Penas de más de 2.000 años de cárcel para la mafia calabresa

Tras más de un mes de reflexiones, el tribunal colegiado de Vibo Valentia, formado por tres jóvenes magistradas y presidido por Brigida Cavasino, ofreció este lunes su veredicto. En la larga lista d condenas destacan los 30 años de cárcel que le caen tanto a Saverio Razionale como a Domenico Bonavota, respectivos capos de los familias de la 'Ndrangheta afiliadas al clan Mancuso en las localidades de San Gregorio D'Ippona y Sant'Onofrio, ambas ubicadas en la provincia de Vibo Valentia, donde la presencia de estos grupos mafiosos queda muy debilitada gracias al macroproceso.

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También resultan significativas las condenas a varios de los imputados cuyos cargos reflejan la enorme capacidad de la 'Ndrangheta para infiltrarse en la economía legal, la política y las fuerzas de seguridad con el objetivo de proteger sus intereses y reinvertir los beneficios de sus negocios ilícitos. Por eso en el banquillo de los diputados, además de un buen número de capos criminales y sus sicarios, también se sentaron políticos, empresarios, profesionales y miembros de los cuerpos de la seguridad del Estado. Entre los políticos está Giancarlo Pitelli, antiguo senador y coordinador regional en Calabria de Forza Italia, el partido de centro derecha fundado por el fallecido Silvio Berlusconi. A Pitelli, supuesto miembro de la masonería y que estaba acusado de colaboración con la 'Ndrangheta, le cayeron 11 años de cárcel.

Más leve fue el resultado del proceso para otros dos políticos implicados, en este caso pertenecientes al Partido Democrático, la principal formación de centro izquierda. A Pietro Giamborino el tribunal le impuso una condena a 1 año y 6 meses de cárcel, mientras que Gianluca Callipo, que llegó a estar considerado como el 'niño prodigio' de la izquierda calabresa, fue absuelto, aunque la Fiscalía había pedido para él 18 años de reclusión. A Giorgio Naselli, teniente coronel de los Carabinieri, le tocará en cambio pasarse 2 años y 6 meses en prisión.

El proceso desarrollado en Calabria, conocido como 'Rinascita Scott', tuvo su inicio con la gran operación desarrollada el 19 de diciembre de 2019 bajo la coordinación de las autoridades antimafia de Catanzaro en las que participaron más de 3.000 miembros de las fuerzas de seguridad. Aquella investigación estuvo liderada en sus inicios por el magistrado Nicola Gratteri, hoy al frente de la Fiscalía de Nápoles, quien consideró que con este macroproceso no sólo se desmantela al clan Mancuso, que operaba en la provincia de Vibo Valentia, sino que también se marca un punto de inflexión en la lucha contra la 'Ndrangheta y sus ramificaciones con la política y parte de la masonería.

En el proceso han resultado determinantes las declaraciones ofrecidas por algunos criminales que optaron por colaborar con la Justicia, algo que resulta muy poco habitual en los clanes de la mafia calabresa al estar sus miembros generalmente unidos por fuertes lazos familiares. Sus confesiones han posibilitado condenas por más de 2.000 años totales.