«La guerra seguirá hasta que se cumplan los objetivos, mediante diálogo o por la fuerza»

Explicó, por tanto, que la llamada Operación Militar Especial en Ucrania, que comenzó hace casi dos años –el 24 de febrero de 2022–, continuará hasta lograr las tareas enunciadas. «Habrá paz cuando logremos nuestros objetivos (…) bien mediante la negociación o por la fuerza». Pero trató de tranquilizar a la población asegurando que no habrá una nueva movilización, ya que el flujo de «voluntarios» que se alistan es suficiente y alcanzará a final del presente año en torno a los 500.000 efectivos.

«Convocamos a 300.000 personas (…) creo que 244.000 están en la zona de operaciones. Después de eso, iniciamos una campaña para atraer personas de forma voluntaria para firmar contratos con las fuerzas armadas. Hay un flujo diario de 1.500 personas que se alistan. Ayer me informaron que habíamos llegado a 486.000 y a final de año llegaremos a unos 500.000» efectivos, declaró en un evento que ha sido bautizado como 'Resultados del año'. Aseguró además que «en todos los sectores del frente está mejorando la situación de sus tropas» mientras «fracasa» la contraofensiva ucraniana. Dijo que en la exrepublica soviética están luchando 617.000 militares y la línea de frente «se extiende a través de más de 2.000 kilómetros». Negó que el asalto ruso en Ucrania tenga nada que ver con la que está llevando a cabo en Gaza contra Hamás. «Observen la operación militar especial y miren lo que está ocurriendo en Gaza y verán la diferencia. No hay nada parecido en Ucrania (…) lo que pasa en la Franja es una catástrofe», subrayó, pese a la evidente cantidad de muertos en Kiev entre los civiles y los soldados de ambos bandos.

El Kremlin no dejó de lado sus habituales reproches contra Occidente. «El deseo desenfrenado de avanzar paulatinamente hacia nuestras fronteras, para incorporar a Ucrania a la OTAN, además de los sangrientos acontecimientos en Donbass durante ocho años, todo esto llevó a la tragedia que estamos viviendo ahora. Nos obligaron a actuar de esta manera», reiteró.

Acusó a Estados Unidos de comportarse como «un imperio» que no respeta las decisiones soberanas de otros países. En este sentido, afirmó que la Unión Europea «ha perdido su soberanía», sometiéndose a la voluntad de Washington, incluso, señaló, «en detrimento propio». «Cuando se produzcan cambios internos –en EE UU–, cuando empiecen a respetar a otras personas, a otras naciones, cuando busquen compromisos en lugar de intentar resolver sus problemas con sanciones y presión militar, entonces estarán dadas las condiciones fundamentales para restablecer relaciones plenas. Pero ahora no existe ese contexto», aseguró.

Se dirigió también a Argentina, cuya integración en los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en Moscú esperan que se produzca a partir del próximo 1 de enero, advirtiendo que «la dolarización de su economía implica una importante pérdida de soberanía (…) amenaza con graves consecuencias».

Las preguntas tocaron también la situación económica y Putin dibujó un panorama optimista, pese a las sanciones occidentales. Según el máximo dirigente ruso, «el indicador más importante es el crecimiento económico. Se espera que el incremento del PIB para finales de año sea del 3,5%. Significa que nos hemos recuperado de la caída del año pasado y hemos dado un paso adelante relativamente serio (…) desafortunadamente, la inflación ha aumentado. Se espera que a finales de 2023 alcance el 7,5%, tal vez un poco más, el 8%, pero el Banco Central y el Gobierno están tomando las medidas necesarias». Las sanciones y la salida de Rusia de las principales compañías europeas y norteamericanas (Airbus y Boeing) han dejado al país con un parque aéreo muy mermado y con el mercado de repuestos cerrado. Ante una pregunta sobre este problema, el mandatario dijo que «nuestro Estado tiene previsto producir más de un millar de aviones de pasajeros de aquí a 2030».

Una pregunta fue formulada telemáticamente por su «doble», una imagen de sí mismo con su misma voz generada por Inteligencia Artificial, fenómeno sobre el que este holograma quería saber su opinión. Putin se quedó como sin saber qué decir unos segundos. «Vladímir Vladímirovich, hola, soy un estudiante de la Universidad Estatal de San Petersburgo. Quiero preguntarte: ¿es cierto que usted tiene muchos dobles? ¿Cómo ve los peligros que la Inteligencia Artificial y las redes neuronales suponen para nuestras vidas?», le interrogó su réplica. «Veo que puedes parecerte a mí y hablar con mi voz. Pero lo he pensado y decidido que sólo una persona debe ser como yo y hablar con mi voz, y ese soy yo», respondió Putin, de quien se dice que tiene uno o varios dobles para sustituirle en determinadas apariciones públicas.

Esta año los medios de comunicación de países «inamistosos» (EE UU y UE fundamentalmente) invitados al evento han sido muy pocos y solamente dos, 'The New York Times' y el canal francés TF1 pudieron hacer preguntas. Por primera vez, la gran rueda de prensa tiene lugar conjuntamente con la llamada «línea directa» televisiva, también de carácter anual e igualmente de larga duración, en la que el primer mandatario ruso responde a preguntas seleccionadas de los telespectadores.

La anterior rueda de prensa en ese formato ampliado y maratoniano (con duración superior a las cuatro horas) se celebró el 23 de diciembre de 2021, dos meses antes de atacar Ucrania. La «línea directa» precedente tuvo lugar el 30 de junio de 2021. Estos dos eventos mediáticos de ensalzamiento del presidente no acontecieron en todo 2022 ni en 2023, hasta este jueves, es decir, desde el comienzo de la guerra en Ucrania.