro ... de 57 años de la congregación de las Hermanas de la Caridad, era en realidad el enlace que la 'Ndrangheta, la mafia calabresa, utilizaba para ponerse en contacto con los presos de las distintas prisiones donde la monja hacía voluntariado y asistencia espiritual.
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Desde primera hora de la mañana de este jueves la religiosa se encuentra en arresto domiciliario, ya que su nombre está en la lista de 25 detenidos en una operación desarrollada por la Policía y la Guardia de Finanzas en distintas provincias italianas contra el clan Tripodi de la 'Ndrangheta, que tenía su base de operaciones en Brescia, al norte del país. A los arrestados, que se enfrentan a acusaciones por extorsión, tráfico de armas y de drogas, usura e intercambio electoral político-mafioso, entre otros delitos, les decomisaron más de 1,8 millones de euros.
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Según los investigadores, Donelli tenía un papel clave en la red de comunicaciones internas de este grupo mafioso, al ejercer de intermediaria entre los miembros que estaban encarcelados y los que seguían libres. Con amplia experiencia en el acompañamiento espiritual a los detenidos en diversas prisiones del norte del país, su servicio en la cárcel de Brescia le permitió entrar en contacto con el citado clan de la 'Ndrangheta. Los delincuentes habrían conseguido convencerla para que tratara con los presos la «planificación de las estrategias criminales» y mantuvieran el contacto con sus familiares en caso de que tuvieran prohibidas las comunicaciones externas.
Según informó la Policía en un comunicado, la organización criminal habría aprovechado que el «cargo espiritual» de la religiosa le permitía entrar y salir libremente de las prisiones para «penetrar en las estructuras penitenciarias y enviar mensajes a los reclusos». En una muestra de la autoridad de la que gozaba 'Sor Collina' entre los presos, llegaba incluso a «resolver desacuerdos y conflictos» entre ellos.
La noticia de que la monja se encontraba en arresto domiciliario por su relación con la Ndrangheta provocó una profunda sorpresa en los círculos católicos del país. El diario 'Avvenire', propiedad de la Conferencia Episcopal Italiana, recordaba que quienes han trabajado con ella la consideran un ejemplo de corrección, destacando además la ayuda que presta a los reclusos para que encuentren trabajo cuando son puestos en libertad. No obstante, para el juez de instrucción preliminar responsable de la investigación no parecen existir dudas sobre la colaboración de 'Sor Collina' con los miembros de la 'Ndrangheta. En algunas conversaciones telefónicas entre los delincuentes, interceptadas por la Policía, puede escucharse cómo hablan del papel de mensajera que desarrolla la monja. Ésta incluso se comunicaba directamente con los capos del clan.
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Además de la religiosa, hay otros nombres significativos en la lista de 25 detenidos, como el político Giovanni Accri, exconcejal municipal en Brescia de Hermanos de Italia, el partido de Giorgia Meloni. Médico de profesión, Accri curaba a los miembros del clan heridos en el transcurso de su actividad criminal y utilizaba su influencia para facilitarles el acceso a contratos públicos. Otro de los arrestados es Mauro Galeazzi , antiguo miembro de la Liga y candidato a la alcaldía en la localidad de Castel Mella, en la provincia de Brescia.
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