Trump regresa por primera vez al Capitolio tras el asalto de 2021

En un acto destinado a revitalizar el apoyo del grupo y mostrar unidad, la sala repleta de entusiastas de la Cámara de Representantes cantó al unísono «feliz cumpleaños» al expresidente en un desayuno privado en la sede de la campaña republicana frente al Capitolio. Mientras, grupos anti-Trump y pro-Palestina protestaban en la calle.

Se trató de visita cargada de simbolismo, la primera desde que el 6 de enero de 2021 incitara el ataque al Capitolio, y, marcada por el espectro del retorno a la Casa Blanca de un presidente que trató de impedir la transferencia pacífica del poder.

El millonario, que ha purgado a sus críticos y silenciado y marginado a moderados y escépticos, ha logrado apoderarse del Partido Republicano, dedicado ahora casi por entero a apoyar su campaña electoral y al servicio de su movimiento extremista MAGA.

La reunión de alto nivel contó con adulaciones al presidente de la Cámara Mike Johnson por «estar haciendo un excelente trabajo», y el repaso de los consabidos temas que amueblan su campaña, como las deportaciones masivas de inmigrantes y nuevos recortes de impuestos permanentes a las rentas multimillonarias. También los clásicos ajustes al Seguro Social y Medicare del que dependen los jubilados, así como a la oficina del fiscal especial que le investiga.

Con todo, Trump se enfocó en la prioridad que le obsesiona desde hace semanas. Según ha trascendido, desde su condena de 34 delitos penales el 31 de mayo en Nueva York, ha estado presionando a Johnson para que impulse una legislación que le absuelva de sus problemas legales. «Tenemos que revertir esto», insistió en conversaciones privadas. A instancias de Trump, Johnson prepara una legislación para transferir los casos estatales contra él, como los de Nueva York y Georgia, a los tribunales federales, donde el expresidente cuenta con jueces afines que serían favorables a una potencial anulación de los mismos.

Desde el veredicto, los republicanos del Congreso han lanzado una guerra abierta ya sin tapujos contra miembros de la Administración demócrata. Ataques que incluyen el voto de desacato al fiscal general Merrick Garland el miércoles, por negarse a entregar grabaciones de audio, a pesar de haber facilitado ya transcripciones de la investigación que absolvió al presidente Biden de su retención de material clasificado.