Hunter Biden, culpable por mentir sobre sus adicciones al comprar un revólver

Su padre remitió un comunicado mediante el cual aceptaba el resultado de este caso y anunciaba que continuará «respetando el proceso judicial mientras Hunter considera una apelación». El presidente, que la semana pasada hizo público un comunicado de apoyo de su vástago al inicio del juicio, reiteró el orgullo de ver a un ser querido recuperarse de la adicción a las drogas. «Jill y yo siempre estaremos ahí para Hunter y el resto de nuestra familia con nuestro amor y apoyo. Nada cambiará eso jamás», señaló. Tras un discurso sobre la seguridad de las armas en un evento en Washington, Joe alteró su agenda y partió hacia Wilmington para estar con su hijo en la casa familiar.

Las tres imputaciones contra Hunter Biden se derivaron de mentir y luego retractarse sobre su adicción a las drogas en su declaración al completar el formulario de compra de un revólver Colt en octubre de 2018; y de su tenencia ilegal durante once días antes de que su cuñada y luego amante, Hallie Biden, lo arrojara a un contenedor de basura presa del pánico.

El proceso, en el que el único descendiente vivo de Biden decidió no subir al estrado como testigo en su propia defensa, incluyó testimonios en ocasiones extremadamente duros sobre su adicción, algunos por parte de sus parientes más cercanos. En su defensa, su hija Naomi Biden Neal declaró que su padre parecía sobrio en las semanas previas a la compra, afirmación que fue refutada por la Fiscalía con la presentación de mensajes de texto que revelaban una relación tensa, en la que ella decía a su padre que la había llevado al límite.

Por parte de la acusación declararon su exesposa Kathleen Buhle, con quien estuvo casado durante veinticuatro años, y Hallie Biden, la viuda de su hermano Beau, que completaron un perfil de Hunter Biden en rápido descenso tras la adicción y el trauma provocado por la muerte de su hermano por cáncer cerebral en 2015.

El dictamen contra el hijo del presidente demócrata contrarresta la afirmación de Donald Trump de que el sistema de justicia no es independiente y está instrumentalizado contra él y los republicanos. El veredicto se produce apenas dos semanas después del también histórico por delitos penales graves contra el candidato presidencial republicano y rival de Joe Biden en la contienda electoral de noviembre.

En una declaración inicial a CNN, la campaña de Trump señaló que el juicio no era «más que una distracción de los verdaderos crímenes de la familia criminal Biden» que «llegará a su fin el 5 de noviembre». Más tarde agregó que «en cuanto a Hunter, le deseamos lo mejor en su recuperación y en sus asuntos legales».

El juez deberá ahora fijar una fecha para la sentencia en un plazo máximo de unos 120 días, un mes antes de las presidenciales del 5 de noviembre. La condena por cargos de armas podría llegar hasta los veinticinco años de cárcel, aunque expertos legales consideran que generalmente los fallos en este tipo de casos suelen ser más suaves y la encarcelación es improbable cuando se trata de la primera vez y se cumplen los términos de su libertad previa al juicio. Biden siempre aseguró que nunca indultaría a su hijo si se le consideraba culpable de un delito federal.