Secciones
Servicios
Destacamos
Enric Bonet
Viernes, 19 de julio 2024, 21:42
Agrupación Nacional (RN, según sus siglas en francés) se ha quedado sin puestos clave en la Asamblea Nacional. El cordón sanitario a la extrema derecha ha dejado al partido de Marine Le Pen sin ninguna de las vicepresidencias en el Parlamento, tras la votación de ... este viernes en la Cámara Baja. Se trata de un hecho nuevo en el país galo, donde en la anterior legislatura el lepenismo ocupaba dos de las seis vicepresidencias de la Asamblea.
El mayor peso de los partidos de izquierdas del Nuevo Frente Popular (NFP) en el Parlamento, junto con la voluntad de una parte de los diputados afines al presidente, Emmanuel Macron, de no apoyar a las candidaturas de RN ni de la Francia Insumisa -la principal formación en el NFP-, han comportado que la extrema derecha se quede fuera de los puestos de responsabilidad en las instancias parlamentarias. De las seis vicepresidencias en la Asamblea no ocupará ninguna. Dos de ellas serán para representantes de la izquierda insumisa, dos para diputados macronistas y otras dos para Los Republicanos (LR, afines al PP), los grandes beneficiados con el actual reparto a pesar de ser la cuarta fuerza con 47 diputados (de un total de 577).
Noticias relacionadas
«La oficina (de la Asamblea) no puede tomar decisiones legítimas si el conjunto de las fuerzas no se ven representadas», criticó Le Pen tras una votación en que se reflejó el aislamiento de su formación en la Cámara Baja. A pesar de que RN y sus aliados consiguieron 142 diputados (54 más que en la anterior legislatura) y quedaron terceros en las elecciones legislativas anticipadas del 7 de julio por detrás de la izquierda del Frente Popular (193) y del macronismo (166), se enfrentan a una mayor hostilidad por parte del resto de los partidos en el inicio de esta legislatura.
La mayoría de los diputados afines a Macron, así como la totalidad de los de izquierdas, no votaron a los candidatos ultras, a pesar de que había ciertas discrepancias en la coalición presidencial sobre la posición a adoptar. El primer ministro interino, Gabriel Attal, apostaba por no votar a los aspirantes de RN ni de la Francia Insumisa (afines a Sumar o Podemos). En cambio, la presidenta de la Asamblea, Yaël Braun-Pivet, reelegida el jueves en una ajustada votación, defendía que no hubiera vetos, al considerar que esas instancias deben reflejar la pluralidad del hemiciclo. Finalmente, se impuso la opción de Attal en una nueva jornada parlamentaria algo caótica y llena de suspense.
Después de la votación del jueves que duró más de cinco horas y hubo hasta tres vueltas para elegir al presidente del Parlamento —un hecho inédito en la historia de la Quinta República—, la de este viernes estuvo marcada por una votación fraudulenta. Los diputados encargados de hacer el recuento de la primera vuelta se dieron cuenta de que había diez votos de más, algo completamente inhabitual.
Según las explicaciones dadas después, esto se debió a un error del partido de Le Pen que repartió papeletas a sus diputados con un nombre incorrecto. En lugar de darles la de Xavier Breton, diputado de LR, le dieron una con el nombre de Thierry Breton, el comisario europeo del Mercado Interior. Esa pifia ralentizó la votación. Y dio una sensación de cierto amateurismo por parte de la extrema derecha.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.