Macron pide «una tregua política» durante los Juegos Olímpicos

«Los Juegos (Olímpicos) estarán en el corazón de la vida del país y el mundo estará en Francia gracias a ellos», dijo Macron. El presidente, sin embargo, no aclaró si esto supone que esperará a después de la cita deportiva para nombrar a un primer ministro y a un nuevo gobierno o si lo hará durante esta celebración.

Macron aceptó el 17 de julio la dimisión del primer ministro Gabriel Attal y de su gobierno, tras las elecciones legislativas del 7 de julio, en las que el partido presidencial quedó segundo por detrás de la alianza de partidos de izquierda y por delante de la extrema derecha.

Según prevé el artículo 8 de la Constitución francesa, el presidente de la República nombra al nuevo primer ministro. Y, a propuesta de éste, nombrará a los demás miembros del Gobierno. Sin embargo, el actual mandatario no parece tener prisa para nombrar a un nuevo gobierno, a juzgar por su llamamiento a «una tregua política». El primer ministro y el gobierno salientes gestionan los asuntos corrientes a la espera del nombramiento del nuevo inquilino de Matignon y de un nuevo Ejecutivo.

El Nuevo Frente Popular, la alianza de partidos de izquierdas, fue el bloque que obtuvo más escaños en las elecciones legislativas. Socialistas, ecologistas, comunistas y la extrema izquierda exigen, por eso, que el próximo primer ministro sea de izquierdas. Pero Macron no está obligado a ello.

Los partidos de izquierda, sin embargo, no logran ponerse de acuerdo sobre quién será su candidato a primer ministro. La economista Laurence Tubiana, propuesta por los socialistas como candidata a primera ministra, se ha retirado de la carrera a Matignon, después de constatar que su nombre «ha encontrado oposición en el seno del Nuevo Frente Popular». «No me parece que todo esto conduzca al apaciguamiento que tanto necesitamos», añadió Tubiana, de 73 años de edad.

Socialistas, ecologistas y comunistas estaban a favor de presentar a Tubiana como candidata a primera ministra de izquierdas, sin embargo, la Francia Insumisa, el partido de extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon, consideraba que no era una candidatura «seria». La extrema izquierda se oponía a su nombramiento al considerarla «demasiado compatible» con Macron. «Estoy convencida de que la izquierda tiene el deber y la capacidad de ejercer las responsabilidades a las que la ha llamado el electorado», dijo Tubiana en un comunicado publicado en la red social X (antiguo Twitter). «Lástima. Hubiera sido una buena primera ministra del Nuevo Frente Popular», reaccionó en la misma plataforma el diputado socialista Arthur Delaporte.

Antes de renunciar a la candidatura, la economista se había mostrado «preparada» para asumir el cargo de primera ministra. «Cuando hay una crisis política, hay que responder. Se necesita una persona de izquierdas, si debo ser yo, lo haré», había dicho Tubiana. «No nos resignemos, hay que avanzar», pidió ahora la candidata frustrada a primera ministra de Francia tras abandonar la contienda.

La Francia Insumisa, por su parte, apostaba por la excomunista Huguette Bello, presidenta de la isla de la Reunión, como candidata a primera ministra, pero, en esta ocasión, fueron los socialistas los que se oponían a su nombramiento al considerarla demasiado cercana a la extrema izquierda. Bello también se acabó retirando de la carrera a Matignon, po4 la falta de apoyo de los socialistas.

Ante la falta de acuerdo en el seno del Nuevo Frente Popular, los socialistas pidieron el pasado viernes «un voto solemne» de aquí al 23 de julio de los cuatro partidos que forman la alianza de izquierdas para proponer a Macron un candidato único a primer ministro, pero La Francia Insumisa no está por la labor. De momento, la perspectiva de un voto en el seno de la izquierda para elegir a su candidato parece alejarse ante la falta de consenso entre los diferentes partidos.