Daniel Noboa y Luisa González, candidatos a la presidencia de Ecuador, se saludan durante un debate electoral. Reuters

González y Noboa se enfrentan al reto de poner coto al crimen organizado de las mafias del narco

Los dos candidatos, que se medirán el 15 de octubre, sostienen que la situación obedece a la desigualdad y la falta de oportunidades de la ciudadanía

Sábado, 7 de octubre 2023, 20:15

La sospechosa muerte de los sicarios implicados en el asesinato de Fernando Villavicencio vino precedida hace unos días por el deceso violento de un fiscal y el secuestro de la exalcaldesa de Durán, Mariana Mendieta. Sólo son la punta del iceberg de una oleada de ... crímenes que el Ministerio del Interior ecuatoriano intenta evitar que se repita el 15 de octubre con la apertura de las urnas. Para ello, ya ha anunciado que más de 53.000 policías formarán parte del operativo para garantizar la seguridad en las elecciones.

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Mientras Luisa González y Daniel Noboa Azin, los dos candidatos a presidir el país hasta mayo de 2025, pregonan sus promesas electorales por toda la nación, el crimen organizado, desatado en los últimos años en Ecuador por obra de las mafias del narco, campa a sus anchas. Genaro R., agente fiscal de Babahoyo, capital de la provincia de Los Ríos, fue víctima de un ataque armado cuando circulaba en su coche. Hace unos meses los también fiscales Leonardo Palacios y Edgar Escobar fueron acribillados en Durán y Guayaquil. La fiscal general, Diana Salazar, denunció el pasado junio haber recibido amenazas de muerte y el candidato Fernando Villavicencio fue asesinado en las vísperas de la primera vuelta del pasado agosto.

Tanto Luisa González, 45 años, candidata de Revolución Ciudadana (RC), que obtuvo el 33% de los votos el 20 de agosto, como Daniel Noboa, 35 años, de la alianza ADN (Acción Democrática Nacional), que sorprendió con un 24% de electores, han coincidido en destacar el problema de la violencia y el crimen organizado como uno de los principales objetivos que deben solucionar si llegan al Gobierno. Ambos sostienen que la existencia de esta alarmante situación obedece a la desigualdad y falta de oportunidades de la ciudadanía. Para ambos la educación es la clave de todo.

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