¿Quiénes son los nueve miembros del Tribunal Supremo que han otorgado inmunidad a Trump?

La Corte, liderada por una supermayoría conservadora de seis magistrados frente a tres progresistas, es la responsable de la polémica sentencia que protege a los presidentes en sus actos oficiales

Caroline Conejero

Nueva York

Domingo, 7 de julio 2024, 14:01

«La ética del Tribunal Supremo está en medio del debate». Así titula este domingo 'The Washington Post' una extensa crónica sobre el cuestionamiento que sufre la máxima Corte de Estados Unidos por sus últimos dictámenes de tendencia muy conservadora. No en vano, seis de ... sus nueve miembros pertenecen a la mayoría ultraconservadora y son los que han hecho prevalecer su número para sentenciar que el presidente del país tiene inmunidad para todos aquellos actos que realice en función de su cargo. Una resolución que, para muchos, equipara al inquilino de la Casa Blanca con un semidios, pero que sobre todo tiene efectos prácticos sobre Donald Trump y la posibilidad de verse exonerado de las acusaciones más graves que pesan sobre él.

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El caso del asalto al Capitolio y su procesamiento por los papeles secretos gubernamentales que se llevó a su mansión tras dejar la presidencia en 2020 podrían sufrir un radical vuelco gracias a este dictamen de un órgano judicial en cuya arquitectura, precisamente, participó Trump entre 2016 y 2020. El descrédito se ha ampliado con la reciente decisión además de restringir el poder de las agencias federales de Estados Unidos encargadas de velar por las normas sobre, practicamente, todos los aspectos de la sociedad estadounidense; desde la protección al medio ambiente, la lucha contra las drogas, el control de las armas y la vigilancia de los mercados financieros hasta el derecho al aborto o el combate a la corrupción política. La sentencia coincide sospechosamente con la campaña de los conservadores que denuncia la supuesta injerencia y abuso de poder del Gobierno sobre los ciudadanos. Para los demócratas, supone un intento más de obstaculizar las funciones de un Ejecutivo presidido por Joe Biden, aparte de un ataque a todos los avances logrados por las administraciones demócratas en décadas..

Cuestiones como éstas han llevado a muchos juristas a cuestionar la labor de la Corte de mayoría conservadora, que se estaría convirtiendo más en un «zar administrativo» que judicial, según sospechan. Una encuesta de Associated Press-NORC indica que siete de cada diez consultados cree que hay una motivación ideológica en las decisiones de esos jueces y el 40% admite que no confían en el Supremo.

Los vínculos lucrativos de los jueces Clarence Thomas y Samuel Alito con los megadonantes del Partido Republicano, al margen del perímetro ético que obliga a los altos magistrados, así como los negocios y la militancia activa de sus esposas en la esfera del extremismo MAGA, han erosionado la credibilidad del tribunal que, como consecuencia, ha sufrido una caída drástica en su aprobación pública.

Tampoco cabe duda de que el Supremo, que ha aprobado la inmunidad parcial a Donald Trump, ha sido muy generoso este año con el expresidente. Acaba de poner en duda dos de los cuatro cargos en su contra en el caso abierto por su intento de subvertir las elecciones de 2020 y el marzo el alto tribunal le permitió presentarse a otro mandato a pesar de una disposición constitucional que prohíbe a los insurrectos ocupar cargos públicos.

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Después de todo, Trump instaló a tres de sus nueve miembros, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett (2017, 2018 y 2020 respectivamente). Junto a los otros tres, John Roberts, el presidente del Tribunal, Clarence Thomas y Samuel Alito, (2005, 1991 y 2006 respectivamente), conforman la histórica supermayoría ultraconservadora de seis miembros.

La minoría del ala liberal la componen tres mujeres que marcan la escasa diversidad del tribunal: la puertorriqueña Sonia Sotomayor (Obama 2009), la hebrea Elena Kagan (Obama 2010) y la afroamericana Ketanji Brown Jackson (nombrada por el actual presidente Joe Biden en 2022).

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  1. Sonia Sotomayor

La magistrada Sonia Sotomayor. Reuters

La veterana Sonia Sotomayor (70 años) es la más liberal del grupo. Nacida en El Bronx, Nueva York, y criada por su madre tras perder a su padre a los nueve años, es un peso pesado en el Tribunal, avalada con una larga experiencia en la práctica pública y privada, y en organizaciones de activismo social como el Fondo Puertorriqueño de Educación y Defensa Legal. Graduada 'summa cum laude' en Princeton y doctorada en Derecho en Yale, la jueza ostenta un raro pedigrí de nominaciones bipartidistas, que incluyen la de los presidentes Bush para la corte federal de Nueva York y Clinton para el Tribunal de Apelaciones federal, en el que supervisó más de 3.000 casos y escribió unas 380 opiniones.

Sotomayor se ha distinguido por sus apasionadas disensiones sobre cuestiones de raza e identidad étnica y en defensa de los derechos de Miranda a un menor detenido, el aborto, de la ley de seguro médico público Obama Care y la reforma de la justicia penal.

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En disensión sobre el fallo de la inmunidad parcial a Trump, ampliamente alabada, la jueza escribió: «La relación entre el presidente y el pueblo al que sirve ha cambiado irrevocablemente». «El presidente es ahora un rey por encima de la ley» situado en una «zona libre de ley», «un arma cargada» que le permite anteponer sus propios intereses, supervivencia política y beneficio financiero propio a los intereses de la nación. «Por temor a (perder) nuestra democracia, disiento», concluyó.

  1. Elena Kagan

La jueza Elena Kagan Reuters

Elena Kagan, (64 años) de Nueva York, con una exquisita educación cosechada en universidades de élite, -dos maestrías en Princeton y Oxford, y un doctorado en Harvard-, es la más centrista del grupo, con una trayectoria de voto que a menudo ha cruzado las líneas ideológicas. Tanto en el circuito judicial y docente, como político, Kagan ha sustentado cargos de poder. Secretaria del juez federal Abner Mikva de la Corte de Apelaciones en Washington y del destacado juez Thurgood Marshall de la Corte Suprema, ha enseñado en las universidades de Chicago y Harvard, de la que fue también Decana de la Facultad de Derecho.

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En la Administración del presidente Clinton fue su asesora adjunta y asistente adjunta de política interna. El presidente Obama la nominó Procuradora General y después jueza del Supremo, a pesar de carecer de experiencia judicial previa.

  1. Ketanji Brown Jackson

Ketanji Brown Jackson, al jurar su cargo en el Supremo. AFP

Ketanji Brown Jackson (53 años), la primera mujer afroamericana del tribunal y defensora pública del gobierno del presidente Obama, es uno de los miembros del Supremo con más experiencia judicial tanto privada como pública. 'Magna Cum Laude' en derecho y doctorada 'Cum Laude' por Harvard, Jackson ha ocupado una extensa gama de altos cargos en la judicatura federal incluido el de vicepresidenta de la Comisión federal de Sentencias.

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No profesa una filosofía judicial particular más allá que la metodología del análisis jurídico, con una larga trayectoria en la defensa de derechos laborales.

La supermayoría conservadora

La supermayoría ultraconservadora está liderada por el presidente del Tribunal, el moderado John Roberts, (69 años) de Buffalo, Nueva York. Doctorado en Derecho en Harvard, es un 'insider' del circuito político-legal de Washington donde sustentó cargos en la Administración como abogado del presidente Ronald Reagan, abogado de la Casa Blanca, adjunto primero del Fiscal General, y juez en el Tribunal de Apelaciones federal. Nominado al Supremo por Bush, su filosofía judicial se corresponde con la corriente legal conservadora tradicional. A pesar de votar en defensa de disposiciones cruciales del ObamaCare, votó junto a la supermayoría para limitar la histórica Ley de Derecho al Voto, y a favor de Trump en la ampliación de los poderes presidenciales sobre inmigración.

En su opinión a favor de la inmunidad parcial presidencial a Trump, escribió que bajo la estructura constitucional de poderes separados, la naturaleza del poder presidencial «otorga al expresidente derecho de inmunidad absoluta de procesamiento penal procesal», y tiene derecho al menos a una presunta inmunidad por todos sus actos oficiales».

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  1. Clarence Thomas

El magistrado Clarence Thomas. Reuters

El afroamericano Clarence Thomas (73 años), probablemente el juez más controvertido del tribunal, se atiene a la doctrina del originalismo que aboga por una interpretación de la Constitución fiel al tiempo de su creación, en el que la esclavitud era legal, el sufragio era restringido y las mujeres carecían de derechos. En sus opiniones judiciales, Thomas se ha erigido en una de las voces más ultraconservadoras de la Corte, por su oposición al aborto y a los programas de diversidad como la Acción Afirmativa (discriminación positiva encaminada a acabar con las desigualdades), de la que es un profundo detractor pese a que le ha beneficiado toda su vida: desde su admisión en la Facultad de Derecho de Yale, su ascenso en cargos públicos y hasta su nominación por el presidente Bush padre a la Corte Suprema.

Su ratificación en el Senado estuvo marcada por el escándalo de Anita Hill, una excolega de la comisión federal de Igualdad de Empleo, cuya explosiva acusación pública de acoso sexual explícito conmocionó a la nación. En el último momento, Thomas jugó la ya famosa carta racial ante un panel compuesto en su totalidad de hombres blancos (entre ellos Joe Biden y el mujeriego Ted Kennedy), al que acusó de «linchamiento técnico» para impedir el ascenso de un negro a posiciones de poder. La nominación no se hizo esperar.

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Desde entonces, Thomas ha cultivado una animosidad muy pública contra los liberales. En la comunidad negra liberal se le ha caracterizado de «Tío Tom» por su servilismo al poder del 'establismenth' blanco y su alejamiento del movimiento afroamericano de derechos civiles.

Desde 2004 han salido a la luz sus vínculos con el poderoso donante republicano de Texas Harlan Crow, y la ocultación de generosos regalos por un valor de millones de dólares incluidos cruceros de lujo, y la compra de la casa de su madre.

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Su esposa, Ginni Thomas, que este año testificó en el Congreso, ha sido la receptora de pagos a través de su firma de consultoría legal que asesora a clientes con casos ante la Corte Suprema. Ginni financió el transporte de los insurrectos del 6 de enero y durante el ataque envió mensajes de enaltecimiento al jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows

  1. Samuel Alito

El juez Samuel Alito. AFP

Samuel Alito (74 años), segunda generación de inmigrantes italianos de Nueva Jersey, es uno de los miembros más ultraconservadores y más adinerado del Tribunal, con importantes inversiones en corporaciones como Boeing y ConocoPhillips, que forzaron su recusación en 2012 en unas seis docenas de casos ante el Supremo. Graduado en Princeton y Yale, es un ferviente católico antiaborto, y recientemente ha estado en las noticias por sus comentarios grabados en secreto sobre «la necesidad del país de retornar a una mayor santidad». También en las noticias, las banderas invertidas en dos de sus casas, símbolo de la militancia en la esfera extremista MAGA junto a su esposa.

También este año, un investigación de ProPublica, desveló sus vínculos con el empresario multimillonario Paul Singer, un megadonante republicano considerado el el mundo financiero un 'buitre de la inversión». Autor y profesor, ascendió en el circuito judicial republicano hasta ser nominado al Supremo por el presidente Bush en 2006.

  1. Neil Gorsuch

Neil Gorsuch. EFE

Neil Gorsuch (57 años), nacido en Denver, es un graduado de la Universidad de Columbia, y ostenta dos doctorados en Harvard y Oxford. Se formó como asistente legal en el circuito federal de apelaciones y del juez conservador Anthony Kennedy de la Corte Suprema. Ejerció la práctica privada y fue adjunto del Fiscal General en 2005, entre otros cargos en la Administración federal. Fue docente en la universidad de Colorado, y nombrado al Supremo por Trump en 2017.

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Católico conservador, se adhiere a la filosofía judicial textualista y del originalismo, y es un defensor férreo de la lectura estricta de la Ley Antiterrorista y de Pena de Muerte Efectiva. En una polémica opinión argumentó a favor de la sentencia del Supremo a favor de Oklahoma para el uso de inyección letal.

  1. Brett Kavanaugh

El magistrado Brett Kavanaugh. AFP

Brett Kavanaugh, (59 años) de Washington, graduado y doctorado en Yale, ascendió en la esfera republicana en numerosos cargos desde el circuito de apelaciones federal hasta el ministerio de justicia. Fue asistente del fiscal independiente Ken Starr, en la investigación del caso Monica Lewinsky que llevó al juicio de destitución fallido del presidente Clinton. Fue también parte del equipo legal de defensa del presidente George Bush en las controvertidas elecciones de 2000 ante la Corte Suprema, cuya decisión de detener el recuento de votos en Florida, otorgó la victoria electoral al republicano.

En su nominación al Supremo por Trump, fue acusado de asalto sexual por una compañera de estudios, y ocultó al panel del Senado su intención de revertir el precedente judicial Roe v Wade que garantizaba el derecho al aborto, anulado en 2022.

  1. Amy Coney Barrett

La conservadora Amy Coney Barrett. EFE

La única mujer del grupo, Amy Coney Barrett, de Nueva Orleans, Luisiana, religiosa y madre de siete hijos, fue nombrada por Trump al Supremo un mes antes de perder las elecciones en noviembre de 2020. Doctorada en Derecho en la universidad católica de Notre Dame, se la ha vinculado a una comunidad religiosa calificada de culto, enfática en la subordinación de las mujeres. Adepta a la filosofía del originalismo, entre otros, ha votado a favor de la anulación del aborto, en contra de regulaciones medioambientales, a favor de la discriminación de los homosexuales en casos de adopción.

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