Julia Naválnaya, la viuda del opositor ruso muerto el viernes, Alexéi Navalni, ha anunciado este lunes a través de un vídeo difundido en YouTube que ha tomado la decisión de entrar en política, sustituir a su marido y continuar la lucha contra las actuales autoridades ... del país hasta lograr «una Rusia libre, pacífica y feliz».
Publicidad
«Hola, soy Julia Naválnaya. Hoy por primera vez en este canal quiero dirigirme a ustedes. No debería estar en este lugar. No debería haber grabado este vídeo. Debería haber otra persona en mi lugar, pero esa persona fue asesinada por Vladimir Putin», así comenzaba ella su emotiva, densa e impactante alocución. Según sus palabras, «hace tres días Vladímir Putin mató a mi marido, mató al padre de mis hijos, me quitó lo más preciado que tenía, la persona para mí más cercana y querida, pero os ha quitado Navalni también a vosotros».
Noticia relacionada
Rafael M. Mañueco
«En algún sitio, en una colonia en el norte extremo, más allá del Círculo Polar Ártico, en un invierno eterno, Putin mató a algo más que a un hombre. Junto con él, ha querido matar nuestras esperanzas, nuestra libertad, nuestro futuro. Ha querido destruir la mejor prueba de que Rusia puede ser de otra manera, de que somos fuertes, valientes, que creemos y luchamos desesperadamente porque queremos vivir de forma diferente».
Naválnaya recuerda sus años vividos junto a su marido: las manifestaciones, los arrestos domiciliarios, los registros, encarcelamientos, su envenenamiento y su pena de cárcel tras regresar de recibir tratamiento en Alemania. Mostrando una imagen en la cárcel en compañía de Navalni, Julia afirma que este es mi último encuentro con él, a mediados de febrero de 2022, nuestra última foto. Exactamente dos años después, Putin lo matará».
«Todos estos años he estado al lado de Alexéi y he estado feliz de ello y de apoyarlo, pero hoy quiero estar con vosotros porque sé que habéis perdido tanto como yo. Murió en aquella colonia después de tres años de calamidades y torturas. No era un recluso como los demás, lo torturaron, lo mantuvieron en una celda de castigo, en una caja de hormigón (…) un cubículo de seis o siete metros cuadrados en donde no hay nada excepto un taburete, un lavabo, un agujero en el suelo, en lugar de un inodoro, y un camastro fijado a la pared para que no pueda acostarse. Una taza, un solo libro (uno) y un cepillo de dientes, nada más. Así cientos de días».
Publicidad
Naválnaya cuenta también que «aislado del mundo, no le dieron un papel y un lápiz para escribirme una carta a mí o a nuestros hijos. Le hicieron pasar hambre, tres años sin la alimentación debida. Y no sólo no se rindió, sino que siguió apoyándonos, nos animó, se reía, bromeaba. Ni por una fracción de segundo tuvo dudas sobre la razón por la que luchaba y sufría».
«No había forma de doblegarlo y esa es exactamente la razón por la que Putin lo mató. Un hombre vergonzante, cobarde, que ni se atrevió a mirarlo a los ojos o simplemente llamarlo por su nombre. Y con la misma vileza y cobardía ahora esconden su cuerpo, no quieren mostrárselo a su madre, no se lo quieren devolver, mienten patéticamente y esperan a que desaparezcan las trazas de este nuevo envenenamiento de Putin con Novichok», denuncia Naválnaya mientras sus ojos rebosaban lágrimas ligeramente.
Publicidad
Anunció además que «sabemos exactamente por qué Putin mató a Alexéi hace tres días. Te lo contaremos pronto. Descubriremos sin falta quién exactamente y cómo cometió este crimen. Daremos nombres y mostraremos caras».
«Pero lo principal que podemos hacer, por Alexéi y por nosotros mismos, es seguir luchando. De forma más intensa, más desesperada, más furiosa que antes. Sé que parece que es imposible todavía más, pero se necesita más. Juntémonos todos en un puño fuerte y golpeemos con él a este régimen enloquecido, a Putin, a sus amigos, a los bandidos de uniforme, a los ladrones y asesinos que han machacado nuestro país», añadió.
Publicidad
Noticias relacionadas
Después recordó que Navalni regresó a Rusia desde Alemania pudiendo haberse quedado allí estando en libertad con su familia. «¿Por qué se arrojó voluntariamente a las garras de quienes ya casi lo mataron una vez? ¿Por qué tal sacrificio? Después de todo, podría vivir en paz, cuidar de sí mismo y de su familia». «Pero no pudo, Alexéi amaba a Rusia más que a nada en el mundo. Os amaba a vosotros, creyó en todos nosotros, creyó en nuestra fortaleza, en nuestro futuro, en que merecemos algo mejor (…) y lo creía de forma tan profunda y sincera que estuvo dispuesto a dar su vida por ello. Y su gran amor nos basta para continuar su obra. Durante el tiempo que sea necesario. Con tanta fiereza y audacia como lo hizo Alexéi», declaró en lo que es un evidente manifiesto político de gran calado.
Aseguró que «al matar a Alexéi, Putin mató a la mitad de mi ser, la mitad de mi corazón y la mitad de mi alma. Pero todavía tengo la otra mitad y me dice que no tengo derecho a rendirme. Continuaré el trabajo de Alexéi Navalni. Continuaré luchando por nuestro país y les animo a estar a mi lado para compartir no sólo la pena y el dolor interminable que nos envuelve y no nos deja. Les pido que compartan mi rabia, ira y odio hacia quienes se atrevieron a matar nuestro futuro. Me dirijo a vosotros con las palabras de Alexéi, en las que realmente creo: no es una pena hacer poco, es una pena no hacer nada. Es una pena dejarse intimidar».
Publicidad
Naválnaya terminó su mensaje señalando que «necesitamos aprovechar todas las oportunidades para luchar contra la guerra, contra la corrupción y contra la injusticia. Luchar por unas elecciones justas y la libertad de expresión. Luchar para recuperar nuestro país. Por una Rusia, libre, pacífica, feliz, la maravillosa Rusia del futuro con la que tanto soñaba mi marido. Eso es lo que necesitamos. Quiero vivir en una Rusia así. Quiero que Alexéi y mis hijos vivamos en él. Quiero construirlo con vosotros, exactamente como lo imaginó Alexéi Navalni: lleno de dignidad, justicia y amor. Sólo así y no de otra manera. Es posible que el inimaginable sacrificio que hizo no haya sido en vano. Lucha y no te rindas. No tengo miedo y tú tampoco deberías tener miedo de nada».
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.