La derecha tradicional apremia a Macron para que nombre a un primer ministro

«No hemos visto ninguna posición nueva, ningún verdadero proyecto estructurado para los franceses ni ninguna visión de lo que sería un programa gubernamental para los próximos meses», criticó Laurent Wauquiez, presidente del grupo parlamentario de LR, al salir de su reunión en el Elíseo. Este dirigente conservador calificó como «decepcionante» su segundo encuentro en pocos días con Macron. Y pidió al presidente que «deje de procrastinar» el nombramiento del jefe del Ejecutivo, después de que el país haya batido un récord de interinidad gubernamental.

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Tiene pinta, de hecho, que este récord podría superar los 50 días, puesto que el presidente iniciará el jueves un viaje de dos días a Serbia. Es decir, el nombramiento del primer ministro podría retrasarse al menos hasta la semana que viene. Y no se prevé el anuncio de todo el equipo gubernamental hasta que hayan terminado los Juegos Paralímpicos de París el 8 de septiembre.

Tras una primera ronda de consultas en que asistieron todas las formaciones de una muy fragmentada Asamblea Nacional, Macron convocó una segunda desde el martes en que no invitó a la Reagrupación Nacional de Marine Le Pen (ultraderecha) ni a la Francia Insumisa (afines a Sumar o Podemos), la formación del Frente Popular con un mayor número de diputados. Pero el resto de los miembros de la coalición progresista -Partido Socialista (PS), los comunistas y los verdes- se ausentaron de la nueva tanda. Esto último complica la ecuación para el presidente, quien desea una «gran coalición» entre el centro-derecha, el centro-izquierda y el macronismo a pesar de que esta opción tampoco garantiza el respaldo de la mayoría absoluta de los diputados.

Pese a incipientes discrepancias internas, el PS rechaza esa alianza y apuesta por un Gobierno en solitario del Frente Popular. A LR tampoco les entusiasma y oficialmente se limitan a proponer un «pacto legislativo» con un Ejecutivo que aplique medidas de derechas. «No participaremos en una política a medias tintas ni de 'al mismo tiempo' (de izquierdas y de derechas) -una famosa fórmula del presidente-», advirtió la diputada conservadora Annie Genevard. Con el paso de los días, sube la presión para Macron. Y aún más teniendo en cuenta que él propició esta compleja situación con la convocatoria anticipada de los comicios.