El presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, estrecha la mano a su homólogo ruso, Valdímir Putin, durante su encuentro en Minsk. Reuters

Putin ofrece detener la guerra si Ucrania le cede las regiones que ya ha conquistado

El Kremlin lanza una propuesta de paz, de la que recela Occidente, mientras ensaya con Bielorrusia un ataque nuclear táctico

Rafael M. Mañueco

Corresponsal Moscú

Viernes, 24 de mayo 2024, 13:01

El presidente ruso, Vladímir Putin, está dispuesto a detener la guerra si Ucrania le cede las cuatro regiones que ya ha ocupado. La oferta pretende el reconocimiento de la soberanía rusa sobre Donetsk, Jersón, Lugansk y Zaporiyia, que fueron 'anexionadas' en sendos referéndums que ni ... Kiev ni la comunidad internacional reconocen. Aun así, el Kremlin considera que todos estos territorios ya están admitidos como una «realidad» en la Constitución rusa, según manifestó el portavoz de Presidencia, Dmitri Péskov.

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Pocas horas antes de que éste confirmara la propuesta, hasta cuatro personas cercanas a la órbita de Putin filtraron a la agencia Reuters la disposición del mandatario a poner fin a la guerra bajo condiciones. El anuncio se produce en un momento de máxima debilidad del ejército ucraniano y de avance de las tropas rusas, que ayer martillearon de nuevo Járkov, la segunda ciudad más importante de Ucrania. El Gobierno de Kiev, por medio de su ministro de Exteriores, Dmitró Kuleba, consideró que la oferta de un alto el fuego ruso sólo responde al miedo de Putin a la cumbre de paz convocada el mes próximo en Suiza. La comunidad internacional también se tomó la propuesta con sumo recelo.

Putin llegó a Minsk en la noche del jueves para proponer a su homólogo bielorruso, Alexánder Lukashenko, ensayar un ataque conjunto con armas nucleares tácticas. Así lo aseguró el presidente al ser recibido en el aeropuerto de la capital bielorrusa por Lukashenko. Tal fue la premura que ambos dirigentes se reunieron en una sala de la misma terminal.

Pocas horas después, el máximo dirigente ruso dijo en rueda de prensa que, pese a los preparativos bélicos con armas de exterminación masiva, estima necesario «renovar» las conversaciones de paz con Ucrania, pero hablando con «líderes legítimos» y teniendo en cuenta «las realidades actuales sobre el terreno», es decir, reconociendo que los territorios ya ocupados deberán quedar bajo soberanía rusa.

«Por supuesto, somos conscientes de que la legitimidad del actual jefe del Estado ucraniano ha finalizado», afirmó Putin al responder a una pregunta sobre la expiración del mandato de Volodímir Zelenski. En relación con posibles conversaciones de paz, señaló que su país «no rechaza abordar negociaciones, pero, antes de firmar documentos jurídicamente vinculantes, hay que entender con quién puede y debe tratar. Tenemos que estar completamente seguros de que tratamos con autoridades legítimas».

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Nueva frontera

Moscú ya considera que Donetsk, Jersón, Lugansk y Zaporiyia son parte de su territorio nacional

El portavoz presidencial, Dmitri Peskov, había explicado antes, al ser preguntado por una información de Reuters citando fuentes del Kremlin que aseguraban que en Moscú hay disposición a poner fin a la guerra si Ucrania y Occidente reconocen como rusas las regiones ya ocupadas, que, en efecto, «la realidad que establece la Constitución rusa incluye cuatro nuevos territorios: Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia». En esas zonas, recordó, se celebraron en 2022 consultas populares que sirvieron como base para ser anexionadas.

«Pagar lo que han destruido»

Tal planteamiento, de «reconocer la realidad existente sobre el terreno», ha sido expresado repetidamente por el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov; por su portavoz, María Zajárova, y por otros altos funcionarios rusos. Pero ha sido, también reiteradamente, rechazado por Kiev, la OTAN, Estados Unidos y la mayor parte de los países de la Unión Europea. Consideran que asumir esa cesión supondría «premiar a quien obtiene territorios mediante el uso de la fuerza». El último en recodar esa postura fue el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, durante su reciente viaje a Kiev. Allí aseguró además que «Rusia deberá pagar por lo que está destruyendo» en Ucrania, lo que pone sobre la mesa la cuestión de las reparaciones de guerra.

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Un militar ruso hace guardia cerca de un caza MiG-31 con un misil nuclear, durante las maniobras que llevan a cabo estos días. EFE

Las fuentes citadas por Reuters aseguran que «Putin puede luchar todo el tiempo que sea necesario, pero también está dispuesto a un alto el fuego». Cuando al presidente ruso le preguntaron ayer en Bielorrusia sobre esas informaciones, confirmó que está a favor de que «se reanuden» las conversaciones de paz.

Los seis países de la OTAN fronterizos con Rusia levantarán un muro defensivo con drones

Los seis países miembros de la OTAN vecinos de Rusia han llegado a un acuerdo para erigir un «muro de drones» y defender así sus fronteras contra las «provocaciones» del Kremlin, anunció este viernes el Gobierno lituano. «Esto es algo completamente nuevo, un muro de drones que se extiende desde Noruega hasta Polonia. El objetivo es utilizar este tipo de armamento y otras tecnologías para proteger nuestras fronteras», explicó la ministra del Interior lituana, Agne Bilotaite, a la agencia de noticias BNS.

Los seis países de la OTAN que comparten muga con Rusia son Noruega, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia. El proyecto, con plazos que no han sido especificados, incluye el despliegue de sistemas antidrones para detener aeronaves no tripuladas enemigas.

Este movimiento coincide con la visita del presidente ruso, Vladímir Putin, a Bielorrusia, uno de sus aliados. Se reunió en Minsk con su homólogo Alexánder Lukashenko para preparar unas maniobras conjuntas con armamento nuclear táctico. «Después de las negociaciones con nuestros amigos árabes, tuve una reunión con miembros del Gobierno y se discutieron casi todos los ámbitos de cooperación con Minsk, incluido el industrial, la energía, la agricultura y la seguridad», aseguró Putin.

El presidente ruso aterrizó en Minsk a bordo de su avión Il-96-300PU. La Embajada de Bielorrusia en Moscú informó de que los dos presidentes hablaron también de Ucrania y del «comportamiento» de Polonia y los países bálticos.

El año pasado, Rusia desplegó armamento nuclear en Bielorrusia y antes, en 2022, suministró a Minsk misiles de alcance medio Iskander, capaces de portar ojivas atómicas. Estos cohetes y los hipersónicos Kinzhal, también con posibilidad de ser dotados de cabezas nucleares, son las principales armas que el Kremlin emplea en sus maniobras.

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