El régimen islamista trata de limpiar su imagen internacional desde la vuelta de los talibanes al poder afgano en 2021 y los turistas son clave en esa estrategia, así como de una importante fuente de ingresos para un territorio que arrastra las consecuencias de dos ... décadas en guerra y que, según Naciones Unidas, cuenta con más de 30 millones de habitantes bajo el umbral de la pobreza. En el país viven 41 millones de personas. El esfuerzo de los integristas por tratar de atraer visitantes parece haber funcionado, con un aumento del 120% en la llegada de extranjeros el año pasado. Casi 5.200 viajeros de diferentes nacionalidades aterrizaron ese ejercicio en Afganistán.
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El ataque contra un grupo de extranjeros ocurrido el pasado viernes en Bamiyán, una ciudad muy visitada en el pasado, con el fatal balance de seis fallecidos y cuatro heridos, podría suponer un duro golpe a los intentos gubernamentales de impulsar el turismo en el país. La mayoría de Estados occidentales, sin embargo, no recomienda desde hace años ir a Afganistán debido, precisamente, al riesgo de sufrir un ataque o ser víctima de un secuestro. España, de hecho, lo desaconseja y en la propia página web del Ministerio de Asuntos Exteriores recuerda que «el viaje se realiza siempre por cuenta y riesgo» de quien decide hacerlo. Esto implica que «todos los gastos derivados de la hospitalización, la repatriación de heridos o el traslado de cadáveres» correrán a cargo del ciudadano.
En la advertencia se cita que los aeropuertos afganos «no cumplen con los estándares internacionales de seguridad», que se pueden producir «ataques con bomba y ataques suicidas» en cualquier momentos o que los atentados «son frecuentes en todo el territorio». Incluso la situación de las carreteras, señala, provoca que haya accidentes de tráfico de manera habitual. «Los servicios de emergencia y el sistema público de salud apenas alcanzan para atender la crisis humanitaria», agrega Exteriores sobre este país que, pese a la recomendación oficial, forma parte de la oferta de muchas agencias de viajes.
Pero Afganistán no es el único punto del mapa que el ministerio encabezado por José Manuel Albares desaconseja pisar. Entre los destinos marcados en rojo actualmente se encuentran, además de Ucrania, Rusia o Israel, territorios como Corea del Norte, Haití, Chad, Irak, Egipto, Liberia, Irán o Somalia, entre muchos otros.
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