Washington defiende una «competición sana» con Pekín

La visita de Yellen, de cuatro días, se produce en un momento en que algunos políticos norteamericanos llaman a reducir la dependencia de Washington ante Pekín. Pero la secretaria del Tesoro recordó que «una desvinculación de las dos mayores economías del mundo sería desestabilizadora para la economía mundial» y pidió que los «desacuerdos» no deteriorasen las relaciones mutuas.

En los años recientes, las disputas entre China y Estados Unidos abarcaron numerosos asuntos, desde los controles a las exportaciones a los derechos humanos o la seguridad nacional. La visita de Yellen se enmarca en el intento norteamericano de estabilizar las relaciones y mejorar las comunicaciones entre ambas potencias. «Yellen parece un integrante más realista de la Administración Biden», dijo Tao Wenzhao, de la Academia China de Ciencias Sociales.

En un comunicado de tono optimista, el Ministerio de Finanzas del gigante asiático dijo que el viaje de Yellen serviría «para fortalecer la comunicación y los intercambios entre los dos países». «La naturaleza de las relaciones económicas y comerciales China-EE UU es mutuamente beneficiosa. No hay ganadores en una guerra comercial o en desacoplar y romper las cadenas de suministro», afirmó.

Yellen inició su agenda con una «significativa conversación» con su antiguo homólogo, el ex viceprimer ministro Liu He, y una reunión con el gobernador saliente del banco central de China, Yi Gang, dijo un responsable del Tesoro. «Discutieron las perspectivas económicas globales, así como las respectivas», indicó.

Yellen había advertido el jueves que Washington no esperaba avances concretos en los próximos días, pero que confiaba en mantener conversaciones productivas para futuros intercambios. «Este viaje presenta una oportunidad para comunicarnos y evitar malentendidos», indicó en un tuit tras su llegada a Pekín.

Pero no será tarea fácil convencer a las autoridades chinas de que las medidas estadounidenses buscan salvaguardar la seguridad nacional y no obstaculizar el desarrollo de la gran economía asiática.