Macron busca aliados en la oposición para allanar su mandato

Con los llamados 'Encuentros de Saint-Denis', Macron tiende la mano a la oposición con el fin de allanar el camino para sus próximas iniciativas gubernamentales. Sin apoyos, el Gobierno no podrá, por ejemplo, sacar adelante la controvertida reforma migratoria ni aprobar el presupuesto. Además, a menos de un año de los Juegos Olímpicos de París, no quiere sobresaltos.

El objetivo de esta reunión a puerta cerrada era, según el Palacio del Elíseo, buscar consensos con la oposición en torno a textos legislativos y, si procede, abrir la vía a la convocatoria de referendos. También era una forma para el presidente de mostrar a los franceses que esta vez, de verdad, ha cambiado. En los seis años que Macron lleva en el poder, ha prometido varias veces una nueva forma de gobernar, sin que, de momento, se haya visto. Desde el resto de formaciones le critican a menudo por ejercer un poder demasiado vertical.

Aunque los jefes de la oposición acudieron a la cita en Saint-Denis, se mostraron escépticos con los resultados de la reunión, que el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, calificó de «operación de comunicación» de Macron.

«Estamos aquí para decirle (a Macron) hasta qué punto su política hace daño. Venimos sin ilusión, pero con determinación», dijo Manuel Bompard, jefe de filas del partido izquierdista La Francia Insumisa, el equivalente de Podemos en este país. Los líderes de esta formación, del Partido Socialista y de Europa Ecología-Los Verdes acudieron a la reunión con un documento con quince propuestas. «Existen otras pistas que las que propone el Gobierno», explicó el líder socialista, que consideró necesario encontrar fórmulas para «contener la crisis ecológica y la crisis social» que vive la nación.

Jordan Bardella, presidente de Reagrupación Nacional, afirmó que había aceptado «sin ilusión» la invitación de Macron. «No he venido aquí para servir de muleta del jefe del Estado», avisó la mano derecha de la ultra Marine Le Pen. En el encuentro pidió al presidente «un gesto significativo» para aumentar el poder adquisitivo de los franceses y la organización de un gran referéndum sobre inmigración el 9 de junio de 2024, coincidiendo con las elecciones europeas. La Constitución gala prohíbe la convocatoria de esa consulta.

El portavoz del Ejecutivo francés, Olivier Véran, anunció que el próximo miércoles tendrá lugar un seminario gubernamental para hacer un seguimiento de las propuestas que hayan surgido de estas reuniones. De momento, habrá que esperar para ver si esto se traduce en resultados concretos.