Andréi Beloúsov ha sido el principal asistente económico del presidente Vladímir Putin. Reuters

Putin ve en su nuevo ministro de Defensa a un gestor para una guerra larga y tecnológica

El Kremlin respalda a Andréi Beloúsov por su destacado bagaje económico y logros como la fabricación masiva de drones

Rafael M. Mañueco

Corresponsal. Moscú

Lunes, 13 de mayo 2024

«Es muy importante encajar la economía del bloque de las fuerzas armadas y de seguridad en la economía del país, encajarla de modo que se corresponda con la dinámica del momento actual», ha explicado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al ser interrogado sobre ... la inesperada designación como ministro de Defensa de Andréi Beloúsov, un economista de 65 años que ha supervisado hasta ahora todo el sector económico del Gobierno como primer viceprimer ministro.

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Según Peskov, el presidente «ha decidido poner en Defensa a un funcionario civil debido a la necesidad de introducir innovaciones». «Quien esté más proclive a las innovaciones ganará en el campo de batalla», ha añadido antes de precisar que la designación «no modificará el sistema de coordenadas en la componente militar del departamento, ya que el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, que permanece en su cargo, es el responsable de ello». El portavoz presidencial subrayó además que el ministro de Defensa saliente, Serguéi Shoigú, «supervisará ahora desde el Consejo de Seguridad el funcionamiento del Servicio Federal de Cooperación Técnico-Militar de Rusia, continuando así su trabajo en un área que conoce muy bien desde dentro».

Beloúsov no ha tenido nada que ver nunca con el Ejército y ni siquiera hizo el servicio militar. Se licenció en la Facultad de Economía de la Universidad Estatal de Moscú Lomonósov (MGU) con el título de «economista cibernético» y se dedicó durante cierto tiempo a la labor científica.

Hombre de confianza

De 1986 a 1990 trabajó en el Instituto de Economía y Previsión del Progreso Científico y Tecnológico de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética (URSS), y entre 2000 y 2006 dirigió el Centro de Análisis Macroeconómico y Previsión a Corto Plazo. En 2006 fue nombrado viceministro de Desarrollo Económico, en 2012 se convirtió en titular de esa cartera y, entre 2013 y 2020 fue el principal asistente económico del presidente Vladímir Putin. Según diversas fuentes, es uno de sus principales hombres de confianza y nunca ha sido pillado en ningún caso de corrupción.

Desarrollo militar

Moscú valora su pasado científico porque «quien sea más proclive a las innovaciones ganará en el campo de batalla»

Conservador

De 65 años, está lejos de las opiniones liberales y defiende la presencia estatal en la economía

Tras dejar la Administración del Kremlin, Beloúsov regresó al Gobierno en enero de 2020 en calidad de primer viceprimer ministro, responsable de todo el bloque económico, y así ha permanecido hasta que el presidente del país le ha situado ahora al frente de Defensa. Supervisó, en particular, la implementación de las principales áreas del desarrollo «socioeconómico», la política financiera, crediticia y monetaria unificada, la regulación estatal de las finanzas, los mercados, las actividades de seguros y auditoría, el sector del transporte, los así llamados «proyectos nacionales» y de infraestructura y las inversiones extranjeras. También los principales proyectos de innovación, incluida la fabricación masiva de aparatos aéreos de ataque no tripulados.

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Serguéi Shoigú pasa revista a las tropas en su último acto oficial como ministro en el desfile militar del Día de la Victoria, el pasado día 9 en Moscú. EFE

Según algunos analistas, Beloúsov está lejos de ser una persona de opiniones liberales. Ha defendido siempre una amplia presencia estatal en la economía y su estricta regulación, muy en consonancia con las tendencias soviéticas demostradas por el jefe del Kremlin. El Instituto para el Estudio de la Guerra estadounidense (ISW) cree que la sustitución de Shoigú por Beloúsov «indica que el presidente Vladimir Putin está tomando medidas de cara a prepararse para una guerra prolongada en Ucrania y una mayor confrontación con la OTAN en el futuro».

Como la UE

Peskov ha explicado que «el presupuesto del Ministerio de Defensa y del bloque de seguridad hasta hace poco rondaba el 3%, luego creció hasta el 3,4% y, más recientemente, hasta el 6,7%. Esto, junto con todos los organismos encargados de hacer cumplir la ley, entre los cuales el Ministerio de Defensa ocupa posiciones clave, ya que es el responsable de realizar todos los pedidos en la industria». A juzgar por sus palabras, el gasto militar seguirá aumentando en adelante y Beloúsov, al parecer, es la persona ideal para dirigir una economía en pie de guerra y cercada por las sanciones occidentales.

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El portavoz presidencial cree que su nombramiento tiene sentido «porque Rusia se estaba acercando a una situación similar a la de la Unión Soviética a mediados de la década de los 80, cuando las autoridades militares y de seguridad representaban el 7,4% del Producto Interior Bruto». «Eso significaba que es vital garantizar que dicho gasto estuviera alineado y mejor integrado en la economía general del país».

Estreno con la propuesta de aumentar el sueldo a los militares y el reto de erradicar la corrupción

El nuevo ministro de Defensa ruso estrenó ayer su cargo con una propuesta para mejorar las condiciones salariales y sociales en el ejército. «Hay trabajo por hacer», reconoció Andréi Beloúsov en una comparecencia parlamentaria, en la que citó el acceso de los militares a la vivienda y a una adecuada asistencia médica como dos capítulos esenciales que su departamento debe abordar de inmediato porque «la vida no se reduce a pagos en efectivo».

En un lenguaje propio de un gestor técnico -desde luego alejado de los tintes más militaristas de Serguéi Shoigú, su predecesor-, este feligrés de la Iglesia del Icono de la Madre de Dios de Kazán se refirió a los soldados que combaten en Ucrania para denunciar el «caos» que se produce cuando «llegan de permiso» a Rusia y son enviados a «hospitales que están totalmente saturados» para ser asistidos o pasar revisiones. De la misma manera, el ministro propuso integrar mejor dentro del sistema de beneficios estatal a los hijos menores de los militares destinados en el frente.

La designación de Beloúsov generó numerosas reacciones en los medios de comunicación sobre los retos que le esperan en el cargo. Quizás el más destacado a nivel interno será el de «limpiar» la corrupción en un ministerio cuyo presupuesto ha crecido de manera muy sustancial desde el inicio de la invasión, según estimó el director del Instituto de Estudios Políticos, Serguéi Markov, en el 'Komsomolskaya Pravda'. A su juicio, el arresto hace unos días de Timur Ivanov, el que fuera mano derecha de Shoigú en el Ministerio de Defensa, pone de manifiesto que las corruptelas «van más allá de límites razonables».

El siguiente reto, según Markov, es el de «garantizar la máxima innovación en las fuerzas armadas». Varios analistas coinciden en que su llegada al ministerio revolucionará la industria militar rusa y acelerará el suministro de «armas modernas» al frente. (Por T. Nieva)

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