Estados Unidos recibe a Sheinbaum con un endurecimiento de la política migratoria

La Casa Blanca, que ha estado bajo una inmensa presión por parte de los republicanos y algunos demócratas para reducir el número de inmigrantes que penetran por la frontera sur, lleva trabajando meses en esta resolución, como avanzó Biden en una entrevista concedida en abril a la cadena hispana Univisión. La nueva directiva fronteriza, la más agresiva adoptada por la Administración hasta el momento, marca un giro drástico a cinco meses de las presidenciales de noviembre y en un periodo crucial para la campaña demócrata. Biden muestra con esta enérgica postura su determinación de neutralizar la inmigración descontrolada, que podría constituir su mayor vulnerabilidad política en la contienda en las urnas contra el republicano Trump.

Por su parte, muchos legisladores progresistas e hispanos han expresado su alarma por la medida sobre la frontera, que, según expertos, se basa en el mismo marco legal adoptado por Trump para restringir los cruces ilegales en 2018. La intervención del republicano, calificada en aquel momento de draconiana y xenófoba, fue bloqueada por un tribunal federal.

Por el momento, la iniciativa de Biden complica las campañas electorales de muchos demócratas que aspiran al Senado y optaron por rechazar la invitación de unirse al presidente Biden y a varios alcaldes de ciudades fronterizas durante el anuncio oficial realizado este martes en la Casa Blanca.

Aunque los legisladores de Estados indecisos han presionado para el establecimiento de normas fronterizas más estrictas, algunos prefieren mantener al presidente a distancia, ya que, en comicios locales, obtienen consistentemente mejores resultados en sus territorios que él debido a su bajo nivel de aprobación.

Con todo, las encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses se siente insatisfecha con la gestión de la frontera por parte del presidente. Este tema, junto al aborto, es uno de los que más preocupa a los ciudadanos.

Los datos oficiales revelan que los cruces fronterizos ilegales disminuyeron en enero y se han mantenido relativamente estables desde entonces, con un promedio diario de casi la mitad del aumento de diciembre. En total, las cifras se han reducido algo desde el masivo incremento de 2022. Aun así, tienden a aumentar durante la primavera y el verano, algo que pondría más presión sobre Biden y ofrecería más munición a los ataques republicanos de cara a noviembre.

Los conservadores, que han hecho de la inmigración su tema estrella, calificaron inmediatamente la medida de «farsa». En su línea habitual, han acusado incesantemente al presidente demócrata de, a pesar de contar con amplia autoridad para actuar en la frontera, negarse a hacerlo para acomodar a los progresistas de su base. Trump ha calificado a Biden de «débil» y ha prometido desatar la mayor deportación masiva de inmigrantes indocumentados de la historia si es reelegido.

A principios de año, los demócratas del Senado intentaron aprobar un proyecto de ley de inmigración con apoyo bipartidista, pero fue rechazado por los republicanos a instancias de Trump para negar a Biden una victoria en un tema electoral. Otra iniciativa fue impulsada por la Casa Blanca tras la inauguración del mandato de Biden en 2021, pero tampoco logró prosperar en el Congreso.