Un veterano de izquierdas inflige una dolorosa derrota al laborismo

El partido eligió como candidato a Azhar Ali, líder municipal de Rochdale, parte del Gran Mánchester. Trabajó con los gobiernos de Tony Blair y Gordon Brown para fomentar políticas contra la radicalización de comunidades musulmanas, tras las bombas en el transporte público de Londres, en 2005. Parecía encajar perfectamente en el partido de Keir Starmer, purgado de izquierdistas.

Pero, si el rasgo inaceptable de estos sería el antisemitismo, a Ali, figura del establishment moderado, le grabaron diciendo, en una reunión de colegas insatisfechos con el seguidismo de Starmer a Joe Biden y Rishi Sunak sobre la guerra en Gaza, que todo es obra de Benjamin Netanyahu, facilitando el ataque de Hamás para justificar una operación de Israel expulsando a palestinos y ocupando más tierra.

La dirección laborista dudó, pero no tuvo más remedio que expulsarlo cuando emergió otra grabación en la que proponía más teorías conspirativas sobre el papel de periodistas judíos en las denuncias de antisemitismo entre los laboristas. Con el plazo caducado para sustituir al candidato, los laboristas no han apoyado la campaña de Azhar Ali, que batalló sin éxito por un escaño de independiente.

Los conservadores no han representado en Westminster a los habitantes de esta ciudad, con empresas textiles en la Revolución Industrial, desde la década de los 50. Los Liberal-Demócratas tenían abierto un hueco para mejorar sus resultados en una circunscripción que dominaron. Su diputado más longevo, Cyril Smith, se reveló tras su fallecimiento como un abusador sexual de menores.

Era la oportunidad de los oportunistas. Simon Danczuk fue un diputado laborista de Rochdale modernizador y perseguidor de pederastas, hasta que se desveló su uso casi delictivo de los gastos permitidos a los diputados y un intercambio de mensajes sexuales con una joven de 17 años, que pidió trabajo como asistente parlamentaria. Era ahora candidato de 'Reform', partido de los 'brexiters'

La carrera de George Galloway es la de un aventurero de la política. Joven prodigio del laborismo escocés y diputado por una circunscripción de Glasgow, fue expulsado del partido por alentar ataques árabes a las tropas británicas, tras la invasión de Irak en 2003. Criticó a Sadam Hussein y luego lo regó con halagos. Ganó pleitos en los tribunales por difamación sin ayuda de abogados.

Creó el partido 'Respect' y vagabundeó por escaños con comunidades musulmanes muy numerosas. Fue elegido diputado en dos, la de Bethnal Green, en el este de Londres, y la de Bradford Oeste. Hizo campaña por el Brexit y en contra de la independencia de Escocia. Y ahora ha ganado el escaño de Rochdale como candidato de un Partido de los Trabajadores, centrando su campaña en la guerra de Gaza.

La victoria de Galloway es temporal. Habrá elecciones generales este año y quizás el Partido Laborista, que ha perdido el apoyo de muchos musulmanes. elija a un candidato que comparte las ideas de Starmer. En la misma grabación, publicada por la prensa conservadora, el candidato para la vecina Hyndburn también se despachaba diciendo que «Israel se vaya a la mierda». Fue también expulsado.