Castigo contundente para los cómplices de la decapitación de Samuel Paty. El Tribunal de París condenó este viernes por la noche a penas de entre 16 y un año de prisión a los ocho cómplices del yihadista que decapitó al profesor francés el 16 de ... octubre de 2020. El terrorista checheno Abdoullakh Anzorov fue abatido por la Policía esa fatídica tarde en el noroeste de la periferia capitalina. Pero en las últimas semanas han juzgado a ocho personas que contribuyeron en ese brutal asesinato. Entre ellas, hay dos amigos de Anzorov, además de un religioso musulmán y el padre de una alumna.
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Paty, que daba clases de historia en Conflans-Sainte-Honorine, fue decapitado en la salida de su instituto en esa localidad, más bien acomodada, de la banlieue parisina. Le arrebataron la vida por haber enseñado las caricaturas de Mahoma de la revista satírica 'Charlie Hebdo', cuya redacción sufrió otro atentado hace prácticamente una década y que desencadenó la oleada de ataques fundamentalistas islámicos en Francia en 2015 y 2016. Aunque desde entonces el país vecino no ha sufrido acciones terroristas multitudinarias, el asesinato del profesor resultó uno de los atentados con una mayor repercusión social en los últimos años.
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Tras siete semanas de audiencias, el peso de la ley se impuso para los ocho segundas espadas. La corte especial de la capital francesa pronunció las dos penas más elevadas -de 16 años de prisión- para dos amigos del yihadista checheno: Naïm Boudaoud, de 22 años, y Azim Epsirkhanov, de 23. Ellos tres estuvieron juntos la víspera del atentado cuando compraron el cuchillo con el que decapitaron a Paty. El día después, Boudaoud acompañó en coche a su amigo radicalizado hasta el instituto.
En ese momento, el profesor sufría desde hacía unos días una «campaña de odio» en las redes sociales. La empezaron Brahim Chnina, de 52 años, y el religioso islamista Abdelhakim Sefrioui, de 65. Ambos han sido condenados con un encarcelamiento de 13 y 15 años respectivamente. Como ha sucedido con los dos amigos, el veredicto de los jueces ha resultado superior al castigo solicitado el lunes por la Fiscalía. Los otros cuatro condenados estuvieron en contacto con Anzorov a través de las redes sociales.
El origen del acoso que sufrió Paty resultó tan absurdo como trágico. Empezó a partir de la mentira de la hija de Chnina, que para no reconocer a sus padres que había hecho novillos les dijo que la habían expulsado de clase por no querer mirar las caricaturas del profeta. El año pasado ya habían sido castigados con penas de entre 14 y 6 meses de prisión seis exalumnos de ese instituto. Todos ellos eran menores de edad en el momento de los hechos.
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