41 migrantes mueren al hundirse su barca frente a Lampedusa tras cinco días a la deriva

La nave, de siete metros de eslora y casco metálico, zarpó el pasado jueves del puerto de Sfax, en el este de Túnez. Sólo seis horas más tarde, ya de madrugada, volcó y se hundió cuando, «de repente, nos vimos abrumados por una ola gigante», describió uno de los supervivientes a la Guardia Costera. Todos los pasajeros cayeron al agua, incluidos tres menores. Tenían la esperanza de llegar al Viejo Continente. Aunque las autoridades no han encontrado los cuerpos sin vida de los desaparecidos, descartan que pudieran haber sobrevivido después de seis días a merced de un oleaje intenso y sin asidero alguno.

Quince de ellos llevaban chaleco salvavidas. Sin embargo, once perecieron. Sólo lograron quedar indemnes los cuatro rescatados, que en ese momento enfrentaron su propia odisea atroz. Permanecieron horas a la deriva, simplemente flotando entre las olas, hasta que las corrientes les acercaron los restos de otra embarcación, probablemente utilizada por inmigrantes que en una travesía anterior también naufragaron. Los cuatro se mantuvieron agarrados a los restos y aprovechando las cámaras de aire de su interior hasta que se produjo su rescate.

El grupo de salvamento Sea-Watch aseguró que uno de sus aviones de vigilancia captó este miércoles el momento en el que un buque de carga rescataba a los náufragos. Luego fueron transferidos a un barco de la Guardia Costera, que los llevó a tierra firme en Lampedusa, donde han solicitado asilo. Una vez en la isla, exhaustos y conmocionados, los migrantes recibieron asistencia médica y psicológica. Según la Cruz Roja, se encuentran bien de salud pese a haber permanecido varios días en mar abierto sin agua ni comida.

Ante este trágico naufragio, Naciones Unidas ha puesto de relieve la «urgencia de un mecanismo claro de coordinación y búsqueda para evitar que el Mediterráneo siga cobrándose vidas». El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) han pedido igualmente a la Unión Europea que colabore y procure «vías seguras» de migración. En cuestión de días, 160 inmigrantes han muerto en el Mediterráneo.

Lampedusa es el territorio europeo más cercano a las costas de Túnez. Las autoridades afirman que Sfax, ciudad portuaria situada a unos 130 kilómetros, es un punto frecuente de salida utilizado por los solicitantes de asilo con destino a Europa.

En la última semana, han desembarcado unos 2.000 extranjeros en la isla. La región únicamente tiene un centro de acogida con capacidad para 300 personas, pero alberga en este momento a unas 1.500. Este panorama hace del territorio un punto crítico de la crisis migratoria que asola a Italia. Por ello, se prevén traslados a Sicilia o a la península para reducir la ocupación, según informaron medios locales. El Ministerio del Interior afirma que más de 93.000 migrantes han llegado este año a ese país, más del doble de los registrados en el mismo periodo de 2022.

En las aguas del Mediterráneo se han ahogado 25.975 migrantes desde 2014, según registros oficiales. Sin embargo, las organizaciones humanitarias elevan esa cifra sustancialmente, ya que se supone que miles han muerto de modo anónimo al intentar cruzar estas aguas. Sólo durante estos meses de 2023, más de 1.800 personas han fallecido en el canal de Sicilia.

El hundimiento del viernes se suma a a una sucesión de naufragios ocurridos en apenas unas semanas como consecuencia del mal tiempo en la mar. El lunes 16 migrantes murieron frente a las costas de Túnez y Sáhara Occidental. Y el domingo, al menos una treintena de personas fueron declaradas desaparecidas después de que dos pateras volcaran cerca de Sfax.

La ONU puso de relieve este miércoles la «absoluta falta de escrúpulos» de los traficantes de personas que envían a los inmigrantes en embarcaciones precarias a un mar embravecido. La portavoz italiana de Save the Children, Giovanna Di Benedetto, se preguntó «cuántos llamamientos más necesitan los gobiernos de la Unión Europea» para tomar medidas.