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Cinco días después de las elecciones legislativas en Francia, el Nuevo Frente Popular, la alianza de partidos de izquierda que obtuvo la victoria, todavía busca quién será su candidato a primer ministro. La diputada ecologista Sandrine Rousseu lamentó este jueves que se tarde «demasiado tiempo» ... en ponerse de acuerdo sobre un nombre, aunque su colega Sandra Regol se muestra más optimista y confía en que este viernes podría haber fumata blanca. «Estamos avanzando hacia un Gobierno que podrá impulsar muy rápidamente las reformas que mejorarán de forma concreta la vida de los ciudadanos», manifestó.
El Nuevo Frente Popular exige que el próximo jefe de Gobierno salga de su alianza, que engloba a socialistas, ecologistas, comunistas y La Francia Insumisa (extrema izquierda). Según un sondeo de Odoxa-Backbone para el diario 'Le Figaro', el eurodiputado Raphaël Glucksmann (34%) es que recibe más aprobación como eventual candidato, seguido del ministro de Interior Gérarld Darmanin y del líder socialista Olivier Faure. En cambio, el controvertido Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, sólo obtiene un 15% de respaldos.
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Según prevé el artículo 8 de la Constitución, el presidente de la República nombra al nuevo primer ministro. Y, a propuesta de éste, refrendará también a los demás miembros del Gobierno. Emmanuel Macron dio el miércoles más tiempo a los partidos para que se pongan de acuerdo entre ellos y construyan «una mayoría sólida y plural» en torno a los valores republicanos. En esta coalición nunca deberían estar incluidos ni la extrema derecha de Marine Le Pen ni la extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon, ya que el jefe de Estado considera que están fuera del llamado «arco republicano».
Macron fue pronto respondido por la eurodiputada de La Francia Insumisa, Manon Aubry, que consideró que el inquilino del Elíseo está «en una negación total de la realidad» al rechazar nombrar a un primer ministro del Nuevo Frente Popular, la alianza con más escaños en la nueva Asamblea Nacional, pero lejos de la mayoría absoluta. Según Aubry, Macron «se aferra al poder como un mejillón a su roca». Pero lo cierto es que siete de cada diez galos (73%) rechazan un Ejecutivo compuesto exclusivamente de ministros del Nuevo Frente Popular.
Ante la crisis política y el riesgo de un bloqueo institucional, el 43% de los franceses se muestran a favor de un Gobierno de coalición, tal y como desea Macron. La hipótesis de un gabinete técnico, formado por altos funcionarios y expertos de la sociedad civil, sólo seduce al 29% de los preguntados.
Asimismo, el 43% de los ciudadanos apuesta por una alianza entre el partido de Macron y los de izquierda, sin La Francia Insumisa. El mismo porcentaje apoya una alianza entre los macronistas y Los Republicanos (derecha moderada). Y el 40% ve con buenos ojos una coalición anti extrema derecha con La Francia Insumisa incluida.
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