El terror de la organización yihadista Estados Islámico (EI) volvió a golpear a Irán. El grupo, que entre 2014 y 2019 llegó a autoproclamar un califato entre Irak y Siria, reivindicó a través de un comunicado en Telegram el atentado del miércoles en el santuario ... del general Suleimani en Kermán, en el sur del país. El ataque más sangriento de la historia de la república islámica lo perpetraron «Umar Al Mohed y Sifullah Mujahid, que se inmolaron entre la multitud con cinturones explosivos», según informó el EI. La noticia sobre la autoría llegó en vísperas de un viernes de oración en el que está prevista la celebración de los funerales en honor a los 84 caídos en las explosiones, la mayoría vecinos de la misma Kerman.
Publicidad
Este tipo de atentados son poco habituales en la república islámica, aunque el EI ha golpeado hasta el momento en al menos tres ocasiones. La última operación yihadista se produjo en agosto en el santuario iraní de Shah Cheragh de Shiraz, el tercer lugar más sagrado para el chiismo en la nación, que en menos de un año sufrió dos atentados. La república islámica, con el general Suleimani a la cabeza, jugó un papel clave en la caída del califato y su intervención en Siria e Irak ayudó a derrotar al EI, por lo que es uno de los objetivos de los fundamentalistas suníes.
Noticia relacionada
La reivindicación del EI se produjo después de 24 horas marcadas por el silencio de las autoridades, que fueron prudentes para no apuntar de manera equivocada en un momento extremadamente sensible en Oriente Medio. El régimen islámico clamó venganza, pero guardó silencio. El diario Kayhan, muy próximo al Líder Supremo, Alí Jamenei, fue el que señaló de manera directa a la «entidad sionista» y pidió «una respuesta contundente».
Kasra Aarabi, investigador del centro de estudios estratégicos Middle East Institute, apuntó en su cuenta de X que la consecuencia inmediata tras la reivindicación será que «la Guardia Revolucionaria hará una demostración de fuerza en un ataque contra el EI destinada a enviar una señal de sus capacidades a Israel y Estados Unidos. El régimen también insistirá en su teoría de que EI es un producto del Mossad por lo que atacar a los yihadistas es atacar a los israelíes».
Tres meses después de la operación sorpresa de Hamás que acabó con la vida de 1.200 israelíes y con más de 200 cautivos, la mayoría civiles, la venganza proclamada por Benjamín Netanyahu ha acabado con más de 22.000 personas, la mayoría también civiles, provocado la destrucción absoluta de amplias partes de la Franja y sometido a situación de hambruna a los gazatíes debido a un cerco brutal, tal y como alertan cada día las organizaciones de ayuda humanitaria. El primer ministro parece dispuesto a extender los frentes y en una semana Israel ha matado a un general iraní en Damasco, al número dos de Hamás, Salah Al Arouri, en Beirut, y a una decena de milicianos de Hezbolá en plena frontera. En medio de esta cadena de ataques se produjo el atentado en Kermán, por lo que muchas miradas apuntaron al Mossad.
Publicidad
El Estado judío necesita recuperar la capacidad de disuasión sobre sus enemigos, que perdió con el colosal error de seguridad que posibilitó el ataque y matanza de Hamás el 7 de octubre. En esa carrera por demostrar su infinita superioridad militar han arrasado Gaza en una operación en la que, hasta el momento, no han logrado cazar a uno de los grandes líderes de Hamás.
Noticias relacionadas
El gran golpe contra el grupo islamista lo consiguieron al sur de Beirut con el asesinato de Arouri. Israel demostró su capacidad de actuar de forma quirúrgica, todo lo contrario de lo que muestra en Gaza con sus «bombardeos indiscriminados», en palabras de Joe Biden. El número dos del grupo y figura clave del brazo armado, se suma a la larga historia de asesinatos israelíes en la capital libanesa, que arrancaron en 1972 con Ghassan Kanafani, portavoz del Frente Popular para la Liberación de Palestina.
Publicidad
Los restos de Arouri y Kanafani, islamista y socialista, descansan ahora en el mismo Cementerio de los Mártires de Beirut. Miles de personas acompañaron el cuerpo del cabecilla de Hamás en un funeral de una magnitud que no se recordaba desde los 80 y que mostró el fuerte apoyo con el que cuenta Hamás en Líbano.
El último frente en sumarse a la guerra de gaza fue el de Bagdad, donde el ataque de un avión tripulado mató a Abu Taqwa, comandante de las Unidades de Movilización Popular, las milicias chiíes leales a Irán que actúan en el país árabe. El Gobierno iraquí acusó de forma inmediata a Estados Unidos, que mantiene un número reducido de tropas en el país con el objetivo, sobre el papel, de combatir contra el EI. Desde Washington reiteran que no quieren que la situación escale y su enviado especial a la región, Amos Hochstein, viajó a Tel Aviv para reunirse con los responsables israelíes. Esta visita es el anticipo del nuevo viaje del secretario de Estado, Antony Blinken, que anuncia nueva gira por Turquía, Catar, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Israel y Cisjordania.
Publicidad
Es la primera vez desde que Donald Trump ordenó el asesinato del general Suleimani en el aeropuerto de Bagdad, en 2020, que los estadounidenses realizan una operación de este tipo. Desde que estalló la guerra en Gaza estas milicias chiíes han atacado bases con presencia de tropas de Estados Unidos en el país como respuesta al apoyo que Washington presta a Israel en la operación contra Hamás en Gaza. Son milicias controladas por Teherán que forman parte del autodenominado «eje de la resistencia».
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.