El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, se reunió este jueves en París con los representantes de los principales sindicatos de la Policía Nacional. El encuentro se produjo en medio de las protestas de agentes por la encarcelación, antes de celebrarse el juicio, de un ... compañero de Marsella dentro de una investigación por presuntas violencias policiales durante los recientes disturbios en el país.
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Darmanin dijo comprender «esta emoción y esta ira» de las fuerzas del orden. «No reclaman impunidad, sino respeto, no reclaman estar por encima de las leyes, pero tampoco por debajo», asumió tras visitar una comisaría en París antes de reunirse con los sindicatos. «Los policías no deber ser las únicas personas en Francia para los que la presunción de inocencia no existe», añadió el ministro, quien destacó el magnífico trabajo realizado por la mayoría de los agentes durante los altercados. Sin embargo, matizó, «cuando uno de ellos comete una falta debe ser sancionado».
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Desde hace varios días, los policías franceses protestan contra el encarcelamiento provisional de un agente de la Brigada Anticriminal (BAC) de Marsella acusado, junto a otros tres colegas que están bajo control judicial, de «violencia en grupo». Los cuatro habrían dado la noche del 1 al 2 de julio una paliza a Hedi, de 22 años, durante los disturbios en esta localidad. La víctima fue hospitalizada con «un traumatismo craneal grave» tras recibir un disparo en la sien de un lanzador de balas de defensa (LBD). Tras salir del coma, el joven, que tiene la cabeza deformada por el impacto, denunció que sus agresores eran agentes de paisano.
Numerosos policías, especialmente en las comisarías del sur del país, se han puesto en 'código 562' como señal de queja, es decir, en servicios mínimos y sólo realizan tareas de emergencia o esenciales. También ha habido una oleada de bajas médicas entre los agentes. Según Darmanin, solamente el 5% de los efectivos participan en la protesta.
El ministro respaldó a Frédéric Veaux, director general de la Policía Nacional (DGPN), que hace unos días despertó la polémica al apoyar públicamente al agente y exigir su puesta en libertad. «Antes de un juicio, no tiene que estar en la cárcel», dijo en un periódico local. Sus declaraciones indignaron a los partidos de izquierdas y al sindicato de magistrados, quienes denunciaron una violación del principio de la separación de poderes y defendieron la independencia de la Justicia.
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