La violencia condiciona hasta el final la carrera hacia la presidencia de Ecuador

El presidente saliente, Guillermo Lasso, que se encontraba en Nueva York camino de efectuar una gira por Corea del Sur, ha anunciado su regreso inmediato a Ecuador y ordenado la convocatoria urgente del Gabinete de Seguridad. «Ni complicidad ni encubrimiento. Aquí se conocerá la verdad», fue el mensaje del mandatario en las redes sociales.

El movimiento 'Construye' que lideraba Fernando Villavicencio nada más conocerse los asesinatos en el pabellón 7 de la Penitenciaría del Litoral exigió al Gobierno que confirmara si estos reos tenían alguna relación con el crimen del candidato. «Si se trata de los sicarios de Villavicencio, las autoridades deben responder por su negligencia cómplice», manifestó. Christian Zurita, amigo personal de Villavicencio y quien tomó el liderazgo del partido tras su muerte, ya había denunciado que la Fiscalía intentaba involucrar a los amigos como sospechosos del magnicidio y había pedido su teléfono móvil. «Quiero dejar bien claro que no tengo nada que ocultar. He entregado mi celular para la investigación», declaró ante la prensa Zurita.

Luisa González, que aspira a ser la primera mujer presidenta de Ecuador tras los comicios del 15 de octubre, lanzó un duro mensaje: «Es decir, ¿los que podían hablar y decir quién asesinó a Fernando Villavicencio están muertos? Y mueren estando bajo el 'control' del Estado. ¿Qué informe van a sacar ahora?». El texto acababa con el hashtag #LassoResponsable.

Daniel Noboa, rival de Luisa González en la disputa por la presidencia, también exigió al Gobierno que informe al detalle sobre los hechos sucedidos en la cárcel de Guayaquil. «¿Cómo pudimos permitir el empoderamiento de la violencia, que tiene sumido al país entero en el terror y la incertidumbre? Esto, en nuestro nuevo Ecuador. Debe parar. Vamos a recuperar la nación de paz que todos añoramos», escribió en un comunicado titulado '¡Los ecuatorianos demandamos la verdad!'.

El asesinato de los sicarios ha ocurrido casualmente después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ofreciera el pasado 29 de septiembre una recompensa de hasta 5 millones de euros a quien diera información sobre el autor o los autores del atentado mortal contra Fernando Villavicencio.

El pabellón 7 del penal del Litoral es controlado por el grupo delictivo Los Águilas, que se dedica al narcotráfico, y que ha sido acusado de varias masacres en las cárceles ecuatorianas. Es una banda aliada con cárteles de México, como el de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, y de Colombia. En la penintenciaría hay una población de 5.700 reclusos. Desde febrero de 2021 el Gobierno ecuatoriano ha contabilizado 430 muertes en sus prisiones.