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Las autoridades de Moscú han acusado a Kiev de derribar este miércoles por la mañana un avión de transporte militar ruso IL-76, que llevaba a bordo 65 prisioneros ucranianos para ser canjeados. Los hechos se han producido en la región rusa de Bélgorod, fronteriza ... con Ucrania y objetivo de continuos ataques de drones, cohetes y artillería del Ejército de Kiev. El siniestro se produjo a unos cinco kilómetros de la localidad de Yáblonovo, en el distrito de Korochanski, y sus imágenes han estado siendo difundidas por las redes sociales rusas con vídeos filmados por los teléfonos móviles de la población local. No ha habido supervivientes.
El presidente del Comité de Defensa de la Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso), el general Andréi Kartapólov, dijo durante una sesión parlamentaria que el IL-76 fue abatido por tres misiles Patriot o IRIS-T disparados supuestamente por las fuerzas ucranianas, aunque no reveló de dónde sacó tales informaciones.
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Varios diputados propusieron hacer un llamamiento a Estados Unidos y Alemania, países productores de los misiles supuestamente empleados en el derribo del avión de transporte, y hasta se proponen aprobar una moción declarando a Ucrania «Estado terrorista». «Han matado en el aire a sus propios soldados. Sus madres, sus hijos los esperaban (…) han abatido a nuestros pilotos que realizaban una misión humanitaria con misiles estadounidenses y alemanes», lanzó a los legisladores el presidente de la Cámara, Viacheslav Volodin.
El primero en informar de la catástrofe fue el gobernador de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, pero sin aportar detalles salvo la llegada a la zona de los equipos de rescate.
Después fue el Ministerio de Defensa ruso el que dio cuenta de lo sucedido, precisando el tipo de avión siniestrado y que a bordo viajaban 65 militares ucranianos capturados por el Ejército ruso, seis miembros de la tripulación y tres acompañantes.
El departamento castrense señaló también que el aparato se estrelló hacia las 11 de la mañana hora de Moscú (dos menos en España) y que se trataba de un vuelo planificado y consensuado con las autoridades militares de Kiev. Poco después declaró que el avión fue abatido por el Ejército ucraniano. El Ministerio de Exteriores ruso aseguró en una nota que en Kiev «sabían de sobra sobre el inminente intercambio en curso, conocían cómo y a través de qué ruta se entregarían los prisioneros de guerra. El ataque al avión fue una acción deliberada y consciente. Este ataque terrorista demuestra claramente la incapacidad del régimen de Kiev para negociar».
Sin embargo, la GUR, la Dirección General de Inteligencia de Ucrania aseguró en un mensaje a través de Telegram que «no nos informaron sobre el número de vehículos, rutas y formas de entrega de los prisioneros (…) en este momento no tenemos información fidedigna y completa sobre quién estaba exactamente a bordo del avión y en qué cantidad. Ucrania, por su parte, ha cumplido todos los acuerdos para preparar el intercambio. Los militares rusos capturados fueron entregados a tiempo al punto de intercambio acordado, donde han estado a salvo».
«Según lo acordado, la seguridad de nuestros defensores debía ser garantizada por la parte rusa. Al mismo tiempo, la parte ucraniana no fue informada de la necesidad de garantizar la seguridad del espacio aéreo en la zona de la ciudad de Belgorod durante un cierto período de tiempo, como se ha hecho repetidamente en el pasado», prosigue el comunicado de la GUR. Y subraya que «el aterrizaje de un avión de transporte en una zona de combate de 30 kilómetros no puede ser seguro y, en cualquier caso, debe ser discutido por ambas partes, de lo contrario se pone en peligro todo el proceso de intercambio».
Rodión Miroshnik, encargado por el Ministerio de Exteriores ruso de recoger datos sobre posibles «crímenes de guerra» perpetrados por las tropas ucranianas calificó el ataque contra el IL-76 sobre el cielo de Bélgorod de «acto de barbarie (…) que pone seriamente en entredicho la posibilidad de alcanzar acuerdos con Ucrania».
Se da la circunstancia de que, una hora antes de que el aparato se estrellara, fue declarada en Bélgorod la alerta área por posibles ataques de cohetes, llamando a la población a ponerse a cubierto y a evitar situarse cerca de las ventanas. Las agencias rusas informan también de que esta misma aeronave de transporte IL-76 ya había efectuado anteriormente vuelos llevando prisioneros ucranianos para su intercambio.
En este mismo avión viajaron el pasado 3 de enero los 173 militares ucranianos que fueron canjeados por 248 soldados rusos. Además de asegurar que el aparato fue derribado por tres misiles (el Ministerio de Defensa habla de dos cohetes), Kartapólov dijo que otro avión con 80 prisioneros iba en la misma dirección, pero se dio la vuelta al tener noticias de lo ocurrido.
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Kiev, mientras tanto, no ha hecho pública todavía su versión sobre los hechos aduciendo que hay que «analizarlos» en profundidad. Algunos medios de comunicación ucranianos aseguraron que el IL-76 ruso no llevaba prisioneros sino misiles para lanzaderas S-300 e incluso afirmaron que por eso fue derribado, información de la que después desapareció la referencia al Ejército ucraniano como autor del ataque. De parte del presidente, Volodímir Zelenski, no ha habido reacción mientras su asesor, Mijaílo Podoliak, avisó que «los comentarios llegarán un poco más tarde. Se necesita tiempo para contrastar todos los datos».
El encargado ucraniano de Derechos Humanos, Dmitro Lubínets pidió «no extraer conclusiones apresuradas» de lo sucedido y esperar a que todo se esclarezca. Según sus palabras, «la guerra informativa no es menos importante que la lucha en el frente». Sin hacer mención ninguna al derribo del avión, el Estado Mayor del Ejército ucraniano subrayó en un comunicado que sus unidades «seguirán controlando el espacio aéreo, incluyendo la zona de Bélgorod y Járkov, para hacer frente a la amenaza terrorista de los bombardeos rusos».
La periodista Margarita Simonián, directora de la cadena internacional rusa RT, principal plataforma de difusión al mundo de la propaganda del Kremlin en varios idiomas, español incluido, publicó los nombres de los 65 supuestos prisioneros ucranianos que viajaban en el avión y habrían perecido. Sin embargo, medios ucranianos consideran «falsa» esta lista, ya que, al parecer, contiene nombres de personas que ya fueron canjeadas con anterioridad.
Al menos dos personas murieron y varias más resultaron heridas este miércoles como consecuencia de nuevos ataques rusos lanzados sobre la región ucraniana parcialmente ocupada de Donetsk, en este caso en una zona residencial de la ciudad de Girnik. Los trabajadores de los servicios de emergencia rescataron vivas de entre los escombros a ocho personas, entre ellas un menor de edad. El gobernador de Donetsk, Vadim Filashkin, detalló que el menor es un joven de 16 años que tuvo que ser ingresado debido a la gravedad de las heridas.
«Otro ataque deliberado contra civiles, otro crimen de guerra de los rusos. El enemigo quiere matar a tantos ucranianos como sea posible», denunció en un mensaje publicado en sus redes sociales. Al mismo tiempo pidió a la población que se refugie en otras zonas del país. «Ésta no es segura», señaló. (Por T. Nieva)
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