El terror golpeó Ankara en forma de ataque suicida y dos agentes de seguridad resultaron heridos a las puertas del Ministerio de Interior. El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) reivindicó la operación a través de un comunicado difundido por la agencia Firat en ... el que confirmó que «un equipo de nuestra Brigada Inmortal llevó a cabo una acción de sacrificio contra el Ministerio del Interior turco». El PKK es considerado grupo terrorista por Ankara, Estados Unidos y la Unión Europea y la guerra que libra contra el gobierno turco desde los años ochenta deja decenas de miles de muertos.
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La explosión del kamikaze se produjo a primera hora de la mañana frente al ministerio y una nube de humo se alzó en una capital que no sufría un atentando desde 2016. El responsable de Interior, Ali Yerlikaya, reveló que el ataque lo cometieron dos hombres que llegaron a la zona en un coche robado. Nada más apearse se encontraron con los agentes que custodiaban el exterior del edificio y uno de ellos detonó la carga que llevaba adherida al cuerpo. El segundo de los asaltantes fue abatido en el mismo lugar «de un tiro en la cabeza, justo antes de que le diera tiempo a inmolarse», explicó.
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La vida de los dos agentes no corre peligro y fueron calificados de «héroes» por Yerlikaya. Este ataque se produjo el mismo día en el que el Parlamento turco, situado muy cerca del Ministerio de Interior, regresaba a la actividad tras el parón del verano. El presidente, Recep Tayyip Erdogan, tomó la palabra en la Cámara a las pocas horas del ataque y dijo que «los terroristas nunca lograrán sus objetivos en Turquía, nunca lograrán destruir la paz y la seguridad de nuestros ciudadanos».
Desde que se conocieron los primeros detalles, los medios turcos recordaron que en el pasado el PKK y el grupo yihadista Estado Islámico (EI) fueron los responsables de los mayores ataques sufridos en Ankara. Especialmente sangriento fue el golpe de los yihadistas contra una manifestación que se celebraba en la estación central de la capital en el que murieron 109 personas. Esa protesta llamaba a poner fin al conflicto entre el PKK y el Gobierno turco.
Entre 2015 y 2017, estos dos grupos cometieron varios atentados en suelo turco y las autoridades movieron ficha lanzando varias operaciones en la vecina Siria, donde el PKK cuenta con un brazo hermano como las Unidades de Protección Popular (YPG). Para malestar de Ankara, los milicianos kurdos en Siria combaten codo con codo con las tropas de Estados Unidos, de quienes reciben armamento y entrenamiento.
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La guerra interna entre Gobierno y PKK se ha saldado en lo que va de año con «más de 1.200 terroristas neutralizados a los dos lados de la frontera», según la última estimación oficial realizada por el Ministerio de Defensa días antes del atentado de Ankara.
Uno de los primeros países en solidarizarse con Turquía fue Suecia. El ministro de Exteriores, Tobias Billstrom recurrió a la red social X, antes conocida como Twitter, para enviar un mensaje de apoyo los turcos «en la lucha contra todo tipo de terrorismo». En este nuevo curso político el Parlamento de Ankara debe ratificar, o no, la entrada de los suecos en la OTAN. La Unión Europea y Estados Unidos también cerraron filas en torno a Ankara.
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Tras exigir en julio la reactivación del proceso de adhesión a la UE, cuyas negociaciones llevan cinco años en punto muerto, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, volvió a plasmar este domingo su decepción con Bruselas por la falta de avances. «Turquía ya no espera nada de la Unión Europea, que nos hace aguardar desde hace 40 años en su puerta», dijo en la sesión inaugural del Parlamento de Ankara.
Erdogan, que hace poco más de dos meses accedió al deseo de la UE de levantar el veto a Suecia para su entrada a la OTAN, advirtió de que no tolerará «nuevas exigencias o condiciones al proceso de adhesión». «Nosotros cumplimos todas las promesas que le hicimos a la UE, pero ellos no han cumplido casi ninguna», espetó.
El mandatario turco aseguró asimismo al club comunitario que «si no retroceden sobre algunas injusticias como la imposición de visas, que utilizan como una sanción latente, si no corrigen sus errores, perderán el derecho a tener expectativas políticas, sociales, económicas o militares de nuestra parte».
El enfado de Erdogan se ha producido luego de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos afeara a Ankara la condena a un hombre por pertenencia a una organización terrorista, basándose en la simple utilización de la aplicación de mensajería criptada ByLock. Según el Gobierno, esta es la red que usan los autores del fallido golpe de Estado de 2016, que causó 250 muertos.
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